Versículo para hoy:

martes, 30 de julio de 2019

¿Por qué es la vida humana valiosa? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



30 de julio – PELIGRO

Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado. 1 Corintios 9:26-27.

Siento que es mi responsabilidad ir, domingo tras domingo, y todos los días de la semana a decirte cosas muy preciosas acerca de Cristo, y a veces yo mismo las disfruto. Incluso si nadie más es bendecido por ellas, yo lo soy, y voy a casa y alabo al Señor por eso. Pero mi diario temor es que enseñe los textos y predique cosas buenas a otros y, sin embargo, mi propio corazón no se beneficie. Mi oración es que el Señor Jesús me muestre donde él alimenta a su pueblo y me deje alimentarme con él, de modo que yo pueda conducirte a los pastos donde él está y estar yo mismo allí, al mismo tiempo que te traigo a ti. A ustedes, maestros de la Escuela Dominical, evangelistas y otros, queridos, amados colegas, por quienes agradezco a Dios siempre, creo que el punto principal por el cual tienen que velar es no perder su propia espiritualidad mientras tratan de hacer a otros espirituales. Acudan al Bienamado y pídanle que les deje alimentar su rebaño donde él alimenta a su pueblo, y que les permita sentarse a sus pies así como María, incluso cuando están trabajando en la casa, como Marta. No hagas menos, más bien haz más, pero pide hacerlo en tal comunión con él que tu trabajo se mezcle con el suyo, y que lo que hagas no sea más que él trabajando por medio de ti, y tu regocijo sea derramar sobre otros lo que él ha derramado sobre tu propia alma.

A través de la Biblia en un año: Job5-8

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

¿Rendirías tus derechos? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



29 de julio – DESTINO Y ELECCIÓN

En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. Efesios 1:4-6.

Está claro que la voluntad divina se cumplirá y, a la vez, los hombres tienen libre albedrío. «No entiendo eso», dice alguien. Mi querido amigo, yo debo decir lo mismo: tampoco lo entiendo. He conocido a muchos que pensaban que lo entendían todo, pero creo que tenían una opinión de sí mismos más elevada de lo que la verdad aconsejaba. Algunos de mis hermanos niegan el libre albedrío y así terminan con el asunto; otros afirman que no hay predestinación y resuelven el problema. Ya que yo no deseo terminar con el problema y no deseo obviar alguna parte de la verdad creo que ambos, la predestinación y el libre albedrío, son hechos. Cómo pueden ellos concordar, no lo sé ni me interesa, estoy satisfecho con saber lo que Dios ha escogido revelarme y, de la misma forma, contento con lo que no me revela. Ahí va: el hombre tiene libre albedrío en lo que hace, es responsable de sus acciones, y culpable cuando hace lo malo; también será castigado con justicia y si se pierde, la culpa será solo de él. Pero hay Uno que rige sobre todo y que, sin hacerse cómplice del pecado, hace posible que incluso las acciones de los hombres malvados sirvan a sus propósitos justos y santos. Cree estas dos verdades y verás cómo concuerdan en la vida diaria, aunque no seas capaz de diseñar una teoría en un papel para mostrar cómo armonizan.

A través de la Biblia en un año: Job 1-4

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.