Versículo para hoy:

sábado, 22 de junio de 2019

Vivamos y Muramos Para el Señor - Juan Manuel Vaz



¿Cómo enseñar a nuestros hijos el valor del trabajo? - José Mercado



22 de junio – ASÍ SOMOS

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero precisamente por eso Dios fue misericordioso conmigo, a fin de que en mí, el peor de los pecadores, pudiera Cristo Jesús mostrar su infinita bondad. Así vengo a ser ejemplo para los que, creyendo en él, recibirán la vida eterna. 1 Timoteo 1:15-16.

Sí, amados, cuando les rogamos que se reconcilien con Dios, no nos damos ningún aire, como si fuéramos superiores a ustedes por naturaleza o hubiéramos sido superiores en nuestra pasada manera de vivir antes de la conversión. No, más bien somos huesos de sus huesos y carne de su carne. ¿Ustedes son pecadores? También lo fuimos. ¿Están rebeldes para con Dios? Nosotros también lo fuimos. ¿Están endurecidos sus corazones? Así lo estaban los nuestros. No los miramos desde una elevada plataforma de dignidad fingida, porque reconocemos nuestra propia naturaleza en la de ustedes; por lo tanto, venimos a ustedes como compañeros en el pecado y a pesar de que es algo triste haber pecado alguna vez, nos alegra pensar que podemos hablarles de un mal que nos ha asediado, el poder que hemos sentido dolorosamente y que hemos sufrido con arrepentimiento, como aún deben hacer ustedes. Esperamos que nuestra condición anterior como pecadores e incrédulos nos haga hablarles con más ternura y nos permita llegar mejor todavía a sus corazones. Dios pudiera haberles enviado ángeles y quizá ustedes, al principio, se sintieran impresionados por su gloria, pero sus sermones habrían sido fríos y poco compasivos en comparación con los nuestros porque ellos no pueden conocer tu miseria y degradación como la conocemos nosotros.

A través de la Biblia en un año: 1 Tesalonicenses 1-2

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.