Versículo para hoy:

viernes, 15 de enero de 2016

INFORMACIÓN: CURSO 222 PARA HOMBRES - CURSO GRATUITO EN LÍNEA

FECHA LÍMITE INSCRIPCIONES: 15 ENERO 2016 inclusive (11:00 pm de Madrid, España)

El Curso 222 es un curso online de formación de líderes desarrollado en el contexto de la iglesia local, que se centra principalmente en temas de eclesiología. El objetivo del curso es capacitar a futuros líderes (en un sentido amplio) para el servicio en la congregación local. El nombre “Curso 222” se basa en 2 Timoteo 2:2: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. Este versículo resume la visión del curso.

El Curso 222 es una iniciativa de la Iglesia Evangélica de la Gracia de Barcelona y la Iglesia Bautista Reformada de Palma de Mallorca. El curso es organizado por los líderes de estas dos iglesias.

Registrarse y seguir el Curso 222 no tiene ningún coste. No obstante, los estudiantes deben costearse los libros del programa.

¡Lléname con tu amor! | Día 3 - Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – ENERO 15

“Mas yo oraba”. Salmo 109:4.

LAS lenguas mentirosas estaban ocupadas en manchar la reputación de David, pero él no se defendió, sino remitió la causa a la suprema corte y suplicó delante del gran Rey. La oración es el medio más seguro para responder a las palabras de odio. El salmista no oró fríamente, sino fervientemente; puso en ello toda su alma y todo su corazón, como lo hizo Jacob cuando luchó con el ángel. Así y sólo así tendremos buen éxito ante el trono de la gracia. Así como una sombra no tiene ninguna virtud, porque no hay en ella substancia alguna, así también la súplica en la que no está presente el corazón agonizando ardientemente y mostrando vehemente deseo, es enteramente ineficaz, pues le falta aquello que le da poder. “La oración ferviente –dice un antiguo teólogo- es igual a un cañón emplazado frente a las puertas del cielo, a las que hace abrir enseguida”. La falta común en muchos de nosotros es la propensión a distraernos. Nuestros pensamientos vagan de aquí para allá y avanzamos poco hacia nuestro deseado fin. ¡Cuán malo es esto! Pues nos perjudica y, lo que es peor, insulta a nuestro Dios. ¿Qué pensaríamos de un peticionario que, mientras está en audiencia con un príncipe, jugase con una pluma o se pusiese a cazar moscas?
La constancia y la perseverancia están implícitas en la expresión de nuestro texto. David no clamó sólo una vez para caer después en el silencio; sino continuó hasta que llegó la bendición. La oración no debe ser una ocupación ocasional, sino una labor diaria; un hábito y una vocación. Como los artistas se consagran a sus modelos, y los poetas a sus estudios clásicos, así nosotros debemos dedicarnos a la oración. Debemos sumergirnos en la oración y así orar sin cesar. Señor, enséñanos a orar de tal manera que podamos prevalecer más y más en nuestras súplicas.

Charles Haddon Spurgeon.