Versículo para hoy:

viernes, 5 de agosto de 2016

POSMODERNIDAD III - Pr. Salvador Dellutri

POSMODERNIDAD II - Pr. Salvador Dellutri

POSMODERNIDAD I - Pr. Salvador Dellutri

Un invitado misterioso en tu iglesia - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Nancy DeMoss de Wolgemuth dice que la Iglesia necesita tus oraciones.

Tomado de Nancy Leigh DeMoss. Programa radial emitido Agosto 5, 2016. www.AvivaNuestrosCorazones.com.

LECTURAS VESPERTINAS – AGOSTO 5

“¿Vendrán vuestros hermanos a la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?” Números 32:6.

LOS parientes tienen sus obligaciones. Los rubenitas y los gaditas no se hubieran mostrado muy fraternales si, después de reclamar para sí la tierra que había sido conquistada, hubiesen dejado a los demás luchar solos por sus posesiones. Nosotros hemos recibido mucho por medio de los esfuerzos y sufrimientos de los santos de la antigüedad, y si no retribuimos en algo todo eso a la Iglesia de Cristo, dándole nuestras mejores energías, somos indignos de estar enrolados en sus filas. Otros están combatiendo valientemente los errores del siglo o sacando a los que se pierden de en medio de las ruinas de la caída, y si nosotros nos cruzamos de brazos en ociosidad, tendremos necesidad de ser exhortados para que la maldición de Meroz no caiga sobre nosotros. El Señor de la viña dice: “¿Por qué estáis aquí todo el día ociosos?” ¿Cuál es la excusa del haragán? El servir a Jesús personalmente se hace tanto más el deber de todos cuanto que es realizado alegre y ampliamente por algunos. Las fatigas de consagrados misioneros y de fervientes pastores nos avergonzarán si nos sentamos en la indolencia. El evitar las pruebas es la tentación de los que están tranquilos en Sión. De buena gana evitarían la cruz y, sin embargo, usarían la corona. A los tales es muy aplicable la pregunta para la meditación de esta noche. Si lo más precioso es probado en el fuego, ¿hemos de eludir nosotros el crisol? Si el diamante tiene que ser torturado en el suplicio de la rueda, ¿vamos nosotros a ser perfectos sin sufrir? ¿Quién ha ordenado al viento que deje de soplar porque nuestro barco está sobre el abismo? ¿Por qué debemos nosotros ser tratados mejor que nuestro Señor? El primogénito sufrió el castigo, ¿y por qué no lo han de sufrir los hermanos menores? La elección de una suave almohada y de una blanda cama para un soldado de la cruz es una ostentación cobarde. Es mucho más sabio el que, habiéndose sometido a la voluntad de Dios, crece por la energía de la gracia para satisfacerse con ella, y así aprende a recoger lirios al pie de la cruz y, como Sansón, a hallar miel en el león.

Charles Haddon Spurgeon.