Versículo para hoy:

sábado, 31 de marzo de 2018

MARZO 31

“No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere: porque Jehová será tu confianza, y Él preservará tu pie de ser preso”. Proverbios 3:25-26.

Cuando Dios sale en juicio, no quiere que su pueblo tenga temor. No ha salido para dañar, sino para defender a los justos.

Él quisiera que mostrasen valor. Los que gozamos de la presencia de Dios, debíamos manifestar presencia de ánimo. Como el mismo Señor puede venir de repente, no debíamos de estar sorprendidos por ninguna cosa repentina. La serenidad bajo el ímpetu y el estruendo de males inesperados, es un precioso don del amor divino.

El Señor quisiera que sus escogidos mostrasen discernimiento, para ver que la ruina de los impíos no es una verdadera calamidad para el universo. Solamente el pecado es malo; el castigo que lo sigue es como la sal preservativa que guarda la sociedad de la corrupción. Debiéramos de estar mucho más indignados contra el pecado que merece el infierno, que contra el infierno, que es el resultado del pecado.

Asimismo el pueblo del Señor debiera mostrar grande quietud de espíritu. El diablo y su simiente serpentina, están llenos de todo engaño; pero los que andan con Dios no serán tomados en sus lazos engañosos. Sigue adelante, creyente en Jesús, y deja a Jehová ser tu confianza.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 30 de marzo de 2018

La resurrección de Cristo - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 30

“Por nada estéis afanosos; sino sean notorias vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con hacimiento de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros entendimientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7.

Ningún afán, sino mucha oración. Ninguna ansiedad sino mucha comunión gozosa con Dios. Lleva tus peticiones al Señor de tu vida, el guardián de tu alma. Allégate a Él con dos partes de oración y una parte de alabanza fragante. No ores dudosamente, sino agradecidamente. Considera que ya están contestadas tus peticiones, y alaba por lo tanto a Dios por su gracia. Él te está dando favores; dale tú las gracias. No escondas nada. No guardes en tu pecho ninguna necesidad, causándote irritación; “sean notorias vuestras peticiones”. No corras a los hombres. Ve solamente a tu Dios, el Padre de Jesús, que te quiere en Él.

Esto te traerá la misma paz de Dios. No podrás comprender la paz de la cual gozarás. Te estrechará en sus brazos infinitos. El corazón y el entendimiento estarán sumergidos por Cristo Jesús en un mar de reposo. Venga vida o muerte, pobreza, dolor o calumnia, tú morarás en Jesús por encima de todo viento que agita, o nube que oscurece. ¿No quieres obedecer este mandato agradable?

Sí Señor, yo creo en Ti; pero te ruego que ayudes mi incredulidad.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 29 de marzo de 2018

Los milagros del calvario - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 29

“Yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal”. Hechos 18:10.

En tanto que el Señor tuviera para Pablo algún trabajo que hacer en Corinto, la furia de la gente baja era reprimida. Los judíos se oponían y blasfemaban; pero ni podían hacer cesar la predicación del evangelio, ni la conversión de los oyentes. Dios tiene poder sobre las mentes más violentas. Él hace que la ira del hombre le acarree alabanza cuando se desenfrena, pero demuestra su bondad aún más cuando la reprime; y la puede reprimir. “A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra, hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová”.

Así que no tengas ningún temor del hombre cuando sabes que estás haciendo tu deber. Sigue adelante, como Jesús hubiera hecho, y los que se oponen serán como la caña cascada y el pábilo que humea. Muchas veces los hombres han tenido razón en temer, porque ellos mismos eran miedosos; pero una fe intrépida en Dios, barre el miedo a un lado, como un gigante las telas de araña que están en su camino. Nadie nos puede dañar sin que el Señor lo permita. El que hace huir al diablo con una palabra, ciertamente puede reprimir los agentes del diablo. Tal vez ahora mismo tienen más miedo de ti que lo que tú tienes de ellos. Así que, sigue adelante, y donde pensabas encontrar enemigos, hallarás amigos.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 28 de marzo de 2018

¡No hay nada trivial en la oración! - Tim Challies en español

La palabra de seguridad - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 28

“Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola”. Deuteronomio 28:13.

Si obedecemos al Señor, Él obligará a nuestros adversarios a ver que su bendición descansa sobre nosotros. Aunque esta es una promesa de la ley, con todo es válida para el pueblo de Dios; porque Jesús ha quitado la maldición, pero ha establecido la bendición.

Corresponde a los santos mostrar el camino a los hombres por una influencia santa: no son la cola, para ser arrastrados aquí y allí por otros. No tenemos que someternos al espíritu del siglo, sino obligar al siglo a rendir homenaje a Cristo. Si el Señor está con nosotros, no desearemos mera tolerancia para la religión, sino que procuraremos asentarla sobre el trono de la sociedad.

¿No ha hecho el Señor Jesús a su pueblo sacerdotes? Ciertamente están llamados a enseñar y no a aprender filosofías de incrédulos. ¿No somos hechos en Cristo reyes para reinar sobre la tierra? ¿Cómo, pues, podemos ser siervos de la costumbre y esclavos de la opinión humana?

Querido amigo, ¿has tomado tu propia posición al lado de Jesús? Demasiados se callan, porque son tímidos, si no cobardes. ¿Podemos permitir que el nombre del Señor Jesús sea echado atrás?

¿Ha de arrastrarse nuestra religión como una cola? ¿No debiera antes mostrar el camino y ser la fuerza predominante en nosotros mismos y en otros?

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 27 de marzo de 2018

Renovando Tu Mente | Resplandeciente de gloria




Amiga, todavía hay lugar. No te pierdas estas jornadas!!


La palabra de triunfo - Nancy DeMoss de Wolgemuth




MARZO 27

“Allegaos a Dios, y Él se allegará a vosotros”. Santiago 4:8.

Cuanto más cerca nos allegamos a Dios, más benignamente se revela a nosotros. Cuando el pródigo vuelve a su padre, su padre corre a encontrarle. Cuando la paloma errante vuelve al arca, Noé extiende su mano y la hace entrar en ella. Cuando la esposa cariñosa busca la compañía de su esposo, él viene a ella sobre las alas del amor. Ven, pues, querido amigo, alleguémonos a Dios que tan benignamente nos aguarda, y más aún, viene a encontrarnos.

¿Te has fijado alguna vez en ese pasaje en Isaías 58:9? Allí parece que el Señor se pone a la disposición de su pueblo, diciéndole: “Heme aquí”. Como si dijera: “¿Qué me tienes que decir? ¿Qué puedo hacer por ti? Estoy esperando para bendecirte”. ¿Cómo podemos tardar en allegarnos? Dios está cerca para perdonar, bendecir, consolar, ayudar, vivificar y librar. Que sea nuestro negocio principal el allegarnos a Dios. Esto hecho, todo está hecho. Si nos allegamos a otros, tal vez antes de mucho se cansarán de nosotros y nos dejarán; pero si sólo buscamos al Señor, ningún cambio pasará por su mente; continuará allegándose más y más a nosotros por la más amplia y más gozosa comunión.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 26 de marzo de 2018

La palabra de agonía - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 26

“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor”. Salmo 41:3.

Acuérdate que esta es una promesa para el hombre que piensa en el pobre. ¿Eres tú uno de estos? Entonces toma para ti este versículo, pero no de otra manera.

¡Mira cómo en la hora de la enfermedad el Dios de los pobres bendecirá al hombre que cuida de los pobres! Los brazos eternos sostendrán su alma, como manos bondadosas y almohadas suaves sostienen el cuerpo del enfermo. ¡Qué compasiva y tierna es esta figura! ¡Cuán cerca de nuestras flaquezas y enfermedades trae a nuestro Dios! ¿Quién oyó jamás tal cosa del antiguo Júpiter o de los dioses de India o China? Este es el lenguaje propio del Dios de Israel; Él es quien se digna hacerse enfermero y acompañante de los hombres buenos. Si hiere con una mano, sostiene con la otra. ¡Oh, es un desmayo bendito el que nos hace caer sobre el mismo seno del Señor, para ser allí sostenidos! La gracia es el mejor reconstituyente; el amor divino es el estimulante más seguro para un enfermo decaído; hace el alma fuerte como un gigante, aun cuando se vean los huesos a través de la piel. No hay médico como el Señor, ni tónico como su promesa, ni vino como su amor.

Si el lector ha faltado en su deber para con los pobres, que vea lo que está perdiendo, y que ahora se haga amigo y ayudador de ellos.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 25 de marzo de 2018

Renovando Tu Mente | La caída de un héroe




Renovando Tu Mente | El Lugar Santo




Renovando Tu Mente | La Distinción de Dios




MARZO 25

“Cuando te acostares no tendrás temor; antes te acostarás, y tu sueño será suave”. Proverbios 3:24.

Es probable que el lector esté enfermo en cama por algún tiempo. Acuéstese sin ansiedad, con esta promesa en su corazón: “Cuando te acostares, no tendrás temor”.

Cuando vamos a la cama por la noche, que esta palabra mulla nuestra almohada. No podemos guardarnos cuando estamos durmiendo, pero el Señor nos guardará durante la noche. Los que se acuestan bajo la protección del Señor están tan seguros como reyes y reinas en sus palacios y mucho más. Si al acostarnos, dejamos nuestros cuidados y ambiciones, alcanzaremos un reposo en nuestros lechos, cual nunca lo hallan los ansiosos y avaros. Los sueños malos se alejarán, o si vienen, podremos borrar la impresión de ellos, sabiendo que son solamente sueños.

Si así dormimos haremos bien. ¡Cuán dulcemente durmió Pedro en la cárcel, cuando aún la luz del ángel no le despertó, y necesitó un empujón fuerte en un lado para despertarse! ¡Y estaba sentenciado a morir al día siguiente! Así han dormido los mártires antes de ser quemados. “A su amado dará Dios el sueño”.

Para dormir dulcemente hay que tener una vida dulce, genio dulce, meditaciones dulces y amor dulce.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

MARZO 24

“Mas fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal”. 2 Tesalonicenses 3:3.

Muchas veces los hombres carecen tanto de juicio como de fe. Aún tenemos con nosotros “hombres importunos y malos”. En vano es discutir o procurar hacer la paz con ellos; son falsos de corazón y engañosos en sus palabras. Entonces ¿qué haremos? ¿Nos incomodaremos con ellos? No; volvámonos al Señor, porque Él es fiel. Ninguna promesa de su Palabra se quebrantará jamás. Él, ni es irrazonable en sus demandas de nosotros, ni desleal a nuestras demandas de Él. Tenemos un Dios fiel. Sea esto nuestro gozo.

Él nos confirmará, de modo que los hombres malos no puedan causar nuestra ruina, y nos guardará de modo que ninguno de los males que ahora nos acometen pueda realmente hacernos daño. ¡Qué bendición es para nosotros que no tenemos que contender con los hombres, sino que se nos permite escondernos en el Señor Jesús, que siente la verdadera simpatía por nosotros! Hay un corazón verdadero, un entendimiento fiel, un amor invariable; descansemos allí. El Señor cumplirá los propósitos de su gracia para con nosotros sus siervos, y no es necesario que ni una sombra de temor caiga sobre nuestros espíritus. Nada que puedan hacer hombres o demonios impedirá la divina protección y provisión. Pidamos al Señor en este día que nos confirme y nos guarde.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 23 de marzo de 2018

Lo que necesitamos aprender de las mujeres cristianas de antaño - Laura González de Chávez

La palabra abandono - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 23

“Y guiaré los ciegos por camino que no sabían”. Isaías 42:16.

¡Piensa en Jehová infinitamente glorioso haciéndose Guía de los ciegos! ¡Qué ilimitada condescendencia implica esto!

Un ciego no puede hallar un camino que no sabe. Aun conociendo el camino, le es difícil atravesarlo; pero un camino que no conoce, no hay que pensarlo siquiera para sus pies sin guía. Ahora nosotros somos por naturaleza ciegos en cuanto al camino de la salvación, pero el Señor nos guía a él, y nos trae a sí mismo, y entonces abre nuestros ojos. En cuanto a lo futuro, todos somos ciegos, y no podemos ver una hora delante de nosotros; pero el Señor Jesús nos guiará aun hasta el fin del viaje. ¡Alabado sea su nombre!

No podemos imaginar por cual camino nos vendrá la liberación, pero el Señor lo sabe, y nos guiará hasta que hayamos escapado de todo peligro. Felices son los que ponen su mano en la del gran Guía, y se dejan a sí mismos y su camino enteramente a su cuidado. Él los guiará todo el camino; y cuando los haya traído al hogar de la gloria y les haya abierto los ojos para ver el camino por el cual los ha guiado, ¡qué cántico de gratitud cantarán a su gran Bienhechor! ¡Señor, guía a tu pobre hijo ciego en este día, porque no conozco mi camino!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 22 de marzo de 2018

Elisabeth Elliot: La mujer que RINDIÓ toda su vida a la voluntad de Dios




El aborto: La decepción más grande del siglo - Catherine Scheraldi


La palabra de devoción - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 22

“Y da gracia a los humildes”. Santiago 4:6.

Los corazones humildes buscan la gracia y por tanto la alcanzan. Los corazones humildes se someten a las influencias dulces de la gracia, y así les es dada más y más liberalmente. Los corazones humildes habitan en los valles donde los arroyos de la gracia corren; por lo tanto beben de ellos. Los corazones humildes agradecen la gracia, y dan al Señor la gloria de ella, y por esto es compatible con la honra de Dios darles gracia.

Ven, querido lector, toma un lugar humilde. Sé pequeño en tu propia estima, para que el Señor pueda hacer mucho de ti. Tal vez suspiras: “Temo que no soy humilde”. Este puede ser el lenguaje de la verdadera humildad. Algunos están orgullosos de su humildad, lo que es una de las peores clases de orgullo. Somos necesitados, inútiles, indignos, criaturas que merecen el infierno, y si no somos humildes, debiéramos serlo.

Humillémonos a causa de nuestros pecados contra la humildad, y entonces el Señor nos hará gozar de su favor. Es la gracia la que nos hace humildes y la que halla en esta humildad una oportunidad para derramar más gracia. Humillémonos para que podamos subir. Seamos pobres en espíritu para que Dios nos enriquezca. Seamos humildes, para que no necesitemos ser humillados, sino que podamos ser ensalzados por la gracia de Dios.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 21 de marzo de 2018

La palabra de garantía - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 21

“Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará”. Proverbios 3:23.

Es decir, que si seguimos los caminos de la sabiduría y la santidad seremos protegidos en ellos. El que viaja a la luz del día por el camino real está bajo la protección del rey.

Hay un camino para cada hombre, a saber: su propia vocación en la vida y si allí andamos piadosamente en el temor de Dios, Él nos defenderá del mal. Tal vez no viajaremos lujosamente, pero andaremos confiados. Tal vez no correremos como jóvenes, pero podremos andar como hombres buenos.

Nuestro mayor peligro consiste en nosotros mismos: nuestro débil pie está muy tristemente propenso a tropezar. Pidamos más fuerza moral para que nuestra tendencia a resbalar sea vencida. Algunos tropiezan porque no ven la piedra en el camino; la gracia divina nos hace ver el pecado, y así evitarlo. Invoquemos esta promesa y confiemos en Aquel que sostiene a sus escogidos.

¡Ay! Nuestro mayor peligro es nuestra propia negligencia; pero en contra de ella el Señor Jesús nos ha avisado diciendo: “Velad y orad”.

¡Oh que tuviésemos gracia para andar en este día sin tropezar una sola vez! No es suficiente que no caigamos del todo; nuestro clamor debiera ser que no demos ni aun un pequeño tropiezo con nuestros pies, sino que al fin podamos adorar “a Aquel que es poderoso para guardarnos sin caída”.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 20 de marzo de 2018

3 consejos para responder a las críticas - Tim Challies en español

La palabra de perdón - Nancy DeMoss de Wolgemuth



MARZO 20

“Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?” Mateo 6:30.

La ropa es cara, y los creyentes pobres tal vez se pregunten con ansiedad de dónde ha de venir su próximo traje. Las suelas están gastadas; ¿de dónde sacaremos zapatos nuevos? Mirad cómo nuestro Señor ha provisto con solicitud para esta ansiedad. Nuestro Padre celestial viste la hierba del campo con un esplendor tal como aun Salomón no pudo igualar; ¿no vestirá a sus propios hijos? Estamos ciertos que sí. Tal vez habrá muchos remiendos y zurcidos, pero ropa tendremos.

Un siervo del Señor que era pobre, halló que su ropa estaba tan raída y pasada que casi se caía a pedazos; pero como él era un siervo del Señor, esperaba que su Maestro le proveería de su librea. Sucedió que el que estas líneas escribe, visitando a un amigo, fue invitado a predicar en el púlpito de aquel hombre bueno, y le vino el pensamiento de hacer una colecta para él, y así tuvo su librea. En muchos otros casos hemos visto que los que sirven al Señor encuentran que Él se cuida de que tengan ropa. El que hizo que el hombre cuando pecó necesitara ropa, también le proveyó de ella en su misericordia; y la que el Señor dio a nuestros primeros padres fue mucho mejor que la que ellos hicieron para sí mismos.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.