Versículo para hoy:

viernes, 11 de octubre de 2019

El valle de la realidad - Nancy DeMoss de Wolgemuth



11 de octubre – INCLUSO UNOS POCOS

Así que Jonatán le dijo a su escudero: «Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos. Espero que el Señor nos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos». 1 Samuel 14:6.

En general, cuando Dios tiene el propósito de bendecir una iglesia, comienza de esta forma: dos o tres personas en ella están preocupadas por la situación actual y hasta se angustian por ello. Quizá no se comunican entre ellos ni conocen de su dolor común, pero comienzan a orar con un deseo ferviente y una insistencia incansable. Los motiva la pasión por ver un avivamiento en la iglesia. Piensan en esto cuando se van a dormir, sueñan con eso, meditan en esto cuando van caminando por la calle. Esa sola cosa los consume. Se preocupan y angustian por las almas que se están perdiendo, sufren dolores de parto por las almas. Cuando sale el sol, las cimas de las montañas son las primeras en recibir su luz, y aquellos que viven siempre cerca de Dios serán los primeros en sentir la influencia de la frescura que vendrá. Si el Señor me diera una docena de hombres de oración perseverantes, apasionados por las almas, por su gracia sacudiríamos Londres de punta a cabo. El trabajo continuaría sin la mayoría de ustedes, cristianos, quizá algunos solo estorban la marcha del ejército. Pero denme doce hombres que sean como el león y como el cordero, que sientan un ferviente amor por Cristo y por las almas, y nada será imposible para su fe.

A través de la Biblia en un año: 2 Pedro 1-3

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

El feminismo y su impacto en la iglesia, con Sugel Michelén, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



10 de octubre – LA PREPARACIÓN

«Mi hijo Salomón, pensaba David, es muy joven e inexperto, y el templo que hay que construir para el Señor debe ser el más grande y famoso de toda la tierra; por eso le dejaré todo listo». Así que antes de morir David dejó todo listo. 1 Crónicas 22:5.

En los inicios de la historia cristiana, hubo una preparación previa de la iglesia antes de que se expandiera. Observa los obedientes discípulos sentados en el Aposento Alto, esperando ansiosos. Cada corazón presente había sufrido la muerte del Señor, y cada uno de ellos esperaba recibir el poder del Espíritu prometido. Allí, con un corazón y una mente, esperaban y velaban en oración, hasta que vino el Consolador, y con él fueron añadidas tres mil almas.

Un hombre que no muestra sensibilidad ni compasión por otras almas puede ser usado en alguna ocasión para ganar un alma. La buena palabra que predica no dejará de ser buena porque el proclamador no tenga el derecho de declarar los estatutos de Dios. Pero como regla general, los que traen las almas a Cristo son aquellos que primero han sentido una agonía y un deseo ferviente de que las almas se salven. En esto reflejamos el carácter de nuestro Maestro. Él es el gran Salvador de los hombres, pero antes de que pudiera salvar a otros, aprendió en su carne a solidarizarse con ellos. Lloró sobre Jerusalén, sudó gotas de sangre en Getsemaní, fue y es un Gran Sacerdote que sufrió nuestros dolores. Como Capitán de nuestra salvación, al traer muchos hijos a la gloria, los sufrimientos lo perfeccionaron. Ni siquiera Jesús fue a predicar sin antes haber pasado noches enteras orando e intercediendo y derramando lágrimas por la salvación de sus oyentes.

A través de la Biblia en un año: Eclesiastés 9-12

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.