Versículo para hoy:

jueves, 29 de junio de 2023

JUNIO 29 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús”. 1ª Tesalonicenses 4:14

NO pensemos que el alma duerme insensiblemente. “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, es la voz de Cristo a todo santo que expira. Ellos “duermen en Jesús”, pero sus almas están delante del trono de Dios, alabándolo día y noche en su templo, cantando aleluyas al que los lavó de sus pecados en su sangre. El cuerpo duerme en su solitario lecho terrenal bajo la cubierta de césped. Pero, ¿qué es este sueño? El sueño nos sugiere la idea de descanso, y es esta la idea que el Espíritu Santo quiere transmitirnos. El sueño hace de cada noche un sábado, es decir, un descanso para el día. El sueño cierra herméticamente las puertas del alma y manda a todos los entremetidos, que se detengan un momento, a fin de que la vida que está en el interior pueda entrar en su jardín de descanso. El fatigado creyente duerme tranquilo, como lo hace el cansado bebé en el regazo de la madre. ¡Felices los que mueren en el Señor; descansarán de sus trabajos, y sus obras con ellos siguen! Su tranquilo reposo nunca será perturbado hasta que Dios los levante para darles su cumplido galardón. Guardados por los ángeles custodios, cubiertos por los eternos misterios, duermen, como herederos de la gloria, hasta que la plenitud del tiempo traiga la plenitud de la redención. ¡Qué despertamiento será el de ellos! Fueron puestos en su última morada, cansados y rendidos, pero no se levantarán así. Fueron a su reposo con arrugas en la frente y con el rostro demacrado, pero se despertarán en belleza y gloria. La marchita semilla, tan carente de forma y de gracia, se levantará del polvo como una bella flor. El invierno del sepulcro da lugar a la primavera de la redención y al verano de la gloria. Bendita es la muerte, porque ella, por el poder divino, nos quita la ropa de los días de trabajo, y nos viste con el vestido de boda de la incorrupción. Bienaventurados los que duermen en Jesús.

miércoles, 28 de junio de 2023

JUNIO 28 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Mirando a Jesús”. Hebreos 12:2

ES siempre obra del Espíritu Santo el apartar nuestros ojos de nosotros mismos para ponerlos en Jesús; pero la obra de Satán es diametralmente opuesta a esta, pues él está continuamente procurando que nos miremos a nosotros mismos en lugar de que miremos a Cristo. Satán nos dice: “Tus pecados son demasiado grandes para ser perdonados; tú no tienes fe, no experimentas sincero arrepentimiento, no podrás perseverar hasta el fin. Tú no tienes el gozo que tienen sus hijos y eres inconstante”. Todas estas consideraciones se dirigen al propio individuo, y nosotros nunca hallaremos consuelo o seguridad si miramos allí. Pero el Espíritu Santo aparta enteramente de allí nuestros ojos. El nos dice que nosotros no somos nada, pero que “Cristo es todo en todos”. Recuerda, por lo tanto, que no es tu adhesión a Cristo lo que te salva, sino Cristo mismo; no es tu gozo en Cristo lo que te salva, sino Cristo; no es ni aun tu fe en Cristo (aunque la fe es el medio), es más bien la sangre de Cristo. Por lo tanto, no mires a la mano con la que te tomas de Cristo, sino a Cristo mismo; no mires a tu esperanza, sino a Jesús, la fuente de tu esperanza; no mires a tu fe, sino a Jesús, el autor y consumador de la fe. Nunca hallaremos felicidad por mirar a nuestras oraciones, a nuestras obras o a nuestros sentimientos. Es lo que Jesús es, no lo que nosotros somos, lo que da descanso al alma. Si queremos vencer enseguida a Satán y tener paz con Dios, tenemos que mirar a Jesús. Pon los ojos únicamente en él. Que su muerte, sus sufrimientos, sus méritos, sus glorias, su intercesión se conserven frescos en tu mente. Cuando te despiertes a la mañana, míralo a él. No permitas que tus esperanzas o tus temores se interpongan entre ti y Jesús. Síguelo diligentemente y él nunca te dejará.

martes, 27 de junio de 2023

JUNIO 27 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Con tal que no vayáis muy lejos". Éxodo 8:28

ESTA es una astuta palabra salida de los labios de Faraón. Si los pobres esclavizados israelitas tenían necesariamente que salir de Egipto, Faraón les ponía como condición que no fueran muy lejos; no demasiado lejos como para escapar del terror de sus armas y de la observación de sus espías. Del mismo modo, el mundo no quiere la disconformidad del no conformista ni la disidencia del disidente; quiere que seamos más liberales y que no llevemos las cosas al extremo. Muerto al mundo y sepultado con Cristo son experiencias que la mente carnal considera ridículas; de ahí que su símbolo, el bautismo por inmersión, sea casi universalmente olvidado, y hasta despreciado. La sabiduría del mundo recomienda la contemporización, y habla de "moderación". Según esta política carnal, debemos admitir la verdad como muy deseable, pero tenemos que estar prevenidos contra la excesiva escrupulosidad; debemos seguir la verdad, pero no tenemos que denunciar el error en forma severa. "Si" -dice el mundo- "inclínate siempre a lo espiritual, pero no te prives de un poco de diversión; un baile cada tanto, una visita al teatro para Navidad". ¿Qué ganamos con menospreciar una cosa que está de gran moda y todos la hacen? Muchos cristianos se rinden a este solapado consejo y hallan la ruina eterna. Si queremos seguir al Señor enteramente, tenemos que salir ahora mismo al desierto de separación y dejar tras nosotros al Egipto del mundo carnal. Tenemos que dejar sus máximas, sus placeres y también su religión, e ir lejos al lugar donde el Señor llama a sus santificados. Cuando la ciudad está ardiendo, nuestras casas nunca pueden estar demasiado lejos de las llamas. Cuando la plaga se presenta, el hombre nunca estará demasiado lejos de sus focos. Cuanto más lejos estemos de la víbora tanto mejor; y cuanto más lejos estemos de la conformidad con el mundo mucho mejor.

lunes, 26 de junio de 2023

JUNIO 26 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"¿Tú también has sido hecho semejante a nosotros?" Isaías 14:10

¿CUÁL será la sentencia del cristiano apóstata cuando su alma comparezca delante de Dios? ¿Cómo soportará aquella voz que le dice: "Apártate de mí, maldito; tú me has rechazado, y ahora yo te rechazo a ti; has hecho el papel del adúltero apartándote de mí; yo también te he apartado de mi presencia par siempre y no tendré de ti misericordia"? ¿Cuál será la vergüenza de este infeliz en el gran día final cuando, delante de las multitudes reunidas, sean desenmascarados los apóstatas? Mira cómo los profanos y los pecadores, que nunca profesaron religión alguna, se levantan de sus lechos de fuego para señalarlo. "Aquí está aquel", dice uno;  "¿habrá venido al infierno a predicar el Evangelio?" "Aquí está aquel", dice otro; "me reprendía porque yo blasfemaba pero, por lo visto, resultó ser un hipócrita" "¡Ajá!", dice otro, "aquí viene uno que cantaba himnos, uno que estaba siempre en las reuniones, uno que se jactaba de estar seguro de la vida eterna, ¡y ahora está aquí!" Nunca los atormentadores satánicos demostrarán más avidez, que en el día cuando los demonios conduzcan al hipócrita a la perdición. Bunyan describe esto con admirable y pavorosa elevación poética cuando habla del camino al infierno. Siete demonios ataron al infeliz con nueve cuerdas, y lo arrastraron fuera del camino que conduce al cielo, en el cual profesaba andar, y lo arrojaron al infierno. ¡Ten cuidado, hermano, de ese camino al infierno! "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe". Considera bien tu condición; mira si estás o no en Cristo. Es la cosa más fácil del mundo ser indulgente cuando nos juzgamos a nosotros mismos; pero te ruego que en esto seas justo y leal. Sé justo en todo, pero sé riguroso contigo mismo. Ten presente que si no estás edificando sobre una roca, será grande la ruina cuando la casa caiga. Que el Señor te dé sinceridad, constancia y firmeza.

JUNIO 25 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Súbete sobre un monte alto”. Isaías 40:9


NUESTRO conocimiento de Cristo es algo semejante a un trepador de nuestras montañas galesas. Cuando estás al pie de ellas ves muy poco. La altura de la montaña misma parece ser la mitad de lo que realmente es. Confinado en un pequeño valle, apenas puedes descubrir algo que no sea el ondulante arroyo que va al río, que está al pie de la montaña. Trepa la primera loma, y el valle se alargará y se ensanchará bajo tus pies. Sube un poco más, y verás la región en cinco millas a la redonda y te deleitarás con el amplio panorama. Asciende aún más y el paisaje se agranda, hasta que, al fin, cuando estés en la cima y mires al este, al oeste, al norte y al sud, ves delante de ti a casi toda Inglaterra. Allá hay un bosque en algún contacto, distante unas doscientas millas; aquí está el mar y allí un cristalino río y las humeantes chimeneas de una ciudad industrial, o la arboladura de las naves de un puerto activo. Todo esto te place y te deleita, y dices: “Nunca hubiese imaginado que podrían verse tantas cosas desde esta cima”. Ahora bien, la vida cristiana tiene mucho de parecido. Cuando al principio creemos en Cristo, vemos sólo un poco de él. Cuanto más alto ascendemos tanto más de sus bellezas descubrimos. Pero, ¿quién ha alcanzado alguna vez la cumbre? ¿Quién ha conocido la altura y la profundidad de Cristo, que excede a todo entendimiento? Pablo, cuando envejecía, poniéndose canoso y tembloroso en una celda romana, podía decir con más énfasis que nosotros: “Yo sé a quien he creído”, pues cada experiencia suya fue semejante al que trepa una montaña, cada prueba fue como el ascender a una nueva cima, y su muerte fue como el alcanzar la cumbre de la montaña, desde la cual podía ver en su plenitud la fidelidad y el amor de aquel a quien había confiado su alma. ¡Súbete, amigo mío, sobre un monte alto!

JUNIO 24 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Una mujer de la compañía, levantando la voz, le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los pechos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. Lucas 11:27-28


ALGUNOS creen que el haber sido María la madre de Jesús constituía un privilegio muy especial, porque suponen que ella tenía la ventaja de mirar en el mismo corazón de Jesús, en un modo que nosotros no podemos lograr. Apenas puede admitirse esta suposición. No tenemos pruebas de que María supiera más que otros; lo que sabía, hizo bien en guardarlo en su corazón. Pero de la lectura de los Evangelios no se desprende que ella haya sido mejor instruida que cualquier otro discípulo de Cristo. Todo lo que ella sabía, también nosotros lo podemos descubrir. ¿Te admiras de que digamos esto? Aquí tengo un texto que lo prueba: “El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su alianza”. Recuerda las palabras del Maestro: “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias”. Tan gloriosamente nos descubre su corazón este divino Revelador de secretos, que no nos oculta nada que nos sea provechoso. Su palabra de seguridad es esta: “De otra manera os lo hubiera dicho”. ¿No se manifiesta él hoy a nosotros como no se manifiesta al mundo? Sí, así es efectivamente. Entonces no digamos en ignorancia: “Bienaventurado el vientre que te trajo”, sino bendigamos inteligentemente a Dios, porque, habiendo nosotros oído su Palabra y guardádola, tenemos en primer lugar una comunión tan real con el Salvador como la tuvo la virgen, y en segundo lugar un conocimiento tan verdadero de los secretos de su corazón, como podemos suponer lo tuvo ella. ¡Feliz el alma que tiene tal privilegio!

viernes, 23 de junio de 2023

JUNIO 23 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Efraín fue torta no vuelta”. Oseas 7:8


UNA torta no vuelta queda con un lado crudo. También Efraín, en muchos respectos, no había sido tocado por la gracia divina. Aunque había en él alguna obediencia parcial, había también mucha rebelión. Alma mía, yo te ruego que mires si esta es tu situación. ¿Estás por completo consagrada a las cosas de Dios? ¿Ha llegado la gracia al mismo centro de tu ser para que sientas su divina obra en todas tus facultades, en tus actos, en tus palabras y en tus pensamientos? Tu aspiración y tu oración debieran ser: la santificación de tu espíritu, alma y cuerpo; y aunque la santificación no sea perfecta en ti, en todas partes, sin embargo, en su acción, tiene que ser universal. No debe haber apariencia de santidad en un lugar y predominio del pecado en otro; de lo contrario, tú también, serás una torta no vuelta.
Una torta no vuelta se quema pronto por el lado que está más cerca del fuego; y aunque ninguno puede tener demasiada piedad, hay, sin embargo, algunos que están totalmente quemados con un celo fanático en pro de aquella parte de la verdad que recibieron, o carbonizados con una vanagloriosa ostentación farisaica por aquellas funciones religiosas que se adaptan a su gusto. La supuesta apariencia de santidad superior viene acompañada frecuentemente de una falta de vital devoción. El santo en lo público llega a ser un demonio en lo privado. Usa harina de día y hollín por la noche. La torta que de un lado está quemada del otro está cruda. Si así estoy yo, Señor, dame vuelta. Dirige mi naturaleza no santificada hacia el fuego de tu amor, y haz que sienta su sagrado calor. Permite que mi parte quemada se enfríe un poco, y que yo conozca mi propia debilidad y falta de calor cuando me aparto de tu llama celestial. Que no sea hombre de doblado ánimo, sino entregado por completo a la poderosa influencia de la gracia. Porque bien sé que si quedo como torta no vuelta, seré consumido con fuego eterno.

JUNIO 22 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

CRISTO mismo es el edificador de su templo espiritual, y lo edifica sobre el monte de su inmutable amor, de su gracia omnipotente y de su infalible veracidad. Pero como en el templo de Salomón, también en este los materiales tienen que ser preparados. Tenemos “cedros del Líbano”, pero no están en condiciones para la edificación. Tenemos que cortarlos, moldearlos y transformarlos en aquellos tablones de cedro, cuya fragancia hará que los atrios de la casa del Señor, que es el Paraíso, sean agradables. Tenemos también piedras en bruto en las canteras. Hay que sacarlas de allí y ajustarlas. Todo esto es obra de Cristo. Cada creyente, individualmente, está siendo preparado, perfeccionado y alistado para ocupar su lugar en el templo; pero es la mano misma de Cristo la que hace esta obra de preparación. Las aflicciones no santifican si él no las usa para ese fin; nuestras oraciones y nuestros esfuerzos no pueden prepararnos para el cielo, sin la intervención de Jesús, que hace rectos nuestros corazones. Como en la edificación del templo de Salomón, “ni martillos, ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro”, porque todo estaba en perfectas condiciones de ocupar exactamente el lugar que se le había asignado, así también acontece con el templo que edifica Jesús: la preparación se hace en la tierra. Cuando lleguemos al cielo no tendremos que seguir el proceso de santificación, ni ser modelados con aflicción, ni ser pulidos con sufrimientos. No, tenemos que prepararnos aquí; esta preparación la hace Cristo en nosotros de antemano. Y cuando la haya cumplido, una mano amorosa nos hará cruzar el río de la muerte y nos llevará a la Jerusalén celestial, para quedar allí como eternos pilares en el templo de nuestro Señor.

miércoles, 21 de junio de 2023

JUNIO 21 – LECTURAS MATUTINAS

“Haste hermoseado más que los hijos de los hombres”. Salmo 45:2

LA persona de Jesús es una entera joya, y su vida es una sola impresión del sello. Jesús es enteramente perfecto, no solo en sus distintas partes, sino también en su gloriosa integridad. Su carácter no es un conjunto de colores mezclados confusamente, ni un montón de piedras puestas desordenadamente, unas sobre otras. Jesús es un cuadro de belleza y un pectoral de gloria. En él “todas las cosas que son de buen nombre” tienen su debido lugar y se embellecen recíprocamente. Ningún rasgo de su gloriosa persona llama la atención más que otro; él es perfecto y enteramente codiciable. ¡Oh Jesús!, tu poder, tu gracia, tu justicia, tu ternura, tu verdad, tu majestad y tu inmutabilidad forman un hombre tal, o, mejor dicho, un Dios-hombre tal que ni el cielo ni la tierra han visto jamás. Tu infancia, tu eternidad, tus sufrimientos, tus triunfos, tu muerte y tu inmortalidad están entretejidos en un magnífico tapiz, sin costura ni rasgadura. Tú eres música sin disonancia; eres un todo sin división; eres todas las cosas sin diversidad. Como todos los colores se funden en un resplandeciente arco iris, así también todas las glorias del cielo y de la tierra se hallan en ti, y se unen tan maravillosamente, que no hay ninguno como tú en todas las cosas. Si todas las virtudes de las cosas más excelentes formaran un ramo no podrían rivalizar contigo, espejo de toda perfección. Tú has sido ungido con el santo óleo de mirra y casia, que tu Dios reservó sólo para ti; y tu fragancia es como el perfume santo, que ninguno puede imitar, ni aun el perfumista. Cada parte es fragante, pero el compuesto es divino.

Precioso es Jesús, mi Jesús,
Precioso es Jesús, mi Jesús.
Mi gloria será su rostro mirar,
El es mi precioso Jesús.

JUNIO 20 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Porque he aquí yo mandaré, y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las gentes, como se zarandea el grano en un harnero, y no cae un granito en la tierra." Amós 9:9

TODO zarandeo viene por orden y permiso de Dios. Satán tiene que pedir permiso antes de poner un dedo sobre Job. Aun más, nuestro zarandeo es obra directa del cielo, pues el texto dice: "Haré que la casa de Israel sea zarandeada". Satán, como un peón, puede tener la zaranda, esperando destruir el grano, pero la mano del Maestro realiza la purificación del grano por el mismo proceso por el cual el enemigo intenta destruirlo. Precioso, pero zarandeado trigo de la era del Señor, ¡anímate! El Señor maneja, para su gloria y para tu eterno bienestar, tanto el mayar como la zaranda. El Señor Jesús usará, sin duda, el aventador que está en su mano y apartará lo precioso de lo vil. "No todos los que son de Israel son Israelitas". El trigo de la parva que está en la era no está limpio; de ahí la necesidad de que sea aventado. En la zaranda únicamente lo que tiene peso tiene valor. La chala y el tamo, que no tienen substancia, se los lleva el viento, y sólo el trigo permanece. Observa la completa seguridad del trigo del Señor; ni aun un granito caerá. Dios mismo zarandea; de modo que es esta una obra terrible y severa. El los zarandea en todos los lugares, "entre todas las gentes"; los zarandea en la manera más eficaz, "como el grano en un harnero", y a pesar de esto, ni el grano más pequeño, más liviano, o más marchito cae en tierra. Cada creyente, individualmente, es precioso en la presencia del Señor. Un pastor no quisiera perder ni una sola oveja; un joyero, ni un solo diamante; una madre, ni un solo hijo; un hombre, ni un solo miembro de su cuerpo. Tampoco el Señor quiere perder ni uno solo de los redimidos. Si pertenecemos al Señor, podemos regocijarnos; pues, aunque seamos pequeños, somos preservados en Cristo Jesús.

lunes, 19 de junio de 2023

JUNIO 19 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Y fueron todos llenos del Espíritu Santo". Hechos 2:4

RICAS serían las bendiciones de este día si todos nosotros fuéramos llenos del Espíritu Santo. A las consecuencias de este sagrado henchimiento del alma es imposible darles un valor excesivo. La vida, el bienestar, la luz, la pureza, el poder, la paz, y tantas otras bendiciones son inseparables de la benigna presencia del Espíritu. Como óleo sagrado, unge la cabeza del creyente, lo aparta para el sacerdocio de los santos y le da gracia para que ejerza rectamente sus funciones. Como la única agua que realmente purifica, nos limpia del poder del pecado y nos santifica para que alcancemos la santidad, obrando en nosotros así el querer como el hacer por la buena voluntad de Dios. Como la luz, nos hizo ver al principio nuestro estado de perdición, y ahora nos revela al Señor Jesús y nos conduce por el camino de justicia. Iluminados por su refulgente rayo celestial, no estamos más en tinieblas, sino en la luz del Señor. Como fuego, nos limpia de la escoria y pone nuestra consagrada naturaleza en una llama. El Espíritu es la llama sacrificadora por la que se nos capacita para ofrecer nuestras almas como sacrificio vivo a Dios. Como rocío celestial, elimina nuestra esterilidad y fertiliza nuestras vidas. ¡Ojalá descendiera de lo alto sobre nosotros en estas primeras horas del día! Con tal rocío matutino comenzaríamos el día agradablemente. Como paloma, cobija con sus alas de pacífico amor a su Iglesia y a las almas de los creyentes; y como Consolador, disipa las ansiedades y las dudas que perturban la paz de su amada. El desciende sobre los escogidos como sobre el Señor en el Jordán, y da testimonio de la filiación de los mismos, poniendo en ellos un espíritu filial por el que claman: Abba, Padre. Como viento, lleva a los hombres el hálito de vida; soplando donde quiere, cumple la obra de avivamiento por la que la creación espiritual se anima y es sustentada. Quiera Dios que sintamos su presencia hoy y siempre.

JUNIO 18 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Tu Redentor”. Isaías 54:5

JESÚS, el Redentor, es enteramente nuestro, y nuestro para siempre. Todas las funciones de Cristo son ejercidas en nuestro favor. Él es rey, sacerdote y profeta por nuestro bien. Cuando, leyendo, hallemos un nuevo título del Redentor, apropiémonoslo. El cayado del pastor, la disciplina del padre, la espada del capitán, la mitra del sacerdote, el cetro del príncipe y el manto del profeta, todo es nuestro. No hay dignidad de Jesús que él no la emplee para nuestra exaltación, y ninguna prerrogativa que no la use para nuestra defensa. Su plenitud de la deidad es nuestra tesorería segura e inagotable. Su naturaleza humana con que él se revistió es nuestra en toda su perfección. Nuestro bondadoso Señor nos comunica la virtud inmaculada de un carácter sin manchas, nos concede la meritoria eficacia de una vida piadosa; nos confiere el galardón que ganó a costa de obediente sumisión e incesante servicio. Él hace que el ropaje inmaculado de su vida sea nuestro precioso vestido; que las brillantes virtudes de su carácter sean nuestros adornos y nuestras joyas y que la sobrehumana mansedumbre de su muerte sea nuestro orgullo y nuestra gloria. Jesús nos lega su pesebre, por el que aprendemos cómo Dios descendió hasta donde estaba el hombre; y su cruz, para que aprendamos cómo el hombre puede ascender hasta donde está Dios. Todos sus pensamientos, emociones, acciones, expresiones, milagros e intercesiones son para nosotros. Él anduvo por la senda de aflicción a causa de nosotros, y nos transfirió, como un legado celestial, todo el resultado de los trabajos de su vida. Jesús es ahora tan nuestro como lo fue en tiempos pasados, y no se avergüenza de ser conocido como “nuestro Señor Jesucristo”, aunque es el Bendito, el único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores. Cristo es en todas partes y en todos los modos nuestro Cristo, para que siempre disfrutemos de sus ricas bendiciones.

sábado, 17 de junio de 2023

JUNIO 17 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Ayuda, oh Jehová”. Salmo 12:1

LA oración misma es notable; pues es corta, pero oportuna, sentenciosa y sugestiva. David se lamentaba de la escasez de hombres fieles, y, en consecuencia, elevaba sus súplicas al Señor. Al fracasar la criatura, David va al Creador. Evidentemente sintió su propia debilidad, de lo contrario no hubiese pedido ayuda. Pero, al mismo tiempo, intenta honestamente esforzarse por la causa de la verdad, pues la palabra “ayuda” es inaplicable cuando no hacemos nada por nosotros mismos. En esta oración de dos palabras hay mucha rectitud, claridad de percepción y precisión de expresión; mucha más, por cierto, que la que hay en las oraciones largas y vagas de algunos que profesan ser cristianos. El salmista va derecho a Dios con una plegaria bien meditada. El sabe lo que está buscando y donde buscarlo. ¡Señor, enséñanos a orar en la misma bendita manera! Las ocasiones para el uso de esta oración son frecuentes. En las aflicciones que envía la Providencia, ¡cuán apropiada es al creyente afligido, que halló faltos a todos sus ayudadores! Los estudiantes pueden hallar ayuda para sus dificultades doctrinales, elevando al gran Maestro, el Espíritu Santo, el grito de: “ayuda, Señor”. Los soldados espirituales pueden enviar al trono y pedir refuerzos para sus luchas interiores; y esta oración les servirá de modelo para su súplica. Los que se ocupan en las labores celestiales pueden obtener gracia para el tiempo de necesidad. Los pecadores que, en dudas y sobresaltos, están buscando a Dios, pueden ofrecer esta misma plegaria. En efecto, en todos los casos, tiempos y lugares, esta oración será suficiente para las almas necesitadas. “Ayuda, Señor”, nos vendrá bien tanto en la vida como en la muerte, en el sufrimiento como en la actividad, en el gozo como en la tristeza. La respuesta a la oración es cierta, si la ofrecemos sinceramente en el nombre de Jesús. El Señor nos asegura que él no dejará a su pueblo. Como Padre y Esposo nos garantiza su ayuda.

JUNIO 16 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Y yo les doy vida eterna, y no perecerán para siempre”. Juan 10:28

EL cristiano nunca debiera pensar o hablar livianamente de la incredulidad. A Dios le desagrada mucho que un hijo suyo desconfíe de su amor, de su verdad y de su fidelidad. ¿Cómo nos atrevemos a contristarlo, dudando de su gracia que nos sustenta? Cristiano, el que seas olvidado o el que se te deje perecer es contrario a la promesa de la preciosa Palabra de Dios. Si así fuera, ¿cómo podría ser verdadero el que dijo: “¿Olvidaráse la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque se olviden ellas, yo no me olvidaré de ti.”? ¿Qué valor tendría esta promesa; “Los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se quitará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti.”? ¿Dónde estaría la verdad de las palabras de Cristo: “Y yo les doy vida eterna, y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, mayor que todos es; y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”? ¿Dónde estarían las doctrinas de la gracia? Serían todas impugnadas si un solo hijo de Dios pereciera. ¿Dónde estarían la veracidad de Dios, su honor, su poder, su pacto, su juramento, si alguno de aquellos por quienes Cristo murió, y que puso en él su confianza, fuese, no obstante, desechado? Aparta de ti estos temores creados por la incredulidad, que tanto deshonran a Dios. Levántate, sacúdete el polvo, y ponte tus vestidos preciosos. Recuerda que es pecado dudar de su Palabra, en la cual te ha prometido que no perecerás jamás. Haz que la vida eterna que hay en ti se manifieste en alegre confianza.
Al alma que en Cristo buscare reposo
Ha dicho que nunca la abandonará;
Por más que el infierno procure vencerla,
Jamás, no, jamás conseguirlo podrá.

jueves, 15 de junio de 2023

JUNIO 15 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo”. Génesis 21:6

ESTABA muy sobre las posibilidades de la naturaleza, y aun contra sus leyes que la anciana Sara fuese bendecida con un hijo. Y aunque eso hubiese sido posible, está más allá de todos los poderes comunes que yo, pobre, desvalido y perdido pecador, halle gracia para llevar en mi alma al Espíritu del Señor Jesús. 
Yo, que en un tiempo estaba desesperado, porque mi naturaleza era seca, mustia, estéril y maldita como un triste desierto, aun yo he recibido fuerzas para llevar frutos en santidad. Bien puede mi boca llenarse de alegre risa, por la singular y sorprendente gracia que he recibido del Señor, pues he hallado a Jesús, la simiente prometida, y ahora es mío para siempre. En este día elevaré salmos de triunfo al Señor que se ha acordado de mi bajeza, pues “mi corazón se regocija en Jehová, mi cuerpo es ensalzado en Jehová; mi boca se ensanchó sobre mis enemigos, por cuanto me alegré en tu salud”.
Quisiera que todos los que se enteren de que he sido librado del infierno y que he sido visitado de lo alto se rían de gozo conmigo. Quisiera sorprender a mi familia con mi abundante paz; quisiera deleitar a mis amigos con mi creciente felicidad; quisiera ser motivo de edificación a la Iglesia con mis confesiones de agradecimiento, y aun impresionar al mundo con la alegría de mi conversación diaria. Bunyan nos dice que la Gracia se reía en su sueño, y no hay porque maravillarse, pues estaba soñando con Jesús. Mi gozo no será inferior al suyo mientras mi Amado sea el tema de mis pensamientos diarios. El Señor Jesús es un profundo mar de gozo; mi alma se sumergirá en El, quedará absorta en los deleites de su comunión. Sara miró a su Isaac y se rió con exceso de alegría, y todos sus amigos se rieron con ella. Y tú, alma mía, mira a tu Jesús, y pide al cielo y a la tierra que se unan a tu gozo inefable.

miércoles, 14 de junio de 2023

JUNIO 14 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Pon asimismo tu delicia en Jehová”. Salmo 37:4

LAS enseñanzas de estas palabras tienen que parecer muy sorprendentes a los que son extraños a la verdadera piedad, pero para el creyente sincero es sólo la inculcación de una verdad reconocida. La vida del creyente se describe aquí como una delicia en Dios, y en esto tenemos una gran prueba de que la verdadera religión rebosa de felicidad y gozo. Las personas impías y las que meramente profesan ser cristianas, nunca miran a la religión como algo placentero; para ellos es sólo culto, deber o necesidad, pero nunca placer o delicia. Si ellos en algún grado siguen la religión, es o para ganar algo de ella o porque no se atreven a obrar de otro modo. El pensamiento de la delicia en la religión es tan extraño a la mayor parte de los hombres que no hay en su vocabulario dos palabras más alejadas una de la otra que “santidad” y “delicia”. Pero los creyentes que conocen a Cristo saben que delicia y fe están tan felizmente unidas que las puertas del infierno no pueden prevalecer para separarlas. Los que aman a Dios de todo corazón, hallan que “sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz”. Estos gozos, esta abundante delicia, esta desbordante felicidad hacen que los santos descubran que lejos de estar sirviendo a su Señor por costumbre, están más bien dispuestos a seguirlo aunque todo el mundo lo rechace. Nosotros no tememos a Dios por obligación; nuestra fe no es una cadena; nuestra profesión no es una esclavitud; no somos arrastrados a la santidad ni empujados al deber. Nuestra piedad es un placer; nuestra esperanza es nuestra felicidad, y nuestro deber es nuestra delicia. La delicia y la verdadera religión son tan aliadas como la raíz y la flor, tan indivisibles como la verdad y la certidumbre. En efecto, ellas son dos piedras preciosas colocadas una al lado de la otra en un engaste de oro.

martes, 13 de junio de 2023

JUNIO 13 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"El que quiere, tome del agua de la vida de balde". Apocalipsis 22:17

JESÚS dice: "Tome de balde". El no quiere pago alguno o preparación previa. El no busca la recomendación de nuestras virtuosas emociones. Si no tienes buenos sentimientos, si únicamente puedes desear, estás invitado. ¡Ven, entonces! Tú no tienes fe ni arrepentimiento; ven a El, y El te los dará. Ven tal cual estás y toma de balde, sin dinero y sin precio. Jesús se da a sí mismo a los necesitados. Los picos de agua que las autoridades hicieron colocar en las plazas para los que sientan sed, son de mucho valor. Apenas podríamos imaginar que hubiese uno tan necio que al sentir sed se palpase los bolsillos y dijese frente a uno de esos picos: "No puedo beber, pues no tengo dinero". Por más pobre que sea, allí tiene a su disposición el pico para beber libremente. Los sedientos transeúntes, al pasar por el pico de agua, no tienen que presentar autorización alguna para beber, ya vistan delicados o rústicos vestidos. El hecho de estar allí es suficiente para que puedan beber. Quizás las únicas personas que necesitan cruzar la plaza sin beber son las personas de la aristocracia, que viajan en sus automóviles. Tienen sed, pero no quieren mostrarse vulgares bebiendo de esos picos. Piensan que se rebajarían si bebieran del pico de donde beben todos; de modo que se van con los labios abrasados. ¡Cuántos hay que son ricos en sus propias buenas obras y por lo mismo no pueden venir a Cristo! "Yo no seré salvo -dicen ellos- en el mismo modo en que lo es la ramera o el blasfemo. ¡Qué, ir al cielo en la misma forma en que va un limpiachimenea! ¿No hay otro camino que lleve a la gloria sino el que llevó allí al ladrón? Yo no seré salvo en esa manera". Estos jactanciosos tienen que quedarse sin el agua viva, pero el que quiere, tome del agua de la vida de balde.

lunes, 12 de junio de 2023

JUNIO 12 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto". Daniel 5:27

ES bueno que nos pesemos frecuentemente en la balanza de la Palabra de Dios. Gozarías de un santo ejercicio espiritual si leyeras algún salmo de David, y, mientras meditas sobre alguno de sus versículos, dijeras: "¿Puedo decir esto? ¿Siento lo que sintió David? ¿Fue quebrantado alguna vez mi corazón a causa del pecado como lo fue el suyo cuando escribió los salmos penitenciales? ¿Ha estado mi alma llena de confianza en la hora de las dificultades, como estuvo la suya, cuando cantó de las misericordias de Dios en la cueva de Adullam o en los refugios de Engedi? ¿Tomo yo la copa de salud e invoco el nombre del Señor?" Una vez hecho esto, lee la vida de Cristo, y, mientras lees, considera cuán lejos estás de ser conforme a su semejanza. Esfuérzate en ver si tienes la mansedumbre, la humildad y el espíritu de amor que El constantemente inculcó y demostró. Echa mano, después, de las epístolas, y mira si puedes seguir al apóstol en lo que fue su experiencia. ¿Has clamado alguna vez como lo hizo él: "Miserable hombre de mí, quién me librará del cuerpo de esta muerte"? ¿Has sentido alguna vez su humildad? ¿Te has considerado el primero de los pecadores, y menos que el más pequeño de todos los santos? ¿Has experimentado algo de su devoción? ¿Podrías tú unirte a él y decir: "Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia"? Si leemos así la Palabra de Dios, para probar nuestra condición espiritual, tendremos motivos para detenernos frecuentemente y decir: Señor, me doy cuenta de que nunca experimenté esto; haz que lo experimente. Dame una fe real; dame más ferviente celo; inflámame con un amor más ardiente; concédeme la gracia de la mansedumbre; hazme más semejante a Jesús; que no sea más hallado falto, al ser pesado en la balanza del santuario, para que no sea hallado falto en las balanzas del juicio.

domingo, 11 de junio de 2023

JUNIO 11 – LECTURAS MATUTINAS

“Nosotros lo amamos a Él, porque Él nos amó primero”. 1 Juan 4:19

NO hay otra luz en este planeta fuera de la que procede del sol; y no hay verdadero amor a Jesús en el corazón humano, que no proceda del Señor Jesús mismo. De esta fuente del infinito amor de Dios debe brotar todo nuestro amor a Dios. Esta ha de ser una grande y cierta verdad: que nosotros lo amamos a Él porque Él primero nos amó a nosotros. El amor que nosotros le profesamos a Él es un vástago del amor que Él nos tiene a nosotros. Cualquiera puede sentir admiración por las obras de Dios, pero ninguno puede profesarle ardiente amor, si no se lo comunica su Espíritu divino. ¡Qué maravilla que seres como nosotros, hayan sido alguna vez conducidos a amar a Jesús! ¡Qué admirable, que cuando nosotros nos hemos rebelado contra Él, Él, en una manifestación de asombroso amor, procuró atraernos! ¡No, nosotros nunca hubiésemos tenido amor a Dios si Dios no lo hubiese puesto en nosotros, amándonos con infinito amor! Nuestro amor, pues, tiene por padre al amor que Dios derramó en nuestros corazones. Pero, después de haber nacido por intervención divina, tiene el amor que ser sustentado con la presencia divina. El amor es una planta exótica; no florecerá naturalmente en el corazón humano, sino que debe ser regada desde arriba. El amor a Jesús es una flor delicada, y si no recibe otro sustento que el que le puede dar nuestro corazón de piedra, pronto se secará. Como el amor viene del cielo, tiene que alimentarse con el pan del cielo. No puede existir en el desierto, salvo que sea nutrido por el maná que viene de arriba. El amor vive de amor. El alma y la vida de nuestro amor a Dios es su amor a nosotros.
¡Oh qué amor!, ¡qué inmenso amor!
No hay otro amor así;
Dios desde el cielo al salvador
Mandó a morir por mí.

sábado, 10 de junio de 2023

JUNIO 10 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Para el Señor vivimos”. Romanos 14:8

SI Dios lo hubiera querido, cada uno de nosotros habría entrado en el cielo en el momento de su conversión. No era absolutamente necesario que permaneciésemos en este mundo, con el fin de prepararnos para la inmortalidad. Aunque haga sólo unos instantes que un hombre ha confiado en Jesús, puede ser llevado al cielo y estar en condiciones de participar de la herencia de los santos en luz. Es cierto que nuestra santificación es un largo y continuo proceso, y que nosotros no seremos perfectos hasta que dejemos nuestros cuerpos y entremos dentro del velo; pero, sin embargo, si el Señor lo quiere, puede transformar nuestra imperfección en perfección y llevarnos al cielo ahora mismo. ¿Por qué, entonces, estamos aquí?¿Quiere Dios mantener a sus hijos fuera del paraíso un solo instante más de lo necesario? ¿Por qué el ejército del Dios vivo está aun en el campo de batalla, cuando de un golpe podría obtener la victoria? ¿Por qué los hijos de Dios están vagando de aquí para allá en un laberinto, cuando una sola palabra de sus labios podría llevarlos al cielo? La respuesta es esta: Permanecen aquí para que vivan para el Señor y lleven a otros al conocimiento de su amor. Nosotros estamos en este mundo como sembradores para esparcir la buena simiente; como labradores para arar el suelo; como heraldos para proclamar la salvación. Somos en este suelo como “la sal de la tierra”, para que seamos una bendición al mundo. Estamos aquí para glorificar a Cristo en nuestra vida cotidiana, para ser obreros suyos y para trabajar juntamente con Él. Procuremos que nuestra vida responda a su finalidad. Vivamos vidas diligentes, útiles y santas “para alabanza de la gloria de su nombre”. Mientras tanto, ansiemos estar con Él y cantemos diariamente:

Alguna vez yo, como el sol,
Mi ocaso y fin tendré también;
Mas me dirá mi buen Señor:
“Mi siervo fiel, conmigo ven”.

viernes, 9 de junio de 2023

JUNIO 9 – LECTURAS MATUTINAS

“Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres”. Salmo 126:3


ALGUNOS cristianos son, por desgracia, propensos a mirar el lado oscuro de las cosas, y descansan más en lo que ellos han hecho que en lo que Dios hizo por ellos. Pregúntales cuál es su impresión acerca de la vida cristiana, y te describirán sus continuas luchas, sus intensas aflicciones, sus penosas adversidades y la perversidad de sus corazones, y apenas habrá alguna mención de la ayuda que Dios les concedió. Pero un cristiano cuya alma goza de salud, se adelantará y dirá con alegría: “Yo hablaré no de mí mismo, sino hablaré para glorificar a mi Dios. Él me hizo sacar de un lado de miseria, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios.Grandes cosas ha hecho el Señor conmigo, estaré alegre”. Una experiencia como esta es lo mejor que cualquier hijo de Dios puede presentar. Es cierto que tenemos pruebas, pero también es cierto que somos libres de ellas; es cierto que tenemos nuestras corrupciones, y con dolor lo reconocemos, pero no es menos cierto que tenemos un poderoso Salvador que subyuga estas corrupciones y nos libra de su dominio. Al mirar atrás, haríamos mal si negásemos que hemos estado en el Pantano del Desaliento y que nos hemos arrastrado por el Valle de la Humillación, pero haríamos igualmente mal si olvidásemos que mientras cruzábamos esos lugares, hemos estado seguros y hemos sacado provecho. Gracias a nuestro Poderoso Ayudador y Guía no hemos permanecido allí, pues Él nos llevó a un lugar de riquezas. Cuanto más intensas son nuestras pruebas tanto más sentidas son nuestras gracias a Dios, quien nos acompañó siempre y nos preservó hasta ahora. Nuestras aflicciones no pueden perjudicar la melodía de nuestra alabanza, pues ellas tocan el bajo en el canto de nuestra vida. “Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; estaremos alegres”.

jueves, 8 de junio de 2023

JUNIO 8 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

SOLDADO que luchas bajo la bandera del Señor Jesús, observa este versículo con santo gozo, pues como fue en la antigüedad así es en nuestros días: si la guerra es de Dios la victoria es segura. Los hijos de Rubén y de Gath, y la media tribu de Manasés, no pudieron alistar ni siquiera cuarenta y cinco mil soldados, y sin embargo en la batalla con los Agarenos les tomaron cien mil personas, porque clamaron a Dios en la guerra, y fuéles favorables porque esperaron en Él. El Señor no libra ni con muchos ni con pocos hombres. Si somos sólo un puñado de soldados, debemos salir en el nombre de Jehová, pues el Señor de los Ejércitos es nuestro Capitán. Estos traían escudo, espada y arco, pero no pusieron su confianza en esas armas. Tenemos que usar todos los medios apropiados, pero nuestra confianza debe descansar únicamente en el Señor, pues Él es la espada y el escudo de su pueblo. La verdadera razón de su extraordinario éxito residía en el hecho de que “la guerra era de Dios”. Amado, cuando combatas el pecado interno o externo, o el error de doctrina o de conducta, la impiedad en lo alto o en lo bajo, los demonios y sus aliados, estás haciendo la guerra del Señor, y, salvo que Él sea vencido, no necesitas temer la derrota. No te acobardes ante un número superior de enemigos, no retrocedas ante las dificultades e imposibilidades, no titubees ante las heridas o la muerte, hiere con la espada de dos filos del Espíritu de Dios, y los muertos yacerán a montones. La batalla es del Señor y Él entregará a sus enemigos en nuestras manos. Con paso resuelto, mano fuerte, corazón intrépido y ardiente celo, lancémonos al combate y las huestes del mal volarán como el tamo ante el ventarrón.
¡Estaos firmes,
Soldados de la cruz!
Alzad hoy la bandera
En nombre, en nombre de Jesús.

JUNIO 7 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON


TÚ tienes buenas razones para aborrecer el mal, porque ¡mira cuánto mal te ha hecho ya! ¡Qué mundo de perjuicio el pecado introdujo en tu corazón! El pecado te cegó para que no puedas ver la belleza del Salvador; te ensordeció para que no oigas las tiernas invitaciones del Redentor. El pecado desvió tus pies hacia el camino de la muerte y derramó veneno en la misma fuente de tu ser; manchó tu corazón y lo hizo “engañoso más que todas las cosas y perverso”. ¡Qué criatura eras tú antes que se interpusiese la gracia divina, cuando el mal había hecho en ti todo el mal que pudo! Eras un hijo de ira como los demás; corrías con la multitud para hacer mal. Así éramos todos nosotros; pero Pablo nos recuerda que “ya somos lavados, ya somos santificados, ya somos justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios”. En realidad, tenemos mucha razón de aborrecer el mal cuando, echando una mirada retrospectiva, descubrimos sus obras mortales. Tanto daño nos hizo el mal, que nuestras almas se hubiesen perdido, si no hubiera mediado para redimirnos el omnipotente amor de Dios. Aun ahora el mal es un enemigo activo que siempre está acechando para dañarnos y para llevarnos a la perdición. De modo que, cristiano, si no deseas aflicciones, aborrece el mal. Si no quieres sembrar tu camino de espinas y plantar ortigas en tu almohada, aborrece el mal; pero si quieres vivir una vida feliz y morir en paz, entonces camina por los senderos de la santidad, aborreciendo el mal hasta el fin. Si en verdad amas a tu Salvador y quieres honrarlo, aborrece el mal. No conocemos nada mejor para que el cristiano se cure del amor al mundo que la continua comunión con el Señor Jesús. Permanece mucho con Jesús, y te será imposible tener amistad con el mundo.

martes, 6 de junio de 2023

JUNIO 6 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

ES esta, para ti, una consoladora palabra, perdido pecador. ¿Piensas que no debes venir a Dios porque eres vil? No hay un santo en la tierra que no sienta que es un vil. Si Job, Isaías y Pablo se sintieron obligados a decir: yo soy un vil, ¿te avergonzarás tú, pobre pecador, de hacer la misma confesión? Si la divina gracia no desarraiga todo el pecado que hay en el creyente, ¿cómo esperas tú quitar los tuyos por tus propias fuerzas? Y si Dios ama a su pueblo aun cuando todavía es vil, ¿piensas que tu vileza impedirá que Dios te ame? ¡Cree en Jesús, oh desechado por la sociedad del mundo! Jesús te llama tal cual eres. "No he venido a llamar justos, sino pecadores a arrepentimiento". Di ahora mismo: "Tú has muerto por los pecadores; yo soy un pecador; Señor Jesús rocíame con tu sangre". Si confiesas tu pecado, hallarás perdón. Si ahora, con todo tu corazón, dices: "Yo soy un vil, lávame"; serás lavado ahora. Si el Espíritu Santo te pone en condiciones de clamar, desde lo íntimo de tu corazón

Tal como soy, sin una sola excusa,
Porque tu sangre diste en mi provecho,
Porque me mandas que a tu seno vuele,
¡Oh Cordero de Dios!, acudo, vengo,

te levantarás al terminar de leer la porción de esta mañana, con todos tus pecados perdonados. Y aunque esta mañana te hayas despertado teniendo en tu cabeza todos los pecados que el hombre haya podido alguna vez cometer, descansarás esta noche acepto en el Amado; y aunque alguna vez te hayas degradado con los harapos del pecado, serás ahora adornado con el vestido de justicia, y aparecerás blanco como los ángeles. Ten presente esto: "He aquí ahora el tiempo aceptable". Si tu crees en el que justifica al impío eres salvo. ¡Que el Espíritu Santo te dé la fe que salva para que la pongas en el que recibe al más vil pecador!

domingo, 4 de junio de 2023

JUNIO 5 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

NOÉ fue cerrado en el arca y apartado de todo el mundo por la mano del amor divino. La puerta de la divina voluntad se interpone entre nosotros y el mundo que yace en la maldad. No somos del mundo como nuestro Señor tampoco fue del mundo. No podemos entrar en el pecado, la alegría y las ocupaciones de la multitud; no podemos jugar en las calles de la Feria de la Vanidad con los hijos de las tinieblas, pues nuestro Padre celestial nos ha cerrado. Noé fue cerrado con su Dios. "Entra tú en el arca", fue la invitación del Señor, por la que demuestra que se propone permanecer en el arca con Noé y su familia. Así todos los escogidos permanecieron en el Señor y el Señor en ellos. ¡Gente feliz la que está puesta dentro del mismo círculo que encierra a Dios en la trinidad de sus personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo! Nunca nos mostramos desatentos para con aquel bondadoso llamamiento: "Ven, pueblo mío, éntrate en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la ira". Noé fue cerrado para que no lo alcancese ningún mal. El diluvio no hizo sino levantarlo hacia el cielo y el viento lo llevó por el camino. Fuera del arca todo era destrucción, pero dentro de ella había descanso y paz. Sin Cristo perecemos, pero con Cristo hay perfecta seguridad. Noé fue cerrado para que ni siquiera tuviese el deseo de salir; y aquellos que estan en Cristo estan en El para siempre. No saldrán más, pues la eterna fidelidad los ha cerrado y la malicia infernal no los puede arrebatar. El Príncipe de la casa de David cierra y ninguno abre; y cuando en los últimos días el padre de familia se levante y cierre la puerta, será en vano que los que meramente profesan ser cristianos golpeen y digan: "Señor, Señor, ábrenos"; porque la misma puerta que cierra dentro a las vírgenes prudentes, cierra afuera a las insensatas. Señor, ciérrame en tu casa por tu misericordia.

JUNIO 4 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

¡CUÁN agradable es ver al Salvador platicando con su amado pueblo! No hay nada más placentero que ser conducido por el Espíritu Divino a este fértil campo de placer. Consideremos por un instante la historia del amor del Redentor, y mil encantadores actos de afecto vendrán a nuestra mente, que tuvieron la finalidad de unir el corazón a Cristo y de entrelazar nuestros pensamientos y emociones con la mente de Jesús. Cuando meditamos en este admirable amor y contemplamos al glorioso Redentor dotando a la Iglesia con toda su antigua riqueza, nuestras almas bien pueden desmayar de gozo. ¿Quién puede soportar tal peso de amor? Si el conocimiento parcial de ese amor es más grande de lo que nuestras almas pueden abarcar, ¡cuán conmovedor será su comprensión completa! Cuando el alma tenga capacidad para discernir todos los dones del Salvador, sabiduría para apreciarlos, y tiempo para meditar en ellos, entonces hablaremos con Jesús en una forma más íntima de lo que lo hacemos ahora. ¿Pero quién puede imaginar la dulzura de tal comunión? Esto tiene que ser algo que no ha entrado en el corazón del hombre, pero que Dios preparó para los que lo aman. ¡Oh si pudiésemos forzar la puerta del granero de nuestro José y ver la abundancia que Él nos ha almacenado! Esto nos sumergirá en amor. Por fe vemos, por espejo, en oscuridad, la imagen de sus tesoros ilimitados, pero cuando veamos realmente las cosas celestiales con nuestros propios ojos, ¡cuán profundo será el río de comunión en el que nuestra alma se sumergirá! Hasta entonces, reservaremos nuestros mejores sonetos, para dedicarlos a nuestro amoroso bienhechor, el Señor Jesucristo,

sábado, 3 de junio de 2023

JUNIO 3 – LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Estos fueron alfareros y se hallaban en medio de plantíos y cercados, los cuales moraron allá con el rey en su obra”. 1 Crónicas 4:23

LA alfarería no es el más elevado de los oficios, pero, sin embargo, el rey necesitaba alfareros, y, por lo tanto, ellos estaban a su servicio, aunque el material con que trabajaban era simplemente barro. Nosotros también, quizás, estemos ocupados en la más insignificante parte de la obra del Señor, pero, con todo, es un gran privilegio hacer algo para el Rey; de modo que perseveraremos en nuestra vocación, esperando que “bien que fuimos echados entre los tiestos, seremos como las alas de la paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro”. El texto nos habla de los que se hallaban en medio de plantíos y cercados, que tenían que hacer rudos y pesados trabajos, poniendo cercos o abriendo zanjas. Ellos quizás habrán deseado vivir en la ciudad, en medio de la vida de la sociedad y de la cultura de la misma, pero sin embargo guardaron los lugares que se les había asignado, pues también ellos estaban haciendo la obra del rey. El lugar de nuestra habitación ha sido fijado, y nosotros no debemos cambiarnos por antojo o por capricho, sino tenemos que servir al Señor en él, siendo una bendición a aquellos entre quienes vivimos. Estos alfareros y jardineros tenían compañía real, pues moraban con el rey, y aunque estaban entre plantíos y cercados, estaba allí también el rey. Ningún lugar lícito, ninguna grata ocupación, aunque sea humilde, puede privarnos de la comunión con nuestro divino Señor. Cuando visitemos chozas, conventillos, hospicios o cárceles podemos ir con el rey. En todas las obras de fe contemos con el compañerismo de Jesús. Es cuando estamos en su obra que podemos contar con su sonrisa. Vosotros, desconocidos obreros, que estáis ocupados en la obra del Señor en medio del barro y de la miseria, en lo más bajo de lo bajo, alegraos; pues en la basura se hallaron joyas y en vasijas de barro se hallaron tesoros.

viernes, 2 de junio de 2023

JUNIO 2 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne”. Gálatas 5:17

EN el corazón del creyente hay una constante lucha entre el viejo y el nuevo hombre. El viejo hombre es activo y no pierde oportunidad de usar todas las armas de su mortífero arsenal contra el recién nacido en la gracia. Por otra parte, el nuevo hombre está siempre en guardia para resistir y destruir a su enemigo. La gracia que está en nosotros emplea la oración, la fe, la esperanza y el amor para expulsar al diablo; se viste de toda la armadura de Dios y lucha valerosamente. Estos dos hombres, opuestos el uno al otro, nunca cesarán de luchar mientras estemos en el mundo. La batalla de Cristiano con Apollión duró tres horas, pero la batalla del cristiano consigo mismo, dura toda la vida. El enemigo está tan bien atrincherado en nosotros, que mientras estemos en este cuerpo no puede ser desalojado; pero aunque estamos estrechamente sitiados, y, a menudo, en violentos conflictos, tenemos un ayudador todopoderoso, a Jesús, el autor de nuestra salvación, que está siempre con nosotros, y que nos asegura que, a su tiempo, saldremos más que vencedores por medio de Él. Con tal apoyo, el hombre nuevo es más que un simple contrincante para sus enemigos. ¿Estás hoy luchando con el adversario? ¿Satán, el mundo y la carne, están en contra de ti? No te desalientes ni desmayes. Sigue luchando, pues Dios mismo está contigo. Jehová Nissi es tu bandera; Jehová Rafah es el que sana tus heridas. No temas, has de vencer; pues ¿quién puede derrotar a la Omnipotencia? Sigue luchando, mirando a Jesús; y aunque larga y dura sea la lucha, será dulce la victoria y glorioso el premio prometido.

Cristo nos guía, es nuestro jefe,
Y con nosotros siempre estará,
Nada temamos, Él nos alienta
Y a la victoria llevarnos podrá.

jueves, 1 de junio de 2023

JUNIO 1 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

“El verano y el invierno tú los formaste”. Salmo 74:17

ALMA mía, empieza con tu Dios este mes invernal. La fría nieve y el penetrante viento te recuerdan que el que guarda su pacto con el día y con la noche, procura también asegurarte que guardará aquel glorioso pacto que concertó contigo en la persona de Cristo Jesús. El que es fiel a su Palabra en lo que respecta a la vuelta de las estaciones en este pobre mundo, manchado de pecado, no se mostrará infiel en su trato con su bien amado Hijo. El invierno en el alma no es agradable de ninguna manera; y si tú lo estás sufriendo precisamente en estos días, te será muy penoso; pero te consolará el saber que el Señor forma el invierno. Él envía las cortantes ráfagas de la adversidad para marchitar los pimpollos de la esperanza. Esparce escarcha sobre lo que una vez fue verde pradera de nuestro gozo, arroja su hielo en las fuentes de nuestro placer. El que hace todo esto es el gran Rey Invierno, quien impera en las regiones de la helada y, por lo tanto, no puedes murmurar. Pérdidas, cruces, abatimientos, enfermedades, pobreza y mil otros males son enviados por el Señor y vienen a nosotros con un sabio propósito. La helada mata los insectos nocivos y pone una barrera a las terribles enfermedades; rotura la tierra y purifica el suelo. ¡Que estos buenos resultados sigan siempre a nuestros inviernos de aflicción!
¡Cuánto apreciamos el fuego en estos días! ¡Cuán agradable es su calor! Apreciamos a nuestro Señor en la misma manera, pues él es en todo tiempo de aflicción, la inagotable fuente de calor y bienestar. Acerquémonos a él, y hallemos gozo y paz creyendo en él. Vistámonos con los abrigados vestidos de sus promesas, y salgamos a ocuparnos en las labores propias de la estación. Sería un mal ser como “el perezoso que no ara a causa del invierno, pero pedirá en la siega y no hallará”.