Versículo para hoy:

martes, 24 de abril de 2018

Antes de construir el camino - Nancy DeMoss de Wolgemuth



ABRIL 24

“Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Malaquías 3:10.

Muchos leen esta promesa y apoyan en ella sus oraciones, sin fijarse en la condición bajo la cual la bendición es prometida. No podemos esperar que el cielo sea abierto o que se vacíe la bendición si no pagamos nuestros derechos al Señor nuestro Dios y a su causa. No habría falta de fondos para propósitos santos si todos los cristianos de profesión pagasen su debida parte.

Muchos son pobres porque roban a Dios. Muchas iglesias, también, pierden las visitaciones del Espíritu porque dejan morir de hambre a los siervos del Señor. Si no hay alimento temporal para los siervos de Dios, no podemos maravillarnos de que su ministerio contenga poco alimento para nuestras almas. Cuando las misiones decaen por falta de fondos, y la obra del Señor es impedida por una tesorería vacía, ¿cómo podemos esperar que haya abundante prosperidad de alma?

¡Vamos, vamos! ¿Qué he dado yo últimamente? ¿He sido mezquino con mi Dios? ¿He escatimado algo a mi Salvador? Esto no puede ser. Que dé yo mi diezmo a mi Señor Jesús, ayudando a los pobres y a su obra, y entonces experimentaré su poder para bendecirme en gran escala.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.