Versículo para hoy:

miércoles, 31 de mayo de 2017

¿Estás preocupada por la comida? - Nancy DeMoss de Wolgemuth, Elyse Fitzpatrick

Mayo 31. Dios primero

"Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos… pues él sabía lo que hay en el hombre", Juan 2:24-25
Pon tu confianza primero en Dios. Nuestro Señor no confió en ningún ser humano. Sin embargo, nunca fue suspicaz ni amargado con nadie y jamás perdió la esperanza en ninguna persona. Esto se debió a que Él puso su confianza primero en Dios y confiaba en lo que la gracia divina podía hacer por cualquier hombre o mujer. Si yo confío primero en los seres humanos, terminaré perdiendo la esperanza en todas las personas. Me volveré amargado porque me empeño en que la gente sea lo que nadie podrá ser jamás: absolutamente recto. Nunca confíes en nada, sino en la gracia de Dios en ti o en cualquier otra persona.
Pon primero las "necesidades" de Dios. "He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad", Hebreos 10:9. Un hombre le rinde obediencia a lo que percibe como una necesidad; y la obediencia de nuestro Señor fue para la voluntad de su Padre. El desafío actual es: "Debemos trabajar; los impíos se están muriendo sin Dios, y debemos ir y hablarles de Él". Pero primero debemos asegurarnos de que las "necesidades" de Dios y su voluntad se estén satisfaciendo personalmente en nosotros. Jesús dijo: "quedaos... hasta que sean investidos de poder desde lo alto", Lucas 24:49. El propósito de nuestro entrenamiento cristiano es que nos relacionemos correctamente con las "necesidades" de Dios y su voluntad. Cuando sus "necesidades" para nosotros se satisfacen, Él abre el camino para que cumplamos su voluntad, es decir, para que suplamos sus "necesidades" en otro lugar.
Pon al Hijo de Dios primero. "Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mi me recibe", Mateo 18:5. La confianza de Dios es que Él se da a sí mismo como un bebé. Él espera que mi vida personal sea un "Belén". ¿Estoy permitiendo que mi vida natural sea transformada gradualmente por la vida del Hijo de Dios en mí? La meta primordial de Dios es que su Hijo se manifieste en mi carne mortal.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

martes, 30 de mayo de 2017

El Pensar en Dios - Maurice Roberts


El pensamiento en Dios debe ser la panacea del cristiano. Este pensar debe curar todos sus males de golpe. ¡Y qué infinidad hay en el pensamiento en Dios! Nada puede aproximarse en belleza a la idea del Dios vivo y verdadero. Que hay un ser quien es infinito en poder, conocimiento y bondad y que este ser cuida de mí con un amor perfecto como si yo fuera el único hombre que existiera, que él me amó antes de que naciera y me creó para disfrutarle eternamente y que envió a su Hijo a sufrir la agonía de la cruz para asegurar mi eterna felicidad-esto debe ser con seguridad un pensamiento para poner fin a toda tristeza. Y esto debería ser así y a menudo lo es.

Sin embargo, hay una diferencia entre las cosas tal cómo son y la manera cómo las percibimos. Nuestras percepciones de Dios sufren más que nuestras percepciones sobre las cosas naturales porque somos depravados y no hacemos nuestra tarea diaria de enriquecer nuestra idea de Dios en la fuente de la Escritura. Nuestra necedad es esta, que nos permitimos a nosotros mismos mirar los problemas de la vida como si ellos estuvieran en alguna manera aislados de Dios. Tan pronto como vemos nuestros problemas a luz del ser y perfección de Dios, somos liberados de la alarma y el terror. Por lo tanto, permanece como un principio de aplicación universal, que podemos manejar nuestras aflicciones solo si ´no miramos las cosas que se ven, sino las cosas que no se ven´ [2 Corintios 4:18]. Es este hábito mental el cual la Escritura llama ´fe´ y el cual se alaba en Moisés cuando nos informa que ´se sostuvo como viendo al invisible´ [Hebreos 11:27].

De hecho, este capítulo once de Hebreos, tiene un buen aporte para enseñarnos acerca del tema en cuestión. Porque, ¿qué fue lo que inspiró a los patriarcas, héroes y santos en este capítulo a hacer su grandes hazañas, aparte de la imagen mental la cual continuamente sostenían de Dios como el Dios quien ´es galardonador de los que le buscan´[Hebreos 11:6]? Esto pudiera ser verdaderamente dicho de ellos, que laboraron y sufrieron, cada uno, por la única razón, que Dios estaba siempre presente en los ojos de su mente. Esta es la única explicación que puede ser dada a todos sus esfuerzos e incomodidades, que tenían a Dios constantemente en el centro de su pensamiento. Y aquellos quienes piensan en Dios cómo el verdaderamente debe ser conocido, tienen un buen intercambio al perder casa, país, familia, fortuna, salud y comodidad-sí-y la vida misma-para ganar al final la posesión Dios en sí mismo.

El arte del buen pensamiento es llevar el pensamiento a su conclusión lógica. Es dicho de Sir Isaac Newton que no atribuyó nada más a sus teorías profundas que el tomar las líneas de su pensamiento más lejos que los otros hombres lo hicieron y por lo tanto, percibió las ´leyes´ escondidas que formuló. Esta es una lección, la cual los cristianos deberían aprender de él. El mero pensamiento en Dios debería poner fin a toda ansiedad. Entonces, ¿por qué en mi caso no lo hace? Porque fallo en llevar el pensamiento a su propia conclusión.

Si Dios es Dios, entonces no existen problemas sin solución. Y si Dios es mi Dios, entonces ningún problema mío está sin una solución apropiada. Hay en Dios exactamente lo justo que necesito para resolver cada rompecabezas de la vida. Tal persona es Dios, quien comprende por sí mismo todo lo que pudiéramos necesitar siempre para neutralizar todos los males, rechazar todas las tentaciones, poner fin a todas las tristezas y compensar todas las pérdidas. Además, hay en Dios tal provisión de suficiencia y sabiduría que es capaz de transformar cada mal en bien tan pronto como él nos toca. Por decirlo así, Dios tiene el ´toque de Midas´ por el cual todos los problemas del cristiano se transforman en oro en sus manos. Nos es dicho que ´todas las cosas ayudan a bien´ [Romanos 8:28] para nosotros es más que algo amigable. Es tener el elixir de la vida.

El pánico es la falla pecaminosa para aplicar nuestro conocimiento de Dios a problemas particulares. El apóstol Pedro mira las olas y empieza a hundirse. Los discípulos en el bote están alarmados en la tormenta. Semejantes a ellos, también caemos quizás en fuertes periodos de desánimo por el estado de la sociedad, el estado de la iglesia, el estado del campo misionero donde servimos, o aún por el estado imperfecto de nuestras propias almas. El pánico es posible únicamente cuando Dios está oscurecido de nuestros pensamientos por las circunstancias visibles.


Extracto tomado de: Maurice Roberts. The Thought of God. Banner of Truth. Capítulo 1, pp. 5-7.
Traducido por: Ed Osuna.

La mujer contracultura: Una vista fresca a Proverbios 31 - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Mayo 30. ¡Sí, pero...!

"Te seguiré, Señor, pero...", Lucas 9:61
Supongamos que Dios te pide hacer algo que es una enorme prueba para tu sentido común, pues se le opone por completo. ¿Qué vas a hacer? ¿Vacilar? Si adquieres el hábito de hacer algo en un nivel físico, lo repetirás todas las veces hasta que te resuelvas a romperlo. Y lo mismo ocurre espiritualmente. Una y otra vez llegarás a la altura de lo que Jesucristo quiere, pero siempre vas a retroceder cuando llegue el momento de la verdad, hasta que tomes la determinación de rendirte a Dios en total sumisión. Sin embargo, somos propensos a decir: "Sí, pero, suponiendo que obedezco al Señor en este asunto, ¿qué pasaría con...?" O, "sí, obedeceré a Dios si lo que me dice me parece lógico, pero no me pidas que dé un paso en la oscuridad".
Jesucristo les exige a quienes confían en Él el mismo espíritu audaz y atrevido que manifiesta el hombre natural. Si una persona va a hacer algo que valga la pena, en ocasiones debe arriesgarlo todo dando un salto en la oscuridad. En el reino espiritual Jesucristo exige que arriesgues todo lo que apoyas por ser lógico y que saltes por la fe hacia lo que Él te dice. Tan pronto obedeces, encuentras que sus palabras resultan tan sólidas como el sentido común.
Juzgadas de acuerdo con la lógica, las afirmaciones de Jesucristo parecerían una locura. Pero llévalas al tribunal de la fe y empezarás a descubrir con asombro que son las palabras mismas de Dios. Confía plenamente en Él y cuando te presente una nueva oportunidad de aventura, empréndela. Al enfrentar una crisis nos comportamos como los paganos; sólo uno entre mil es lo bastante osado como para poner su fe en el carácter de Dios.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 29 de mayo de 2017

Dios no necesita que seas fuerte- Jon Bloom

Mayo 29. Una relación imperturbable

"En aquel día pediréis en mi nombre… El Padre mismo os ama", Juan 16:26-27
En aquel día pediréis en mi nombre, es decir, en mi naturaleza. No, "emplearéis mi nombre como una palabra mágica", sino, "seréis tan íntimos conmigo, que tú y yo seremos uno". Aquel día no es un día en el futuro, sino que implica el aquí y el ahora. "El Padre mismo os ama". El amor del Padre demuestra que nuestra unión con Jesús es completa y absoluta. El Señor no quiso decir que nuestra vida estaría libre de dificultades e incertidumbres externas; sino que, así como Él conoció el corazón y la mente del Padre, por el bautismo del Espíritu Santo Él puede elevarnos a los lugares celestiales donde nos revela las enseñanzas de Dios.
"Todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre", Juan 16:23. Aquel día es un día de paz y de una relación imperturbable entre Dios y el creyente. Así como Jesús fue puro y sin mancha en la presencia de su Padre, por la poderosa eficiencia del bautismo del Espíritu Santo, nosotros también podemos ser elevados hasta esa relación: "Para que sean uno, así como también nosotros somos uno", Juan 17:22. "Os lo dará", Juan 16:23. Jesús dijo que Dios reconocerá y contestará nuestras oraciones por causa de su nombre. ¡Qué desafío e invitación! Por el poder de resurrección y ascensión de Jesús y por el Espíritu Santo que nos ha sido dado, podemos ser levantados hasta esa relación. Una vez que Jesucristo nos coloca en esa maravillosa posición, podemos orar a Dios en su nombre, es decir, en su naturaleza. Este es un regalo que nos ha sido dado por el Espíritu Santo. Jesús dijo: "Todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará". El carácter soberano de Jesucristo se pone a prueba por sus propias declaraciones.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 28 de mayo de 2017

EL LIBRO DE DIOS, LIBRO POR LIBRO - Ps. Salvador Gomez


Web de Iglesia Bíblica del Señor Jesucristo, clic aquí.
Audios en SermonAudio, clic aquí.

La aflicción que no pediste - Leanna Shepard

Mayo 28. Revelación incuestionable

"En aquel día no me preguntaréis nada", Juan 16:23
¿Cuándo es aquel día? Cuando el Señor ascendido te hace uno con el Padre. En aquel día serás uno con el Padre, así como Jesús. Él dijo: "En aquel día no me preguntaréis nada...". Antes de que la vida resucitada de Cristo se manifieste completamente en ti, tienes muchas preguntas por hacer. Entonces, después de un tiempo descubres que todos tus interrogantes han desaparecido y que al parecer ya no te quedan más.
Debido a que has llegado al punto de un completo descanso en la vida resucitada de Jesús, entras a una perfecta unidad con el propósito de Dios. ¿Estás disfrutando esa vida ahora? Si no, ¿por qué?
Aunque en aquel día todavía puede haber un sinnúmero de asuntos oscuros para tu entendimiento, no se interpondrán entre tu corazón y Dios. En aquel día no me preguntaréis nada; no necesitarás hacerlo porque estarás seguro de que Dios traerá luz sobre esos temas de acuerdo con su voluntad. La fe y la paz de Juan 14:1 se convierten en la verdadera actitud de tu corazón y no hay más preguntas, Si algo es un misterio para ti y se está interponiendo entre tú y Dios, nunca busques la explicación en tu mente. Búscala en tu verdadera disposición interior ya que es allí donde se encuentra el problema. Cuando tu actitud sea de disposición a someterte a la vida de Jesús, tu comprensión será perfectamente clara. Y llegarás al lugar donde no existe ninguna distancia entre el Padre y tú, su hijo, porque el Señor los ha hecho uno. En aquel día no me preguntaréis nada.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

sábado, 27 de mayo de 2017

Mayo 27. La vida, ahora

"Quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén hasta que seáis investidos de poder desde lo alto", Lucas 24:49

Los discípulos tuvieron que esperar en Jerusalén hasta el día de Pentecostés, no sólo por causa de su preparación personal sino porque debían esperar hasta que el Señor fuera glorificado históricamente. ¿Y qué sucedió tan pronto como fue exaltado? "Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís", Hechos 2:33. Las palabras de Juan 7:39, aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado, no se aplican a nosotros. El Espíritu Santo ha sido dado; el Señor ha sido glorificado, la espera no depende de la providencia de Dios, sino de nuestro buen estado espiritual.
La influencia y el poder del Espíritu Santo estaban obrando desde antes de Pentecostés, pero Él aún no estaba aquí. Inmediatamente el Señor fue glorificado en la ascensión, el Espíritu Santo vino a este mundo y desde entonces ha permanecido aquí. Debemos recibir la verdad revelada de que Él está aquí. La actitud de recibir y darle la bienvenida al Espíritu debe ser continua en el creyente. Cuando lo recibimos a Él, recibimos la vida vivificadora de nuestro Señor ascendido.
No es el bautismo del Espíritu Santo el que cambia a la gente, sino el poder de Cristo ascendido que entra en nuestra vida por medio del Espíritu. Con demasiada frecuencia separamos verdades que el nuevo Testamento nunca separa. El bautismo del Espíritu Santo no es una experiencia aislada de Jesucristo: Es la evidencia del Cristo ascendido.
Este bautismo no te lleva a pensar en el tiempo o en la eternidad, es un maravilloso y glorioso ahora. "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti", Juan 17:3. Empieza a conocerlo ahora y nunca termines.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 26 de mayo de 2017

JPSC - De la vergüenza a la gloria (Día 1)

TRANSMISIÓN EN VIVO DE LA CONFERENCIA DESDE REPÚBLICA DOMINICANA

Mayo 26. Pensando en la oración como Jesús la enseñó

"Orad sin cesar", 1 Tesalonicenses 5:17
Nuestra forma de pensar acerca de la oración, correcta o incorrecta, se basa en nuestro concepto sobre ella. Si consideramos la oración como el aire de nuestros pulmones y la sangre de nuestro corazón pensamos como es debido. Aunque no somos conscientes del hecho, la sangre fluye sin cesar en nuestro cuerpo y la respiración es continua; es un proceso que nunca se detiene. Tampoco somos conscientes todo el tiempo de que Jesús nos mantiene en perfecta unión con Dios, pero si lo obedecemos, Él siempre lo hace. La oración no es un ejercicio, sino la vida del santo. Ten cuidado con cualquier cosa que impida tu ofrenda de oración. Orad sin cesar. Mantén el hábito, como un niño, de ofrendar la oración a Dios en tu corazón todo el tiempo.
Jesús nunca habló de las oraciones sin contestar, porque tenía la certeza infinita de que la oración nunca deja de ser contestada. ¿Tenemos, por el Espíritu, la certeza inexpresable que Jesús tenía acerca de la oración, o pensamos en las ocasiones cuando nos ha parecido que Dios no respondió? Jesús dijo: "Todo aquel que pide, recibe", Mateo 7:8. Sin embargo, decimos: "Pero..., pero..." Dios contesta la oración de la mejor manera, no algunas veces, sino todas las veces, aunque no siempre la respuesta sea evidente de inmediato en el área deseada. ¿Confiamos en que Dios contesta la oración?
El riesgo que corremos es que deseamos suavizar las palabras de Jesús y las encajamos en un significado de acuerdo con nuestro sentido común. Pero, si sólo fuera una cuestión de lógica, no valió la pena que Él las hubiera dicho. Los principios que Jesús enseñó acerca de la oración son verdades sobrenaturales que Él nos revela.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 25 de mayo de 2017

Mayo 25. La prueba de mis intereses

"Si vas a la mano izquierda, yo iré a la derecha y si a la mano derecha, yo iré a la izquierda", Génesis 13:9
Tan pronto comienzas a vivir la vida de fe en Dios, se abrirán delante de ti posibilidades fascinantes y gratificantes, las cuales son tuyas por derecho propio. Pero si estás viviendo la vida de fe, ejercitarás tu derecho a renunciar a tus derechos y dejarás que Dios elija por ti. A veces Él permite que entres en un lugar de prueba, donde lo correcto sería que tomaras en cuenta tu bienestar personal, si no vivieras la vida de fe. Pero si la estás viviendo, renunciarás con gozo a tus derechos y dejarás que Dios escoja por ti. Esta es la disciplina que Él usa para transformar lo natural en espiritual, por medio de la obediencia a su voz.
Siempre que mis derechos se convierten en la guía de mi vida, la percepción espiritual se adormece. El más grande enemigo de la vida de fe en Dios no es el pecado, sino las buenas elecciones que no son las mejores. Lo bueno siempre es enemigo de lo mejor. Al leer el pasaje de Génesis, parecería que lo más sabio de este mundo era que Abraham escogiera, pues era su derecho. Y la gente a su alrededor lo habría considerado un tonto por no hacerlo.
Muchos de nosotros nos estancamos espiritualmente porque preferimos elegir sobre la base de nuestros derechos, en lugar de confiar en la elección de Dios para nosotros. Debemos aprender a caminar de acuerdo con la norma de poner la mirada en Dios y Él nos dice, como le dijo a Abraham: "Anda delante de mi", Génesis 17:1.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 24 de mayo de 2017



Mayo 24. El deleite de la desesperación

"Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto", Apocalipsis 1:17
Quizás tú, como el apóstol Juan, conoces íntimamente a Jesucristo. Sin embargo, él de repente se te aparece con rasgos totalmente desconocidos y lo único que puedes hacer es caer a sus pies como muerto.
En ocasiones Dios solo puede revelarse a nosotros en su majestad y el carácter impresionante y terrible de esa visión nos lleva al deleite de la desesperación. Experimentas este gozo en la desesperanza porque comprendes que si vas a ser levantado, debe ser por la mano de Dios.
"Él puso su diestra sobre mí", Apocalipsis 1:17. En medio del pavor sientes un toque y sabes que es la diestra de Jesucristo. Comprende no es la mano que restringe, corrige o castiga, sino la diestra del Padre Eterno. Siempre que su diestra viene sobre ti, trae paz y consuelo inefables; y también el sentido de que sus brazos eternos son llenos de provisión, alivio y fortaleza son tu apoyo, (ver Deuteronomio 33:27).
Una vez que sientes su toque, absolutamente nada te podrá volver a causar temor. En medio de toda su gloria celestial, el Señor Jesús viene para hablarle a un insignificante discípulo y le dice: "No temas", Apocalipsis 1:17. Su ternura es inexpresablemente dulce. ¿Lo conozco de esta manera?
Piensa en algunos de los hechos que producen desesperación. Existe un desespero en el que no se encuentra ningún agrado, no hay un horizonte ni una esperanza de mayor claridad. Pero el deleite de la desesperación viene cuando "yo sé que en mi, esto es, en mi carne, no habita el bien", Romanos 7:18. Me deleito en saber que hay algo en mí que debe caer postrado delante de Dios cuando Él se me revele y que si he de levantarme debe ser por su mano. Dios puede hacer algo por mí sólo cuando reconozco los límites de lo que es humanamente posible y le permito a Él hacer lo imposible.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

martes, 23 de mayo de 2017

"La parábola del hijo del dueño" Marcos 12:1-12 Ps. Sugel Michelén



Madres débiles, un Dios fuerte | Aviva Nuestros Corazones

Mayo 23. La cautelosa incredulidad

"No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir", Mateo 6:25
Jesús redujo a incredulidad las preocupaciones racionales de un discípulo. Si hemos recibido al Espíritu Santo, Él se abrirá paso en nuestra vida y nos dirá: "Ahora bien, ¿dónde entra Dios en esa relación, en las vacaciones que has planeado, o en esos nuevos libros que quieres leer?” Él siempre insiste en el asunto hasta que aprendemos a tomar en cuenta a Dios antes que a nada. Siempre que le damos el primer lugar a otras cosas, hay confusión.
"No os angustiéis por vuestra vida"... no lleves sobre tus hombros la carga de prever el futuro. La preocupación no sólo es mala, sino que es incredulidad, porque implica que no creemos que Dios puede ocuparse de los detalles corrientes de nuestra vida. Y este siempre es el verdadero motivo de preocupación. ¿Alguna vez haz notado lo que Jesús señaló como aquello que ahogaría la Palabra sembrada por Él en nosotros? ¿El diablo? No, las preocupaciones de este siglo, Mateo 13:22. Siempre son nuestras preocupaciones. La incredulidad comienza cuando decimos: “No voy a confiar en lo que no puedo ver”. La única cura contra la incredulidad es la obediencia al Espíritu.
La palabra más grande de Jesús a sus discípulos es abandónense.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 22 de mayo de 2017

El engaño mortal de los deseos materiales - Sheila Dougal

Mayo 22. ¡Eso lo explica!

"Para que todos sean uno, como tu, Padre en mi y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros", Juan 17:21
Si estas atravesando un camino solitario, lee Juan 17 que te explica de manera contundente la razón por la que te encuentras así. Jesús ha orado para que seas uno con el Padre, como Él lo es. ¿Le estás ayudando a Dios a contestar esa oración, o tienes otra meta para tu vida? Debido a que te convertiste en su discípulo, no puedes ser tan independiente como lo eras antes. Juan 17 nos revela que el propósito de Dios no es responder nuestras oraciones, sino que por medio de ellas podamos discernir su mente. Sin embargo, Él debe responder la oración de Jesús; "Para que sean uno, así como nosotros somos uno", Juan 17:22.
¿Estamos tan cerca de Jesucristo que somos uno con Él?
A Dios no le interesan nuestros planes. Él no pregunta: "¿Quieres vivir la pérdida de una ser querido, esta dificultad o esta frustración?" No, Él permite estas situaciones porque tiene un propósito con ellas. Las circunstancias que estamos viviendo nos están haciendo hombres y mujeres mejores, más amables y nobles; o más severos y criticones, más obstinados en nuestros propios caminos. Las circunstancias que vivimos nos vuelven malvados o santos, lo cual depende por completo de cuan íntima es nuestra relación con Dios. Si decimos: "Hágase tu voluntad", Mateo 26:42; Juan 17 nos animará y consolará porque sabemos que nuestro Padre está actuando de acuerdo con su sabiduría. Cuando entendemos lo que Él está buscando, dejamos de ser mezquinos y cínicos. Lo que Jesús oró fue nada menos que nosotros vivamos completamente unidos a Él, así como Él es uno con el Padre. Algunos estamos lejos de esa unidad, pero Dios no dejará de tratar con nosotros hasta que seamos uno con Él, porque Jesús oró para que así fuera.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 21 de mayo de 2017

Mayo 21. Los razonamientos divinos

"Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todos estas cosas os serán añadidas", Mateo 6:33
Tan pronto consideramos estas palabras de Jesús, descubrimos que es la declaración más revolucionaria que jamás haya escuchado el oído humano. "Buscad primeramente el reino de Dios..." Nosotros afirmamos exactamente lo contrario: “pero debo vivir, debo ganar mucho dinero, debo vestirme, debo alimentarme”. Nuestra gran preocupación no es el reino de Dios, sino cómo nos las arreglamos para vivir.
Jesús invirtió el orden. Primero debemos relacionarnos correctamente con Dios, asegurarnos de que ese sea el interés más importante de nuestra vida y nunca concederle tal importancia a lo demás.
"No os angustiéis por vuestra vida", Mateo 6:25. Nuestro Señor señaló lo irrazonable que es, desde la perspectiva divina, estar ansiosos y preocupados acerca de como vamos a vivir. Jesús no dijo que la persona despreocupada es bienaventurada. No, esa persona es necia. Pero Jesús sí enseñó que su discípulo debe hacer de su relación con Dios el enfoque predominante de su vida y al compararlo con esto, despreocuparse prudentemente de cualquier otro aspecto. En esencia, Jesús estaba diciendo: “No conviertas la comida o la bebida en el factor primordial de tu vida, sino concéntrate totalmente en Dios”.
Algunas personas son descuidadas con lo que comen y beben y sufren por ello, descuidan su manera de vestir, descuidan los asuntos de este mundo y Dios las hace responsables. Jesús dice que el principal interés de la vida es poner en primer lugar nuestra relación con Dios y todo lo demás en un segundo plano.
Una de las disciplinas más difíciles de la vida cristiana es permitirle al Espíritu Santo llevarnos a una absoluta armonía con lo que nos enseña Jesús en estos versículos.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

sábado, 20 de mayo de 2017

Mayo 20. El reino de lo verdadero

"Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas", Lucas 21:19
Cuando una persona nace de nuevo, durante algún tiempo no tiene la misma energía de antes para pensar y razonar. Tenemos que aprender a expresar la nueva vida que hay dentro de nosotros y a desarrollar la mente de Cristo. Lucas 21:19 dice que tomamos posesión de nuestra alma por medio de la paciencia. Pero muchos de nosotros preferimos quedarnos en el umbral de la vida cristiana, en lugar de seguir adelante para formar y edificar nuestra alma de acuerdo con la nueva vida que Dios nos ha impartido. Fracasamos porque ignoramos cómo nos hizo Él y le atribuimos hechos al diablo que realmente son el resultado de nuestra naturaleza indisciplinada. ¡Sólo piensa lo que podríamos ser cuando nos despertemos a la verdad!
Existen ciertos asuntos por los cuales no necesitamos orar; por ejemplo, nuestro estado de ánimo. El mal humor o el desánimo nunca desaparecerán con la oración, sino expulsándolos de nuestra vida. La disposición anímica casi siempre tiene su origen en nuestro estado físico y no en el moral. Debemos esforzarnos continuamente para no prestarle atención al talante en que nos encontramos como resultado de nuestra condición física, para nunca someternos a él ni por un instante. Tenemos que agarrarnos del cuello y darnos una buena sacudida. Entonces, descubriremos que podemos llevar a cabo lo que negábamos con nuestros labios. El problema con la mayoría de nosotros es que no lo queremos hacer. La vida cristiana es una vida de determinación y valor espiritual que se encarnan en nosotros.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 19 de mayo de 2017

Mayo 19. "De en medio del desastre, me levanto"

"¿Quién nos separará del amor de Cristo?" Romanos 8:35
Dios no exime a sus hijos de la tribulación. Pero promete: "Con él estaré yo en la angustia", Salmo 91:15. No importa qué tan reales o intensas sean las dificultades, nada puede separarte de tu relación con Dios. Antes, "en todas estas cosas somos más que vencedores", Romanos 8:37. Pablo no estaba hablando de situaciones imaginarias, sino de circunstancias que son reales en extremo. Y él afirma que somos “súper victoriosos” en medio de ellas, no por nuestro propio ingenio ni valor, sino porque ninguna afecta nuestra relación con Dios que es en Jesucristo. Siento compasión del creyente en cuya vida no hay ninguna situación que él considere indeseable.
¿Tribulación...? La tribulación nunca es un acontecimiento agradable, ni muy bienvenido. Pero sin importar cómo sea, agotadora, molesta o que sólo nos cause alguna debilidad, no puede separarnos del amor de Dios. Nunca permitas que las tribulaciones o las preocupaciones de este siglo te impidan recordar que Él te ama (Mateo 13:22). ¿Angustia...? ¿Podrá mantenerse la fe en el amor de Dios, cuando todo lo que nos rodea parece decir que su amor es una mentira y que no existe la justicia?
¿Hambre...?¿Será posible que no sólo creamos en el amor de Dios sino que también somos más que vencedores, incluso cuando estamos padeciendo hambre?
O Jesucristo es un engañador y Pablo está engañado, o algo extraordinario le sucede a quien se aferra al amor del Señor cuando las probabilidades están totalmente en su contra. La lógica queda silenciada frente a cada una de estas circunstancias. Una sola realidad puede justificarlo: El amor de Dios que es en Cristo.
“De en medio del desastre me levanto”, todas las veces.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 18 de mayo de 2017

Mayo 18. Una irracionalidad cultivada

"Mirad las aves del cielo... considerad los lirios del campo", Mateo 6:26-28
Observa como crecen los lirios del campo, ¡simplemente son! Piensa en el mar, el aire, el sol, la luna y las estrellas. Todos ellos también son, ¡y vaya ministerio el que ejercen! Con mucha frecuencia estropeamos la influencia que Dios ha determinado ejercer por medio de nosotros, debido a nuestros esfuerzos personales conscientes por ser consecuentes y útiles. Jesús dijo que hay una sola manera de crecer y desarrollarnos espiritualmente y es concentrándonos en Dios. En esencia, estaba diciendo: "No te preocupes por ser útil a otras personas, sencillamente cree en mí". En otras palabras, préstale atención a la Fuente, y de ti brotarán ríos de agua viva (Juan 7:38). Nosotros no podemos descubrir la fuente de nuestra vida natural por medio del sentido común y el razonamiento. Y Jesús nos enseña aquí que el crecimiento de nuestra vida espiritual no depende de nuestro cuidado y esfuerzo, sino de que nos concentremos en el Padre celestial. Él conoce nuestras circunstancias y si permanecemos enfocados en Él, vamos a crecer espiritualmente como los lirios del campo.
Las personas que ejercen más influencia en nosotros no son las que nos acorralan con su continuo hablar, sino las que viven como las estrellas del cielo y los lirios del campo, de manera sencilla y natural. Esas son las vidas que nos moldean.
Si quieres ser de utilidad para Dios, relaciónate de una manera correcta con Jesucristo y, sin que te des cuenta, Él te hará una persona útil en cada instante de tu vida.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 17 de mayo de 2017

12 maneras de amar a tu hijo extraviado - Equipo Desiring God

Mayo 17. Su ascensión y nuestra unión con Él

"Aconteció que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo ", Lucas 24:51
Nosotros no contamos con ninguna experiencia que sea equivalente a los acontecimientos que ocurrieron en la vida de nuestro Señor después de la transfiguración. Desde entonces, su vida fue completamente vicaria o sustitutiva. Hasta el momento de la transfiguración Él había mostrado la vida de un hombre totalmente normal. Pero de allí en adelante (el Getsemaní, la cruz y la resurrección) nada nos resulta familiar. Su cruz es la puerta por la que todo miembro de la raza humana puede entrar a la vida de Dios.
Por su resurrección Él tiene el derecho de dar vida eterna a toda persona y mediante su ascensión nuestro Señor entra en el cielo y mantiene la puerta abierta para la humanidad.
La transfiguración tuvo su desenlace final en el monte de la ascensión. Si Jesús se hubiera ido al cielo directamente desde el monte de la transfiguración, hubiera partido solo y no sería para nosotros más que un personaje glorioso. Pero le dio la espalda a la gloria y descendió del monte para identificarse con la humanidad caída.
La ascensión es el cumplimiento pleno de la transfiguración. Nuestro Señor regresó a su gloria original, pero no simplemente como el Hijo de Dios. Él volvió a su Padre como el Hijo del hombre. Ahora todos tenemos libre acceso al trono de Dios por medio de la ascensión del Hijo del hombre. En esta condición, Jesucristo limitó deliberadamente su omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia. Pero ahora estos atributos son suyos con poder pleno y absoluto. Como el Hijo del hombre en el trono de Dios, ahora Jesucristo tiene todo el poder. Desde su ascensión hasta el día de hoy Él es Rey de Reyes y Señor de Señores.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

martes, 16 de mayo de 2017

Civilización Occidental IV - Pr. Salvador Dellutri

Civilización Occidental III - Pr. Salvador Dellutri

Civilización Occidental 2 - Pr. Salvador Dellutri

Civilización Occidental 1 - Pr. Salvador Dellutri

Mayo 16. El hábito de la riqueza

"Participantes de la naturaleza divina", 2 Pedro 1:4
A través de las promesas nos volvemos participantes de la naturaleza divina, es decir, recibimos y compartimos la misma naturaleza de Dios. Luego, debemos manifestar esa naturaleza divina en nuestra naturaleza humana por medio de la formación de hábitos. El primer hábito que debemos desarrollar es reconocer la provisión que Dios nos ha dado. Sin embargo, decimos: "¡Ay, no tengo con qué comprarlo!"
Esta frase encierra una gran mentira. ¡Hablamos como si nuestro Padre celestial nos hubiera dejado sin un centavo! Pensamos que es una muestra de verdadera modestia decir al final del día: "¡Uy, hoy me las arreglé para sobrevivir, pero la batalla fue dura!" ¡Y, sin embargo, en el Señor Jesucristo, el Dios omnipotente, es nuestro por completo! Si lo obedecemos, Él no escatimará la estrella más remota y dará hasta el último grano de arena para bendecirnos. ¿Realmente importa que nuestras circunstancias sean difíciles? ¡Por qué no habrían de serlo! Si nosotros le damos cabida a la autocompasión y nos permitimos el lujo de la miseria y la infelicidad, excluimos de nuestra vida las riquezas de Dios e impedimos que otros participen de su provisión. No hay peor pecado que el de la autocompasión porque elimina completamente a Dios y coloca en el trono a nuestros intereses personales. Este pecado nos lleva a abrir la boca sólo para quejarnos y nos convierte en esponjas espirituales, siempre absorbiendo, nunca dando y nunca llenos.
Cuando Dios empieza a sentirse satisfecho con nosotros, empobrece todo aquello que tenga la naturaleza de una riqueza ficticia, hasta que aprendemos que todas nuestras fuentes de agua pura se encuentran en Él (ver Salmo 87:7). Si su majestad, gracia y poder no se están manifestando en nuestra vida, Él nos hace responsables. "Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia", 2 Corintios 9:8.
Entonces, aprende a colmar a los demás de la gracia de Dios. Debes estar marcado con la naturaleza divina y su bendición fluirá a través de ti, todo el tiempo.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 15 de mayo de 2017

Dios nos grita en nuestro dolor - Daniel Ritchie

RELACIONES VITALES - Sinclair Ferguson

"Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros". Fil 4:4-9

"Por nada estéis afanosos", Pablo nos exhorta (v. 6). Dentro del espacio de tres versículos parece poner delante de nosotros dos tareas imposibles: ¡regocijo constante (v. 4), y ahora el rechazo de la ansiedad (v. 6)! Pero las dos cosas están relacionadas; no es muy probable que la persona gozosa se deje dominar por la ansiedad; y el espíritu lleno de ansiedad no puede ser un espíritu gozoso. ¿Pero cómo se nos puede librar de la ansiedad?
     La receta es la oración. La ansiedad no puede seguir respirando bien en un ambiente bañado de oración. Y ésta no es ninguna afirmación trivial, como deja muy claro la explicación que hace Pablo de ella. Utiliza varios términos diferentes para la oración ("peticiones", "oración", "ruego", "acción de gracias"). Está hablando de cómo debemos desplegar nuestras necesidades con cuidado y con paciencia delante de Dios, hablándole detalladamente de nuestra situación y de nuestras ansiedades. Esto es lo que significa echar sobre el Señor nuestras cargas con la plena convicción de que Él nos sustentará (Sal. 55:22).
     Fíjate también en que Pablo incluye la acción de gracias en su variada descripción, ya que la oración que tiene en mente no es una simple lista de necesidades, sino el acto de abrir el corazón ante Dios, acto que incluye alabarle por todo lo que es y por todo lo que ha hecho por nosotros.
     Ahora queda claro por qué esa paralizante ansiedad no puede coexistir con la oración; el corazón que se ha desahogado, y que se ha puesto de nuevo en sintonía con un espíritu de alabanza, no puede quedarse ansioso para siempre.
     El cristiano que ora descubre que la misteriosa "paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento", sirve para "guardar" nuestros "corazones" y nuestros "pensamientos en Cristo Jesús" (v. 7). Pablo habla de esta paz como si fuera una guarnición militar: ilustración muy apropiada para los cristianos en Filipos, siendo la ciudad misma constantemente guardada por una guarnición de soldados romanos.
     El apóstol está diciendo: "Dios mismo es el Dios de paz (v. 9); este es el ambiente del Cielo. Estás en un mundo lleno de problemas y de ansiedad, lejos de la ciudad celestial de la que eres ciudadano. Pero Dios te manda una guarnición de paz para guardarte mientras estés fuera de tu patria."
     Sí, son posibles tanto el gozo como la paz, aun en un mundo como éste. Pero sólo se pueden preservar por medio de una mente bien surtida de la gracia.
     En nuestro mundo moderno, son muchas las personas que buscan librarse de la ansiedad intentando vaciar sus mentes; en cambio Pablo nos enseña que la verdadera paz sólo puede ser nuestra cuando nuestras mentes están adecuadamente llenas. Indica a los filipenses al verdadero almacén desde donde pueden suministrar sus mentes: todo lo que sea verdadero, honesto, justo, puro, amable, de buen nombre, virtuoso, digno de alabanza. Una mente llena de estas cosas dejará poco sitio para cualquier pensamiento que pudiera producir ansiedad, romper la paz, o destruir el gozo.
     ¿Cómo pueden nuestras mentes ser entrenadas así? Otra vez Pablo contesta: permitiendo que nuestras vidas sean moldeadas por el ejemplo apostólico y por la enseñanza apostólica (v. 9). El tipo de estudio bíblico en el que estamos ocupados ahora es precisamente la receta que provee el apóstol. Tomémonoslo con frecuencia, y disfrutaremos de la paz de Dios que nos viene del Dios de paz (v. 9).
  
Fragmento del libro LA IMITACIÓN DE CRISTO El mensaje de Filipenses, de Sinclair Ferguson.

Mayo 15. El hábito de estar a la altura de las circunstancias

"Para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado", Efesios 1:18


Recuerda que fuiste salvo para que la vida de Jesús se manifieste en tu cuerpo (ver 2 Corintios 4:10).
Dirige toda la energía de tus capacidades hacia el cumplimiento de tu elección como hijo de Dios; siempre debes estar a la altura de las circunstancias.
Tú no puedes hacer nada para conseguir tu salvación, pero debes hacer algo para manifestarla. Debes ocuparte en tu salvación, a la cual Dios ya te ha hecho entrar (Filipenses 2:12). ¿Demuestra tu manera de hablar, pensar y sentir que estás ocupándote en ella? Si aún eres el mismo miserable gruñón que se empeña en seguir su propio camino, entonces mientes al decir que Dios te ha salvado y santificado.
Dios, como el Ingeniero Maestro, permite las adversidades para verificar si puedes saltar por encima de ellas de manera adecuada: "Con mi Dios escalaré murallas" Salmo 18:29, LBLA. Dios jamás te va a proteger de ninguna de las exigencias para sus hijos. 1 Pedro 4:12 dice: "Amados, nos os sorprendáis del fuego de la prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciera". Ponte a la altura de las circunstancias y lleva a cabo lo que la prueba te exige. Sin que importe cuánto te duela, dale a Dios la oportunidad de manifestar la vida de Jesús en tu cuerpo.
Que Dios ya no halle más quejas en nosotros, sino que nos encuentre llenos de valor y fuerza espiritual, listos para enfrentar cualquier situación que Él coloque en nuestro camino. Tenemos que ejercitarnos para que el Hijo de Dios se manifieste en nuestros cuerpos. Dios no tiene museos. El único objetivo de la vida es que su Hijo se pueda manifestar. Y cuando esto ocurre, dejamos de darle órdenes. Nuestro Señor nunca le dio órdenes a su Padre. Estamos aquí para someternos a su voluntad de tal forma que su deseo se cumpla por medio de nosotros. Cuando comprendemos esto, Él nos volverá pan partido y vino derramado para alimentar y nutrir a otras personas.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 14 de mayo de 2017

CONFERENCIA: ALERTAS PARA LA IGLESIA - DR. ALBERT MOHLER

Mayo 14. El hábito de disfrutar lo desagradable

"Para que también... la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos",     
2 Corintios 4:10
Debemos desarrollar hábitos piadosos que expresen lo que la gracia de Dios ha hecho en nosotros. No se trata de que Él nos salvó del infierno, sino de que fuimos salvos para que la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Lo desagradable es lo que nos permite revelar su vida en nuestra carne mortal. ¿Muestra mi vida la dulzura inherente al Hijo de Dios, o sólo la irritación propia de la naturaleza de mi "yo" separado de Él? Lo único que hará posible que yo disfrute de lo desagradable es el deseo intenso de permitir que la vida del Hijo de Dios se manifieste en mí. No importa lo difícil que algo me resulte, yo debo decir: "Señor, me deleito en obedecerte en esto". Inmediatamente el Hijo de Dios se ubicará en el primer plano y en mi vida humana se manifestará lo que glorifica a Jesús.
No debes discutir. En el instante que obedeces la luz de Dios, Jesús brilla en ti en ese punto en particular. Pero si discutes con Él, entristeces al Espíritu (ver Efesios 4:30). Debes mantenerte dispuesto para que la vida del Hijo de Dios se manifieste en ti. Pero no puedes conservar esta disposición si le das cabida a la autocompasión. Nuestras circunstancias son el medio que Dios usa para revelar de manera maravillosa cuan perfecto y extraordinariamente puro es su Hijo. Lo que debe hacer latir nuestro corazón con un entusiasmo renovado es el descubrimiento de una nueva manera de manifestar al Hijo de Dios. Una cosa es elegir lo desagradable y otra muy diferente participar en ello porque Dios lo ha planeado y dirigido así.
Y si Dios te pone allí, Él es ampliamente suficiente y "suplirá todo lo que os falta", Filipenses 4:19.
Mantén tu alma dispuesta para que se manifieste la vida del Hijo de Dios. Nunca vivas de los recuerdos de experiencias pasadas, sino deja que la Palabra de Dios siempre esté viva y activa en ti.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.