Versículo para hoy:

martes, 31 de enero de 2023

ENERO 31 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Jehová, justicia nuestra". Jeremías 23.6

Siempre experimentará el cristiano grande calma, quietud, alivio y paz al pensar en la perfecta justicia de Cristo. ¡Cuán a menudo los santos de Dios se hallan abatidos y tristes! Sin embargo, no debiera ser así. Creo que no se hallarían abatidos si tuviesen presente la perfección que poseen en Cristo. Hay algunos que siempre están hablando de la corrupción, de la depravación del corazón y de la innata maldad del alma. Esto es muy cierto, pero ¿por qué no ir un paso más adelante y recordar que somos perfectos en Cristo Jesús? No hay por qué admirarse de que los que se detienen a considerar su propia corrupción, muestren tal aspecto de abatimiento, pero si recordamos que "Cristo es hecho por nosotros justicia", estaremos de buen ánimo. Aunque la pena me aflija, aunque Satán me asalte, aunque haya muchas cosas que tenga que gustar antes de llegar al cielo, en el pacto de la gracia todo esto fue cumplido en mi favor; no hay nada que falte a mi Señor. Cristo lo hizo todo. En la cruz dijo: "Consumado es", y si está consumado, entonces yo estoy completo en él y puedo regocijarme con gozo inefable y glorificado, "no teniendo mi justicia que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios, por la fe". No hallaréis de este lado del cielo gente más santa que aquella que recibe en sus corazones la doctrina de la justicia de Cristo. Cuando el creyente dice: "Yo vivo sólo en Cristo, confío para mi salvación únicamente en él, y creo que, aunque indigno, soy, sin embargo, salvo en Jesús", entonces viene este pensamiento como un motivo de gratitud: "¿No viviré para Cristo? ¿No lo amaré y serviré, viendo que soy salvo por sus méritos?" "El amor de Cristo nos constriñe". "Los que viven, no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos". Si somos salvos por justicia imputada, valoraremos grandemente la justicia impartida.

lunes, 30 de enero de 2023

ENERO 30 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Cuando oyeres un estruendo que irá por las copas de los morales, entonces te moverás". 2 Samuel 5.24

Los miembros de la Iglesia de Cristo tienen que ser muy afectos a la oración, buscando siempre que la unción del Santo repose sobre sus corazones, para que el reino de Dios venga y se haga "su voluntad en la tierra como en el cielo".
Pero hay ocasiones cuando Dios parece favorecer a Sión de una manera especial; esas ocasiones deben ser para ellos como un estruendo que va por las copas de los morales. En esos casos es necesario que estemos aún más dedicados a la oración; es menester que seamos celosos, luchando ante el trono de la gracia más intensamente que nunca. La acción en estos casos debe ser pronta y vigorosa. La marea crece; boguemos ahora hacia la costa, valientemente. ¡Ojalá experimentemos un nuevo pentecostés! Cristiano, en ti mismo hay ocasiones "cuando oyes un estruendo que va por las copas de los morales". Tienes un poder particular en la oración; el Espíritu Santo te da gozo y contentamiento; la Biblia es clara para ti; las promesas son apropiadas; caminas a la luz de la presencia de Dios; tienes una confianza y una libertad particular en la devoción y una comunión más íntima con Cristo. En esas gozosas ocasiones, "cuando oyes un estruendo que va por las copas de los álamos", es tiempo de que te muevas. Ahora, mientras el Espíritu Santo ayuda a tu flaqueza, es tiempo propicio para que te libres de cualquier mal hábito. Despliega las velas de tu nave, pero no olvides que sólo Dios puede enviar el viento para hacerla andar. Lo único que debes procurar, es estar seguro de que las velas están desplegadas. No malogres el viento favorable por no haber preparado las velas de antemano. Busca la ayuda de Dios para que seas más diligente en el deber, cuando seas hecho más fuerte en la fe; para que seas más constante en la oración, cuando tengas más libertad ante el trono, y para que seas más santo en tu conversación mientras vivas más cerca de Cristo.

ENERO 29 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Las cosas que no se ven". 2 Corintios 4.18

Es bueno que la mayor parte del tiempo de nuestra peregrinación, estemos mirando hacia adelante. 

Mas allá está la corona, más allá está la gloria. El futuro debe ser, al fin y al cabo, el gran objeto del ojo de la fe, pues él nos trae esperanza, nos comunica  gozo, nos da consolación e inspira nuestro amor. Al mirar hacia el futuro, vemos eliminado el mal, vemos deshecho el cuerpo del pecado y de la muerte y vemos al alma gozando de perfección y puesta en condiciones de participar de la herencia de los santos en luz. Mirando aún más allá, el iluminado ojo del creyente puede ver cruzado el río de la muerte, vadeado el sombrío arroyo, y alcanzadas las montañas de luz donde está la ciudad celestial. El creyente se ve a sí mismo entrando por las puertas de perla, aclamado como más que vencedor, coronado por las manos de Cristo, abrazado por Jesús y sentado con él en su trono, así como él ha vencido y se ha sentado con su Padre en su trono. La meditación en este futuro bien puede disipar la noche del pasado y la niebla del presente. Las alegrías del cielo compensarán sin duda las tristezas de la tierra. ¡Afuera mis temores! La vida en este mundo es corta; pronto la terminaré. ¡Afuera, afuera mis dudas! La muerte es sólo un arroyuelo; pronto lo cruzaré. ¡Cuán corto es el tiempo! ¡Cuán larga es la eternidad! ¡Cuán breve es la muerte, cuán infinita es la inmortalidad! Me parece que ahora mismo estoy comiendo de los racimos de Escol y bebiendo del manantial que está del otro lado de la puerta. ¡El viaje es tan corto...! ¡Yo pronto estaré allí!
                                                Cuando aquí de mi vida mis afanes cesen ya
                                                y se anuncie bella aurora celestial,
                                                en las playas del cielo mi llegada esperará
                                                mi Señor con bienvenida paternal.

                                                Podré entonces conocerle,
                                                y seguro en su seno estaré.
                                                Cara a cara espero verle
                                                y con él, redimido, viviré.

sábado, 28 de enero de 2023

ENERO 28 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Perfecto en Cristo Jesús". Colosenses 1.28


¿No sientes en tu propia alma que la perfección no está en ti? ¿No te enseña esto mismo la experiencia de todos los días? Cada lágrima que sale de tus ojos llora "imperfección"; cada suspiro que brota de tu corazón habla de "imperfección"; cada palabra áspera que procede de tus labios indica "imperfección". Conoces bastante bien tu propio corazón como para ni soñar siquiera que pueda haber en ti alguna perfección.
Pero en medio de este conocimiento de tu imperfección, hay para ti un consuelo: tú eres "perfecto en Cristo Jesús". En la presencia de Dios, eres "cumplido en él". Ahora mismo eres "acepto en el Amado". Pero hay una perfección que aun tiene que realizarse y que es segura para toda la simiente.

¿No es agradable mirar hacia adelante, al tiempo cuando toda mancha de pecado que tenga el creyente le será quitada, y cuando será presentado delante del trono sin falta, sin mancha, sin arruga ni cosa semejante? La Iglesia de Cristo será entonces tan pura que ni aun el ojo de la Omnisciencia verá en ella mancha o tacha alguna; será tan santa y gloriosa que Hart no exagera cuando dice: "Vestido con las ropas de mi Salvador seré santo como él es santo". Entonces conoceremos, probaremos y sentiremos la felicidad de esta vasta sentencia: "Cumplidos en Cristo". Hasta que no lleguemos a ese momento, no comprenderemos plenamente las alturas y las profundidades de la salvación de Jesús. ¿No salta de gozo tu corazón al pensar en esto? Negro como eres, serás blanco un día; manchado como eres, serás limpio. ¡Es esta una maravillosa salvación! Cristo toma un gusano y lo transforma en un ángel; toma algo negro y deformado y lo hace limpio e incomparable en gloria y en belleza, y lo pone en condiciones de estar con los serafines. ¡Oh, alma mía, detente y admira esta bendita verdad de perfección en Cristo!

viernes, 27 de enero de 2023

ENERO 27 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Porque de su plenitud tomamos todos". Juan 1.16

Estas palabras nos dicen que en Cristo hay una plenitud.
Hay una plenitud de esencial deidad, porque "en él habita toda la plenitud de la deidad". Hay una plenitud de humanidad, pues en él, corporalmente, aquella deidad se reveló. Hay en su sangre una plenitud de eficacia expiatoria, porque "la sangre de Jesucristo su Hijo, nos limpia de todo pecado". Hay en su vida una plenitud de justicia que justifica, pues "ahora ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Hay en su ruego una plenitud de divina superioridad, pues "él puede salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos". Hay en su muerte una plenitud de victoria, pues por la muerte destruyó al que tenía el imperio de la muerte, es a saber, al diablo. Hay en su resurrección una plenitud de eficacia, pues por ella el Señor nos ha regenerado en esperanza viva. Hay en su ascensión una plenitud de triunfo, porque "subiendo a lo Alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres". Hay en verdad una plenitud de bendiciones de toda suerte. Una plenitud de gracia para perdonar, de gracia para preservar, de gracia para perfeccionar. Hay una plenitud para todas las ocasiones: una plenitud de consuelo en la aflicción, una plenitud de dirección en la prosperidad. Una plenitud de todos los atributos divinos: de la sabiduría, del poder, del amor. Una plenitud que es imposible valorar y mucho menos explorar.
"Agradó al Padre que habitase en él toda plenitud". ¡Oh, qué plenitud será esta de la cual todos reciben! Allí tiene que haber, en verdad, plenitud, pues, a pesar de que la corriente siempre fluye, el manantial crece tan abundante, tan rico y tan completo como siempre. Ven creyente, satisface todas tus necesidades; pide abundantemente y recibirás con abundancia, pues esta plenitud es inagotable y está guardada donde todas las necesidades pueden alcanzarla, es decir, en Jesús, Emmanuel, Dios con nosotros.

jueves, 26 de enero de 2023

ENERO 26 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Vuestro Padre Celestial". Mateo 6.26

Los que constituyen el pueblo de Dios son hijos suyos en doble sentido: por creación y por adopción en Cristo. Por eso tienen el privilegio de llamarlo "Padre nuestro que están en los cielos". ¡Padre! ¡Oh, qué preciosa es esta palabra! En ella hay autoridad: "Si yo soy Padre, ¿dónde está mi honor? Si vosotros sois hijos, ¿dónde está vuestra obediencia?" En esta palabra hay también afecto mezclado con autoridad; una autoridad que no provoca rebelión; una obediencia solicitada que se cumple con alegría, y que aunque se pudiese, no debiera negarse. La obediencia que los hijos le rinden a Dios debe ser una obediencia amorosa. No vayas al trabajo que te señala Dios como va el esclavo al que le asigna su amo. Entra más bien en la senda de sus mandamientos, por ser esa la senda de tu Padre. Presenta tu cuerpo como instrumento de justicia, pues la voluntad de tu Padre es justa, y su voluntad debe ser la voluntad de sus hijos. ¡Padre! Hay aquí un atributo real, tan delicadamente cubierto con amor, que la corona del Rey pasa inadvertida al mismo Rey, y su cetro se transforma no en una vara de hierro, sino en un plateado cetro de misericordia. En realidad, el cetro pasa como desapercibido en la tierna mano del que lo empuña. ¡Padre! En esta palabra hay honor y amor. ¡Cuán grande es el amor de un padre para con sus hijos! Lo que la amistad no puede hacer ni la mera benevolencia procurará, lo hace, para sus hijos, el corazón y la mano de un padre. Son sus vástagos, por lo tanto debe bendecirlos; son sus hijos, debe pues defenderlos con todo vigor. Si un padre terrenal vela por sus hijos con amor y cuidado incesantes, ¿cuánto más lo hace nuestro Padre Celestial? ¡Abba, Padre! El que puede decir esto, ha dado expresión a una melodía que es mejor que la que los querubines y serafines pueden producir Hay un cielo en la profundidad de la palabra Padre; hay en ella todo lo que puedo pedir, todo lo que mis necesidades pueden demandar y todo lo que mis deseos pueden desear. Tengo todo en todo por toda la eternidad cuando puedo decir: ¡Padre!

miércoles, 25 de enero de 2023

ENERO 25 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que nos ha dado". Isaías 63.7

¿Y no puedes tú hacer lo mismo? ¿No has experimentado alguna vez las misericordias de Dios? Aunque ahora estés triste, ¿puedes olvidar aquella bendita hora cuando Jesús te halló y te dijo: "Ven a mí"? ¿No puedes recordar aquel glorioso momento cuando él rompió tus grillos, cuando arrojó al suelo tus cadenas y te dijo: "Vine para romper tus ligaduras y dejarte en libertad"? Si el amor de tu desposorio cayó en el olvido, ¿no habrá por ventura, en el camino de tu vida algún mojón, en el que pueda leerse una inscripción que te recuerde la misericordia que Jesús tuvo contigo? ¡Qué! ¿nunca tuviste una enfermedad semejante a la que estás sufriendo ahora? ¿Y no te curó Él? ¿Nunca antes fuiste pobre? ¿Y no suplió Jesús todas tus necesidades? ¿Nunca antes estuviste en aprietos? ¿Y no te libró Él? ¡Levántate!  Ve al río de tu experiencia, arranca unos cuantos juncos y haz con ellos una arquilla en la cual tu fe infantil pueda flotar confiadamente sobre la superficie de las aguas. No olvides lo que Dios ha hecho por ti. Repasa el libro de tu memoria y considera los días antiguos. ¿No puedes recordar el monte de Mizar? ¿Nunca te halló el Señor en el monte Hermón? ¿Nunca has subido a las montañas de las Delicias? ¿Nunca has sido socorrido en tiempos de necesidad? Sí, tú has experimentado estas cosas. Echa una mirada retrospectiva a las preciosas bendiciones de ayer, y si los momentos por los cuales pasas ahora son oscuros, enciende las lámparas del pasado, ellas brillarán en medio de las tinieblas y tú estarás confiado en el Señor hasta que amanezca el día y huyan las sombras. "Acuérdate, Señor, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas".

martes, 24 de enero de 2023

ENERO 24 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Él te librará del lazo del cazador". Salmo 91.3

Dios libra a los suyos del lazo del cazador en dos sentidos: del lazo, y fuera del lazo. Él los libra del lazo no permitiendo que caigan en él; y, si caen, los libra sacándolos fuera de allí. La primera promesa es la más preciosa para algunos; la segunda es la mejor para otros. 

"Él te librará del lazo". ¿En qué manera? La aflicción es frecuentemente el medio por el cual Dios nos libra. Dios sabe que nuestra rebeldía terminará pronto en nuestra destrucción, y entonces él, en su misericordia, envía la vara. Nosotros decimos: "Señor, ¿por qué me pasa esto?", ignorando que nuestra aflicción ha sido el medio para librarnos de un mal mayor. Muchos, por sus aflicciones y contrariedades, han sido librados de la ruina; esas aflicciones han espantado a los pájaros que estaban por caer en la red.

En otras ocasiones Dios guarda a los suyos del lazo del cazador dándoles gran fortaleza espiritual, de modo que cuando sean tentados a hacer lo malo digan: "¿Cómo es posible que yo haga este horrible mal y peque contra Dios?" Pero, ¡qué bendición es pensar que si el creyente, en mala hora, cayere en el lazo, Dios lo sacará fuera de allí! ¡Oh, extraviado, entristécete, mas no te desesperes! Aunque te has extraviado, oye lo que te dice tu Redentor: "Convertíos, hijos rebeldes; yo sanaré vuestras rebeliones". Tú dices que no puedes convertirte por ser un cautivo. Entonces presta atención a esta promesa: "Él te librará del lazo del cazador". Tú serás sacado del mal en el cual has caído, y aunque nunca cesaras de arrepentirte de tus actos, sin embargo, el que te ama nunca te echará fuera. Jesús te recibirá y te dará gozo y alegría par que se recreen tus huesos abatidos. Ningún pájaro del Paraíso morirá en la red del cazador.

lunes, 23 de enero de 2023

ENERO 23 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Yo he ensalzado un escogido de mi pueblo". Salmo 89.19

¿Por qué fue Jesús escogido de entre el pueblo? Habla, corazón mío, pues los pensamientos del corazón son los mejores. ¿No fue para que pudiera ser nuestro hermano en el bendito vínculo de consanguinidad? ¡Oh, qué parentesco hay entre Cristo y el creyente! El creyente puede decir: "Tengo un hermano en el cielo; yo quizás sea pobre, pero tengo un hermano que es rico y es rey. ¿Me dejará a mí en la necesidad estando él en el trono? ¡Oh, no! Él me ama; es mi hermano". Creyente, lleva este precioso pensamiento en el cuello de tu memoria como si fuera un collar de diamantes. Ponlo en el dedo del recuerdo como si fuese un anillo de oro y úsalo como el anillo particular del Rey que sella las peticiones de tu fe con la seguridad del éxito. Él es un hermano que ha nacido para la adversidad; trátalo como tal. 

Además, Cristo fue elegido de entre el pueblo para que conociese nuestras necesidades y se compadeciese de nosotros. Él fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. En todas nuestras aflicciones contamos con su simpatía. Tentaciones, penas, desengaños, flaquezas, cansancio: todo es conocido por él, pues él experimentó todo. Recuerda esto, cristiano, y consuélate en ello. Por más dificultoso y penoso que sea tu camino, recuerda que por allí pasó tu Salvador; y aun cuando llegues al oscuro valle de la sombra de la muerte y a las profundas aguas del turbulento Jordán, allá hallarás sus pasos. En cualquier lugar a donde vayamos, él ha estado ya. Cada una de las cargas que llevemos han sido una vez puestas sobre los hombros de Emmanuel. 
¡Coraje, pues; los pies del Rey han dejado una marca de sangre en el camino, y consagró para siempre la espinosa senda!

domingo, 22 de enero de 2023

ENERO 22 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Hijo del hombre, ¿qué es el palo de la vid más que todo palo? ¿Qué es el sarmiento entre los maderos del bosque?" Ezequiel 15.2 

Estas palabras fueron dichas para humillación de los que forman el pueblo de Dios. Se les llama vid de Dios, pero ¿qué son ellos, por naturaleza, más que los otros? Por la bondad de Dios llegaron a ser fructíferos, después de haber sido plantados en buen terreno. El Señor los ha conducido por las murallas del santuario y así llevan fruto para su gloria. Pero sin Dios ¿qué son? ¿Qué son sin la influencia continua de su Espíritu, que los hace fructíferos? 

¡Oh, creyente! Aprende a rechazar el orgullo, viendo que no tienes base para tenerlo. Seas lo que fueres, no tienes por lo que puedas mostrarte orgulloso. Cuanto más tienes más debes a Dios, y tú no debieras estar orgulloso de lo que te hace deudor. Considera tu origen. Mira atrás a lo que eras. Considera lo que serías si no fuese por la gracia divina. Mírate tal cual eres ahora. ¿No te reprocha tu conciencia? ¿No están delante de ti tus mil extravíos diciéndote que no eres digno de ser llamado su hijo? Y si el Señor te ha cambiado en algo, ¿no te das cuenta de que es la gracia de Dios lo que te ha hecho cambiar? 

Creyente, tú habrías sido un gran pecador, si Dios no te hubiese cambiado. Tú que ahora te muestras valiente en defensa de la verdad, si la gracia no te hubiese alcanzado, te mostrarías valiente en defensa del error. Por lo tanto no seas orgulloso. Aunque ahora tienes una rica herencia y una amplia posesión de gracia, nunca tuviste una simple cosa que pudiese llamarse exclusivamente tuya, excepto tu pecado y tu miseria. Extraña infatuación es esta, que habiendo tú pedido prestado todo lo que tienes, pienses ahora en exaltarte a ti mismo; que siendo tú un pobre inválido, dependiente de la generosidad de tu Salvador, y uno que tiene una vida que se extinguiría si no fuese por el manantial de vida que procede de Jesús, seas, sin embargo, orgulloso. ¡Vaya contigo, necio corazón!

ENERO 21 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Y luego todo Israel será salvo". Romanos 11.26

Cuando Moisés cantó ante el mar Rojo, se gozó sabiendo que todo Israel estaba salvo. Ni una gota de agua cayó de aquella sólida muralla hasta que el último hombre del Israel de Dios hubo puesto sus pies con seguridad en la otra ribera del mar. Hecho esto, las aguas se juntaron otra vez, pero no hasta entonces. He aquí una parte de aquel canto: "Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual salvaste". En el día postrero, cuando los elegidos cantarán el canto de Moisés, siervo de Dios y del Cordero, este será el canto triunfal de Jesús: "De los que me diste, ninguno de ellos perdí". En el cielo no habrá tronos desocupados. Todos los que han sido elegidos por Dios, todos los que han sido redimidos por Cristo, todos los que han sido llamados por el Espíritu Santo, todos los que creyeron en Jesús, cruzarán seguros el mar. No todos han desembarcado, pues parte de la hueste ha cruzado ya el mar y parte lo está cruzando ahora. La vanguardia del ejército ya ha llegado a la costa. Nosotros estamos marchando a través de las profundidades, estamos en este día siguiendo con dificultad a nuestro Guía en el corazón de la mar. Estemos de buen ánimo, la retaguardia pronto estará donde ya está la vanguardia; el último de los escogidos pronto habrá cruzado el mar, y entonces se oirá el canto de triunfo, cuando todos estén seguros. Si uno de los suyos estuviese ausente, si uno de su escogida familia fuese desechado, habría una eterna disonancia en el camino de los redimidos, y esto mellaría las cuerdas de las arpas del paraíso de tal forma que nunca podría conseguirse música de ellas. Pero esto no acontecerá, pues todos los suyos tienen que estar allá.

viernes, 20 de enero de 2023

ENERO 20 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Fue Abel pastor de ovejas". Génesis 4.2

Como pastor, Abel santificó su obra para gloria de Dios, y ofreció un sacrificio de sangre sobre el altar y Jehová miró con agrado a Abel y a su ofrenda. Este tipo antiguo de nuestro Señor, es muy claro y distinto. Igual que el primer rayo de luz que tiñe el horizonte a la salida del sol, este pasaje no lo revela todo, pero manifiesta claramente el gran hecho de que el sol se acerca. Al mirar a Abel, pastor y sacerdote a la vez, ofreciendo un sacrificio de suave olor a Dios, descubrimos a nuestro Señor, que lleva ante su Padre un sacrificio que Dios miró siempre con agrado. Abel fue odiado por su hermano, odiado sin causa. Lo mismo pasó con el Salvador. El hombre carnal y natural odió al hombre aceptado, en quien fue hallado el Espíritu de gracia, y no descansó hasta que su sangre fue derramada. Abel cayó y roció su altar y su sacrificio con su propia sangre. Este hecho nos muestra al Señor Jesús, muerto por el odio del hombre, mientras oficiaba como sacerdote delante del Señor. "El buen pastor su vida da por las ovejas".
Lloremos al verle muerto por el odio del género humano, tiñendo los cuernos del altar con su propia sangre. La sangre de Abel habla. Jehová dijo a Caín: "La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra". La sangre de Jesús tiene un lenguaje poderoso, y el significado de su potente grito no es de venganza sino de misericordia. Es precioso más allá de todo lo precioso estar junto al altar de nuestro buen pastor, para verlo sangrar como sacerdote sacrificado, y oír después a su sangre, hablar de paz para todo su rebaño: paz en nuestras conciencias, paz entre judíos y gentiles, paz entre el hombre y su ofendido Hacedor, paz eterna para los hombres lavados en la sangre. Abel fue el primer pastor en cuanto al tiempo, pero nuestros corazones siempre colocarán a Jesús primero en cuanto a excelencia. ¡Sublime guardador de las ovejas, nosotros, el pueblo de tu dehesa, te bendecimos con todo nuestro corazón al verte herido por nosotros!

jueves, 19 de enero de 2023

ENERO 19 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Lo busqué y no lo hallé". Cantares 3.1

Dime dónde perdiste a Cristo y yo te mostraré el lugar más probable donde hallarlo. ¿Lo has perdido en tu cámara secreta, por descuidar la oración? Si así es, allí debes buscar y hallarlo. ¿Lo perdiste a causa del pecado? Entonces sólo lo hallarás abandonando el mal y tratando de mortificar los miembros en los cuales reside la concupiscencia, con la ayuda del Espíritu Santo. ¿Lo perdiste por ser negligente en el estudio de las Escrituras? Entonces debes buscarlo allí. 

Dice un proverbio: "Busca la cosa perdida en el lugar donde se te cayó, pues allí está". Así, pues, busca a Cristo en donde lo perdiste, pues él no se fue.

Pero retroceder en busca de Cristo es pesada labor. Bunyan nos cuenta que el peregrino consideró el camino desandado hacia el cenador, donde había perdido el rollo, el más duro de todos los que había andado. Es más fácil andar veinte kilómetros hacia adelante, que desandar uno en busca del testimonio perdido. Procura pues, al hallar al Maestro, estar estrechamente unido a él. 

Pero, ¿cómo es que lo has perdido? Cualquiera hubiese pensado que tú jamás te separarías de tan precioso amigo, cuya presencia es tan dulce, cuyas palabras son tan consoladoras y cuya compañía es tan querida. ¿Cómo es que no lo miraste continuamente por temor de perderlo de vista? Sin embargo, ya que lo dejaste ir, es una bendición que ahora lo estés buscando, aunque gimas tristemente, diciendo: "¡Oh, si supiese dónde hallarlo!" Sigue buscándole, pues es peligroso estar sin el Señor. Sin Cristo eres igual a una oveja sin pastor; igual a un árbol sin agua; igual a una hoja marchita en la tempestad, no unida al árbol de vida. Búscalo con corazón íntegro y lo hallarás. Entrégate a una búsqueda insistente, y sin duda lo hallarás, para tu gozo y contentamiento.

miércoles, 18 de enero de 2023

ENERO 18 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Queda un reposo para el pueblo de Dios". Hebreos 4.9

Cuán diferente de lo que es aquí será el estado del creyente en el cielo! Aquí ha nacido para fatigarse y sufrir cansancio, pero en la región del Inmortal, la fatiga nunca se conocerá. El creyente, en su ansia de servir al Maestro, halla que su fuerza no es igual a su celo. Su constante clamor es: ¡Ayúdeme a servirte, oh Dios mío! Si es realmente activo, tendrá mucho que hacer: no tanto -por cierto- como desea, pero sí más que suficiente para sus fuerzas, de manera que clamará:  "No me hallo cansado del trabajo, sino por el trabajo".
¡Ah, cristiano! El fatigoso día de cansancio no durará siempre; el sol que se está acercando al ocaso se levantará otra vez, trayendo un día mucho más brillante que todos los que hasta ahora has visto, en la patria donde los redimidos sirven a Dios día y noche, aunque "descansen de sus labores".
Aquí el descanso es parcial, allí es perfecto; aquí el cristiano está siempre perturbado, sabe que todavía "no ha alcanzado", allí todos descansan, pues han alcanzado la cima de la montaña, han ascendido al seno de Dios; más arriba no pueden ir.
¡Oh trabajador abatido por el cansancio, piensa únicamente en el tiempo cuando descansarás para siempre! ¿Puedes concebir esto? Ese descanso es eterno, un descanso que dura. Aquí mis mejores joyas tienen sobre sí la palabra "mortal"; mis hermosas flores se marchitan, mis delicados cálices están completamente secos; mis pájaros más melodiosos caen ante las flechas de la muerte; mis días más placenteros se cambian en noches; y el flujo de mi felicidad se disminuye en un reflujo de tristeza. Pero allí todo es inmortal: las arpas nunca se enmohecen, las coronas no se marchitan, los ojos no se oscurecen, la voz no titubea, el corazón no vacila y el ser inmortal se halla completamente absorto en deleite infinito. ¡Feliz, feliz aquel día, cuando la mortalidad será eliminada por la vida y empiece el eterno descanso!

martes, 17 de enero de 2023

La Fe y La Crisis en la Fe 2 - Marcos 2:1-12 NBLA - Fabián Abregu

No eres Dios: Ciencia cognitiva para abrazar tus límites - ANA ÁVILA

¿Por qué estoy tan cansada y tengo mis pensamientos borrosos, incluso cuando dormí bien durante la noche? ¿Qué me pasa?

ENERO 17 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

Y miré y he aquí el Cordero estaba sobre el monte de Sion. Apocalipsis 14.1

El apóstol Juan tuvo el privilegio de mirar dentro de las puertas del cielo, y al describir lo que vio empieza diciendo: "Miré y he aquí el Cordero". Esto nos enseña que el principal objeto de contemplación en el cielo es "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". Ninguna otra cosa atrajo tanto la atención del apóstol como la persona del Ser Divino, que nos redimió con su sangre. Él es el tema de los cánticos de todos los espíritus glorificados y de todos los santos ángeles. Cristiano, aquí hay gozo para ti; tú has mirado y visto al Cordero. A través de las lágrimas tus ojos han visto al Cordero de Dios quitando tus pecados. Regocíjate, pues. Dentro de poco, cuando las lágrimas de tus ojos habrán sido enjugadas, verás al mismo Cordero exaltado en su trono. Mantener comunión diaria con Jesús es el gozo de tu corazón. En un grado mayor, tendrás en el cielo el mismo gozo. Gozarás de la constante visión de su presencia; vivirás con Él para siempre. "Miré y he aquí el Cordero". El Cordero es el mismo cielo, pues como dice Rutherford: "Cielo y Cristo son la misma cosa". Estar con Cristo es estar en el cielo y estar en el cielo es estar con Cristo. Aquel prisionero del Señor escribe muy elegantemente en una de sus cartas: "¡Oh mi Señor Jesucristo! Si yo estuviese en el cielo sin ti, el cielo sería un infierno; y si yo estuviese en el infierno contigo, el infierno sería un cielo para mí, pues tú eres todo el cielo que yo anhelo". 
Cristiano, ¿no es esto verdad? ¿No dice lo mismo tu corazón? Todo lo que tú necesitas para ser feliza, inmensamente feliz, es "estar con Cristo".

lunes, 16 de enero de 2023

ENERO 16 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Yo te ayudaré, dice el Señor". Isaías 41.14

Oigamos esta mañana a Jesús, mientras nos dice a cada uno: "Yo te ayudaré". Para mí es poca cosa el ayudarte. Considera lo que ya he hecho. ¿Qué? ¿no te ayudé? Yo te compré con mi sangre. ¿Qué? ¿no te ayudé? Yo he muerto por ti; y si he hecho lo más grande, ¿no haré lo más pequeño? ¡Ayudarte! Esto es lo menos que siempre he hecho por ti. He hecho más y haré más. Antes que el mundo fuese formado, te elegí. Hice un pacto para ti; por ti puse de lado mi gloria y me humané; di mi vida por ti. Si hice todo esto, no hay duda de que te ayudaré también ahora. Al ayudarte, te estoy dando lo que ya he comprado para ti. Si necesitaras mil veces tanta ayuda como la que suelo darte, te la daría. Tú pides poco en comparación con lo que estoy dispuesto a darte. Para ti es mucho el pedir, pero para mí es nada el dar. ¿Ayudarte? ¡No temas! Si hubiese una hormiga a la puerta de tu granero pidiendo ayuda, ¿te llevaría a la ruina si le dieras un puñado de trigo? Pues tú no eres otra cosa que un insignificante insecto a la puerta del Dios Omnipotente. ¡Oh alma mía! ¿no te alcanza esto? ¿Necesitas más poder que la omnipotencia de la unida Trinidad? ¿Necesitas más sabiduría que la que existe en el Padre, más amor que el que se manifiesta en el Hijo, o más poder que el que se manifiesta en las obras del Espíritu Santo? Trae aquí tu cántaro vacío, este manantial, sin duda alguna, lo llenará. ¡Apúrate! Junta tus necesidades y tráelas aquí: tu vaciedad, tus dolores y tus necesidades. He aquí, este río de Dios está lleno para suplirlas. ¿Qué otra cosa puedes desear? Alma mía, sal esta mañana, fortalecida con esta promesa. El Dios eterno es tu ayudador. "No temas, que yo soy contigo, no desmayes que yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré".

ENERO 15 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Haz conforme a lo que has dicho". 2 Samuel 7.25

Las promesas de Dios nunca fueron destinadas a ser puestas de lado como papel viejo. Dios determinó que ellas fuesen usadas. El oro de Dios no es como la moneda del avaro, sino es oro acuñado para negociar. Nada place más al Señor que ver sus promesas puestas en circulación. Él se goza cuando ve que sus hijos le presentan las promesas y le dicen: "Haz conforme a lo que has dicho". Glorificamos a Dios cuando le solicitamos el cumplimiento de sus promesas. ¿Piensas que Dios quedará más pobre por darte las riquezas que prometió; que será menos santo por darte santidad, o menos puro por lavarte de tus pecados? Él ha dicho: "Venid luego y estemos a cuenta; si vuestros pecados fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana". La fe, al echar mano de la promesa de perdón, no se entretiene diciendo: "Es esta una preciosa promesa; quisiera saber si es verdadera", sino que va directamente al trono y la presenta diciendo: "Señor, aquí está la promesa, haz conforme a lo que has dicho". Nuestro Señor contesta: "Sea hecho contigo como quieres". Cuando un cristiano halla una promesa, si no la lleva a Dios, lo deshonra; pero cuando se apresura a ir al trono de la gracia y clama: "Señor, no tengo nada que me recomiende, excepto esto: "Tú lo has dicho", entonces lo que desea le será concedido. Nuestro banquero celestial se deleita en pagar sus propios pagarés. Nunca permitas que la promesa se enmohezca. Saca de la vaina la palabra de promesa y esgrímela con santa violencia. No pienses que el Señor se fastidiará porque le recuerdes importunamente sus promesas. A Él le agrada oír los fuertes gritos de las almas necesitadas. Él se deleita en otorgar bendiciones. Dios está más pronto a oír que tú a pedir. El sol no se cansa de alumbrar ni la fuente de fluir. Es característica de Dios mantener sus promesas. Por lo tanto, ve enseguida al trono y di: "Haz conforme a lo que has dicho".

sábado, 14 de enero de 2023

ENERO 14 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Poderoso para salvar". Isaías 63.1

Por las palabras "para salvar" entendemos el conjunto de la gran obra de la salvación, desde el primer deseo santo hasta la completa santificación. Estas palabras encierran multum in parvo.

En realidad, tenemos aquí toda la misericordia en una palabra. Cristo no sólo es poderoso para salvar a los que se arrepienten, sino lo es también para hacer que los hombres se arrepientan. Él llevará al cielo a los que creen; pero, además, es poderoso para dar nuevos corazones a los hombres y para producir en ellos fe. Jesús puede hacer que el hombre que odia la santidad, la ame; y que el que desprecia su nombre, doble ante él sus rodillas. Más aun, pues el poder divino se ve igualmente en la obra posterior. La vida del creyente es una serie de milagros realizados por el "poderoso Dios". 

La zarza arde pero no se consume. Jesús es poderoso para mantener a los suyos en la vida de santidad en que los colocó, y para preservarlos en su temor y en su amor, hasta perfeccionar, en el cielo, sus vidas espirituales.

El poder de Cristo no consiste en hacer que uno crea para, luego, dejarlo que se las arregle por sí solo. Todo al contrario, pues el que empezó la buena obra, la perfeccionará. El que imparte el germen de la vida al alma muerta, sigue la obra y la fortalece hasta romper toda ligadura pecaminosa y hasta que el alma suba perfeccionada de la tierra al cielo. Creyente, aquí tienes estímulo. ¿Estás orando por algún amado? No dejes de orar, pues Cristo es "poderoso para salvar". Tú eres impotente para domar al rebelde, pero tu Señor es todopoderoso. Préndete de aquel potente brazo y excítalo para que dé su fuerza. ¿Te inquieta tu propia situación? No temas, pues su poder es suficiente también para ti. Tanto para empezar la obra en otros, como para proseguir la que ha empezado en ti, Jesús es "poderoso para salvar". La mejor prueba de esto está en que él te ha salvado, y también en las mil bendiciones que ha derramado sobre ti.

ENERO 13 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Había Josaphat hecho navíos en Tharsis, los cuales habían de ir a Ophir por oro, mas no fueron porque se rompieron en Ezion-geber". 1 Reyes 22.48

Las naves de Salomón volvieron seguras, pero las de Josafat nunca llegaron a la tierra del oro. La Providencia prospera a uno y frustra los deseos del otro en el mismo negocio y en el mismo lugar; sin embargo, el Gran Gobernador es tan bueno y sabio en un caso como en el otro. Bendigamos hoy al Señor, al recordar este texto, por los navíos rotos en Ezión Geber, y también por las naves cargadas de bendiciones temporales. No envidiemos a los que tienen más éxito que nosotros, ni murmuremos por nuestras pérdidas, como si nuestras pruebas fueran mayores que las de otros. Aunque nuestros planes terminen en el fracaso, somos, como Josafat, de gran estima delante de la presencia del Señor.

La causa de la pérdida de Josafat es muy digna de ser notada, pues es la causa de una buena parte de los sufrimientos del pueblo de Dios. La causa fue su alianza con una familia pecadora. En 2 Crónicas 20.37
se nos dice que Jehová envió a un profeta a declarar lo siguiente: "Por cuanto has hecho compañía con Ocozías, Jehová destruirá tus obras". Este fue un castigo paternal que parece le sirvió de bendición, pues en el versículo que sigue al de esta mañana, lo hallamos rehusándose a permitir que sus siervos navegaran en los mismos navíos en que navegaban los siervos del rey impío. Quiera Dios que la experiencia de Josafat sirva de advertencia al resto de su pueblo para que eviten "juntarse en yugo desigual con los infieles". Una vida de miseria es, por lo regular, la suerte de los que se unen en matrimonio o en cualquiera otra relación con los hombres de este mundo. ¡Ah! Si pudiéramos tener tal amor a Jesús que, a semejanza de él, pudiésemos ser santos, inocentes, limpios y apartados de pecadores (Hebreos 7.26), pues de no ser así, podemos esperar oír frecuentemente las siguientes palabras: "Jehová destruirá tus obras".

ENERO 12 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Vosotros sois de Cristo". 1 Corintios 3.23

"Vosotros sois de Cristo". Tú eres suyo por donación, pues Dios te entregó a su Hijo; suyo por compra de sangre, pues Él pagó tu redención; suyo por dedicación, pues te ha consagrado para Él; suyo por relación, pues llevas su nombre y eres uno de sus hermanos y coherederos. Esfuérzate por mostrar al mundo que eres el siervo, el amigo y la esposa de Jesús.

Cuando te sientas tentado a pecar, di: "Yo no puedo cometer esta horrenda maldad, pues yo soy de Cristo". Principios que reputamos inmortales prohíben pecar al que es amigo de Cristo. Cuando delante tuyo haya riquezas que puedan ganarse ilegalmente, di que eres de Cristo y no las toques. ¿Estás expuesto a dificultades y a daños? Permanece firme en el día malo, recordando que tú eres de Cristo. ¿Estás colocado donde otros se sientan ociosos y no hacen nada? ¡Levántate a trabajar con todas tus fuerzas! Y cuando el sudor aparezca en tu frente y te sientas tentado a haraganear, grita: "No, yo no puedo detenerme, pues yo soy de Cristo. Si yo no fuese comprado con sangre, podría, a semejanza de Isaac, <recostarme entre las majadas>, pero yo soy de Cristo y no puedo haraganear".
Cuando la música de la sirena del placer quiera tentarte para apartarte de la senda recta, contesta: "tu música no puede fascinarme, pues yo soy de Cristo". Cuando la causa de Dios te llame, conságrate a ella: cuando el pobre te pida, dale tus bienes y date a ti mismo, pues tú eres de Cristo.

Nunca desmientas tu profesión. Sé siempre uno de aquellos cuyas maneras son cristianas, cuya palabra es igual a la del Nazareno, cuya conducta y conversación tienen tanta fragancia de cielo que todos los que te vean digan que tú eres del Salvador y reconozcan en ti sus facciones de amor y su semblante de santidad. "Yo soy romano", era el antiguo motivo para vivir íntegramente. Con mayor razón, pues, sea "Yo soy de Cristo" tu argumento para vivir en santidad.

miércoles, 11 de enero de 2023

ENERO 11 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Estos no tienen raíces". Lucas 8.13

Alma, examínate a la luz de este texto. Tú has recibido con gozo la Palabra y tus sentimientos han sido vivamente impresionados, pero tienes que recordar que recibir la Palabra en los oídos es una cosa y recibir a Jesús en el alma es muy otra cosa. La emoción superficial se une frecuentemente a la dureza de corazón, y la viva impresión que suele hacer la Palabra, no siempre es duradera. En la parábola se nos dice que una parte de la semilla cayó sobre la piedra, en la cual había un poco de tierra. Cuando la semilla empezó a echar raíces, su desarrollo se vio impedido por la dureza de la roca, y en consecuencia, la planta empleó su fuerza en ramas y en hojas, pero como su raíz no tenía humedad, se secó. ¿Es este mi caso? ¿He estado haciendo externa exhibición de cristianismo sin tener la vida interior correspondiente? Las plantas, para tener un desarrollo normal, tienen que crecer para arriba y para abajo al mismo tiempo. ¿Estoy yo arraigado en Jesús con sincera fidelidad y con amor? Si mi corazón queda sin ser ablandado y fertilizado por la gracia, la buena semilla puede germinar por un tiempo, pero al fin se secará, pues no puede florecer en un corazón pedregoso, indómito y no santificado. Debo temer a la piedad que crece y se seca tan pronto como la calabacera de Jonás. 

Tengo que saber lo que cuesta ser seguidor de Jesucristo; ante todo, tengo que sentir la energía de Su Espíritu Santo, y entonces poseeré en mi alma una simiente duradera.

Si mi mente permanece tan insensible como lo fue por naturaleza, el sol de la prueba la secará, y mi duro corazón contribuirá a que el calor se proyecte más terriblemente sobre la semilla mal cubierta; mi religión morirá pronto y mi desesperación será terrible. En vista de esto, árame primero, oh celestial sembrador, y entonces siembra en mí la verdad y permíteme producir para ti una abundante cosecha.

martes, 10 de enero de 2023

ENERO 10 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Me está guardada la corona de justicia". 2 Timoteo 4.8

Oh tú el que dudas, tú que has dicho varis veces "temo que nunca entraré en el cielo", ¡no temas! ¡Todo el pueblo de Dios entrará allá! Me agrada la preciosa expresión del hombre que en su agonía exclamó: "No tengo temor de irme al hogar; todo lo mío está allá; ahora la mano de Dios está sobre el picaporte de mi puerta, y yo ya estoy listo para permitirle entrar". "Pero -le dijo alguien-, ¿no temes perder tu herencia?" No -dijo él-, hay una corona en el cielo que el ángel Gabriel no podría usar, una corona que sólo va bien a mi cabeza. Hay un trono en el cielo que el apóstol Pablo no podría ocupar, pues fue hecho para mí y yo lo poseeré". ¡Oh cristiano, qué gozoso pensamiento! Tu porción es segura: "Queda un reposo para el pueblo". "Pero -dirás tú- ¿no hay posibilidad de que lo pierda?" No, hermano, ese reposo está asegurado. Si soy un hijo de Dios, no lo perderé. Es tan ciertamente mío como si yo ya estuviese allí. Ven, creyente, y sentémonos en la cumbre del monte Nebo y miremos la buena tierra de Canaán. ¿Ves aquel arroyo de la muerte que centellea a la luz del sol? ¿Ves al otro lado de ese arroyo las torres de la ciudad eterna? ¿Alcanzas a ver el grato país y a todos sus alegres habitantes? Ten presente, pues, que si tú pudieses andar a través de esa ciudad, verías escritas en una de sus tantas mansiones las siguientes palabras: "esta es para Fulano de Tal; reservada sólo para él. Su poseedor será llamado algún día para vivir eternamente con Dios". ¡Oh tú el que dudas!, mira la hermosa herencia: es tuya. Si crees en el Señor Jesús, si te has arrepentido de tus pecados, si tu corazón ha sido renovado, entonces tú eres un componente del pueblo del Señor. Hay un lugar, una corona y un arpa especialmente reservadas para ti. Ningún otro podrá tomar tu porción, pues ella está reservada en los cielos especialmente para ti; tú la poseerás dentro de poco tiempo, pues en la gloria no habrá tronos desocupados cuando todos los elegidos se reúnan allá.

lunes, 9 de enero de 2023

ENERO 9 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Yo seré su Dios". Jeremías 31.33

Cristiano, aquí está todo lo que puedes pedir. Para ser feliz necesitas algo que te satisfaga. Y lo que te ofrece este versículo, ¿no es suficiente? Si puedes vaciar en tu copa esta promesa, ¿no dirás como David "mi copa está rebosando", tengo más de lo que mi corazón puede desear? Cuando se cumpla en ti el "Yo soy tu Dios", entonces poseerás todas las cosas. El deseo es, como la muerte, insaciable; pero el que llena todas las cosas en todo, puede satisfacerlo. ¿Quién puede medir la capacidad de nuestros deseos? Pero la inconmensurable riqueza de Dios puede sobrellenarla. ¿No te sientes lleno cuando Dios es tuyo? ¿Necesitas alguna cosa aparte de Dios? ¿No es bastante su suficiencia para satisfacerte, aunque todo lo demás fracase? Pero tú anhelas algo más que una reposada satisfacción; deseas en tus deleites llegar al éxtasis. Ven, alma, en esta porción hay música apropiada para el cielo, pues el Creador del cielo es Dios. La música de ningún instrumento puede producir una melodía igual a la producida por esta promesa: "Yo seré su Dios". En esas palabras hay un profundo mar de gloria, un ilimitado océano de gozo. Ven, baña tu espíritu en él. Nada un siglo y no hallarás ribera; sumérgete por una eternidad y no hallarás fondo. "Yo seré s Dios". Si esto no hace centellear tus ojos de gozo y saltar tu corazón de felicidad, entonces es seguro que tu alma no goza de salud. Pero tú deseas algo más que deleites para el presente; ansías algo en lo cual puedas ejercer esperanza. ¿Qué otra cosa puedes esperar que no sea el cumplimiento de esta gran promesa: "Yo seré su Dios"? Esta es la principal de todas las promesas. El goce de esta promesa nos hace anticipar el cielo. Creyente, permanece en la luz de tu Señor y permite que tu alma sea siempre atraída por su amor. Saca el meollo y la grosura que te da este versículo. Vive en consonancia con tus privilegios y regocíjate con gozo inefable.

domingo, 8 de enero de 2023

ENERO 8 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"El pecado de las cosas santas". Éxodo 28.38

Qué velo es levantado con estas palabras, y qué revelación es hecha! Será para nosotros humillante y provechoso a la vez, detenernos un poco y ver este triste espectáculo. Las iniquidades de nuestro culto público: su hipocresía, formulismo, irreverencia, divagación de corazón y olvido de Dios. ¡Qué medida completa tenemos aquí! Nuestra obra por el Señor: su rivalidad, egoísmo, descuido, flojedad e incredulidad. ¡Qué montón de profanación hay aquí! Nuestras devociones privadas: su flojedad, frialdad, negligencia, somnolencia y vanidad. ¡Qué montaña de tierra muerta hay aquí! Si miramos más cuidadosamente hallaremos que esta iniquidad es mayor de lo que a primera vista parece. El Dr. Payson, escribiendo a su hermano, dice: "Mi parroquia, como mi corazón, se asemeja mucho al jardín del holgazán; y, lo que es peor, hallo que una buena parte de mis deseos por el mejoramiento de ambos, proceden de la jactancia, de la vanidad o de la indolencia. Miro la mala hierba que cubre mi jardín y siento deseos de que sea desarraigada. Pero, ¿por qué? ¿Qué es lo que despierta ese deseo? Quizás el pensamiento de que así podré pasearme por allí y decir para mis adentros: "¡En qué perfecto orden se conserva mi jardín!" Esto es jactancia. O la idea de que mis vecinos lo miren y digan: "¡Cuán hermoso florece su jardín!" Esto es vanidad. O puedo desear que la mala hierba sea destruida porque me hallo cansado de arrancarla. Esto es indolencia. Así que aun nuestros deseos de santidad pueden mancharse de malos motivos. Bajo el césped más verde se esconden las orugas; no necesitamos mirar largo tiempo para descubrirlas. ¡Cuán alentador es pensar que cuando el sumo sacerdote llevaba el pecado de las cosas santas, ponía en su frente las palabras: Santidad a Jehová. Así también Jesús, mientras carga con nuestros pecados, presenta delante de su Padre, no nuestra falta de santidad, sino Su propia Santidad. ¡Oh que el Señor no dé gracia para ver con los ojos de la fe a nuestro Sumo Sacerdote!

La Fe y La Crisis en la Fe 1 - Juan 1:43-51 - Mauro Bustos


sábado, 7 de enero de 2023

ENERO 7 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Para mí el vivir es Cristo". Filipenses 1.21

El creyente no siempre vivió para Cristo. Empezó a hacerlo cuando el Espíritu Santo lo convenció de pecado y cuando, por la gracia, fue llevado a ver al Salvador que agonizaba mientras hacía la propiciación por la culpa de los hombres. Desde el momento del nuevo y celestial nacimiento, el hombre empezó a vivir para Cristo. Jesús es para nosotros, los creyentes, la única perla de gran precio, para conseguir la cual deseamos desprendernos de todo lo que tenemos. Él ha ganado nuestro amor de tal manera que nuestro corazón sólo late por él. Quisiéramos vivir para su gloria y morir en defensa del Evangelio. Él es el modelo de nuestra vida y el ejemplo según el cual quisiéramos esculpir nuestro carácter. 

Las palabras de Pablo significan más de lo que la mayor parte de los hombres piensan. Indican que el propósito de la vida de Pablo era Cristo; sí, Jesús era su vida. Según las palabras de un cristiano de la antigüedad, Pablo "comió, bebió y durmió la vida eterna". Jesús era para Pablo su mismo aliento, el alma de su alma, el corazón de su corazón, la vida de su vida. ¿Puedes decir, como cristiano, que vives para este ideal? ¿Estás haciendo tus negocios para Cristo, o los haces para agradarte a ti mismo y para provecho de tu familia? Tú preguntarás: "¿Acaso es este un motivo mezquino?" Para el cristiano sí lo es. Él profesa vivir para Cristo, ¿cómo puede, pues, vivir para otro fin sin cometer adulterio espiritual? Hay muchos que en alguna medida cumplen con este principio, pero, ¿quién se atreve a decir que ha vivido enteramente para Cristo como lo hizo el apóstol? Sin embargo, sólo esta es la verdadera vida de un creyente. Su fuente, su sostén, su modelo, su fin, todo se resume en una palabra: Jesucristo.
Señor, acéptame; aquí me presento pidiendo vivir sólo en ti y para ti. Permíteme ser como el buey que está entre el arado y el altar, para trabajar o para ser sacrificado, y que mi lema sea: "Listo para todo".

viernes, 6 de enero de 2023

ENERO 6 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Él tiene cuidado de vosotros". 1 Pedro 5.7

La aflicción se mitiga cuando nos persuadimos de que Dios tiene cuidado de nosotros.
Cristiano, no deshonres tu profesión mostrando siempre un rostro que revela preocupación. Ven, echa tu carga sobre tu Señor. No tambalees más bajo un peso que tu Padre no sentiría si lo tuviese sobre él. Lo que para ti es una carga aplastante, sería para él como una imperceptible partícula de polvo sobre una balanza.

¡Oh, hijo del sufrimiento! Sé paciente, Dios no te ha pasado por alto en su providencia. Él, que alimenta a las aves, te dará también a ti lo que necesitas. No te des a la desesperación; espera, espera siempre. Toma las armas de la fe para hacer frente a cualquier tribulación, y así tu heroica resistencia pondrá fin a tus dolores. Hay uno que sin cesar te cuida; su mirada está fija en ti; su corazón late de piedad por tu dolor, y su mano omnipotente te dará sin tardar la ayuda necesaria. Las más oscuras nubes derramarán lluvias de misericordia. Las más densas tinieblas darán lugar a una luminosa mañana.

Si eres miembro de su familia, él mismo vendará tus heridas y sanará tu quebrantado corazón. Que la tribulación no te haga dudar de su gracia, sino más bien te haga comprender que Él te ama tanto en el tiempo de la bonanza como en el de la angustia. ¡Qué vida serena y apacible tendrías si dejaras la solución de tus problemas al Dios de la providencia! Con un poco de aceite en la botija y un puñado de harina en la tinaja Elías sobrevivió al hambre, y tú harás lo mismo. Si Dios tiene cuidado de ti, ¿por qué necesitas estar siempre en angustiosa ansiedad?

¿Puedes confiar en Él para las necesidades de tu alma y no puedes hacer lo mismo para las necesidades de tu cuerpo? Dios nunca ha rehusado llevar tus cargas, ni tampoco ha desfallecido bajo el peso de las mismas. Ven, entonces, alma, abandona ese molesto cuidado y deja todas tus preocupaciones en manos del Dios de la gracia.

jueves, 5 de enero de 2023

ENERO 5 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Y vio Dios que la luz era buena; y apartó Dios la luz de las tinieblas". Génesis 1.4

La luz bien puede ser buena, pues emana de este mandato de bondad: "Sea la luz". Los que gozamos de esa luz debiéramos ser más agradecidos de lo que somos, y ver más de Dios en la luz y por la luz.
Salomón dice que la luz natural es agradable, pero la luz del Evangelio es infinitamente más agradable, porque nos revela cosas eternas y ministra a nuestras naturalezas inmortales. Cuando el Espíritu Santo nos da luz espiritual y abre nuestros ojos para contemplar la gloria de Dios en la faz de Jesucristo, vemos el pecado en sus colores reales y nos vemos a nosotros mismos en nuestra verdadera posición. Vemos al Santísimo Dios como se revela a sí mismo, vemos el plan de misericordia tal como él lo presenta y al mundo venidero tal como él lo describe. La luz espiritual tiene muchos colores y destellos prismáticos, pero ya sean ellos conocimiento, gozo, santidad o vida eterna, todos son divinamente buenos. Si la luz recibida es tan buena, ¡qué será la luz en esencia, y cuán glorioso será el lugar donde él se revela a sí mismo! ¡Oh, Señor, ya que la luz es tan buena, danos más luz, más de ti mismo, que eres la verdadera luz!
En cuanto algo bueno viene al mundo enseguida es necesaria una división. La luz y las tinieblas no tienen comunión. Dios las ha dividido; no las confundamos, pues. Los hijos de luz no deben tener comunión con los hechos, las doctrinas y las falsedades de las tinieblas. Los hijos del día deben ser sobrios, honestos e intrépidos en la obra del Señor, dejando las obras de las tinieblas a aquellos que habitan por siempre en ellas. Nuestras iglesias deben, por la disciplina, dividir la luz de las tinieblas, y cada uno particularmente, por su distinta separación del mundo, debe hacer lo mismo.
Al juzgar, al obrar, al oír, al enseñar, debemos siempre discernir entre lo precioso y lo vil, y mantener la grande distinción que Dios hizo el primer día del mundo.

¡Oh Señor Jesús, sé tú nuestra luz en todos nuestros días, porque tu luz es la luz de los hombres!

miércoles, 4 de enero de 2023

La luz poderosa - Juan 1:1-5 - Eric Abisror


ENERO 4 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". 2 Pedro 3.18

"Creced en la gracia". No sólo en una gracia sino en toda gracia. Crezcan en la fe, que es la gracia fundamental. Crezcan en las promesas más firmemente de lo que lo han hecho hasta ahora. Que la fe crezca en plenitud, en constancia y en sencillez. Crezcan también en amor. Pidan que su amor sea más amplio, más intenso y más práctico; que influya en cada pensamiento, palabra y obra. Crezcan asimismo en humildad. Procuren estar humillados y conocer más su propia nulidad. A medida que crecen hacia abajo en humildad, procuren crecer también hacia arriba, aproximándose más a Dios en oración y teniendo más íntima comunión con Jesús. 

Que el Espíritu Santo les permita crecer en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador. El que no crece en el conocimiento de Jesús rehúsa ser bendecido. "Conocerle es vida eterna", y progresar en el conocimiento es crecer en felicidad. El que no ansía conocer más de Cristo, aún no conoce nada de él. Cualquiera que haya bebido de este vino ansía beber más, pues aunque Cristo satisface, es esa satisfacción en la cual el apetito no se sacia, sino más bien se estimula. Si tú conoces el amor de Jesús entonces "como el ciervo brama por las corrientes de las aguas", tú bramarás por más profundos tragos de su amor. Si no deseas conocerle mejor, entonces no lo amas, pues el amor siempre exclama: "Cerca, más cerca". La ausencia de Cristo es infierno, pero la presencia de Cristo es cielo. 

No descanses satisfecho sin un creciente conocimiento de Jesús. Busca conocerlo más en su divina naturaleza, en su humildad, en su obra, en su muerte, en su resurrección, en su gloriosa intercesión y en su futuro advenimiento como Rey.

Permanece mucho cerca de la cruz e investiga el misterio de las heridas del Señor. Un aumento de amor hacia Jesús y una mejor comprensión de su amor para con nosotros, es una de las mejores pruebas de crecimiento en la gracia.

martes, 3 de enero de 2023

ENERO 3 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

 "Te daré por alianza del pueblo". Isaías 49.8

Jesucristo mismo es la esencia y la sustancia de la alianza, y como uno de los dones de la misma, es Él la posesión de todo creyente. Hermano, ¿puedes apreciar lo que has obtenido en Cristo? "En él habita toda la plenitud de la deidad corporalmente". Considera la inmensidad de la palabra DIOS, y luego medita en aquel "hombre perfecto" y en toda su hermosura, porque todo lo que Cristo, como Dios y hombre, ha tenido o puede tener, es tuyo de pura gracia, dado a ti para que sea perpetuamente tu heredada posesión. 
Nuestro bendito Jesús, como Dios, es omnisciente, omnipresente y omnipotente. ¿No te consuela saber que todos estos grandes y gloriosos atributos son completamente tuyos? 
¿Jesús tiene poder? Entonces ese poder es tuyo para sostenerte y para fortalecerte; para vencer a tus enemigos y para preservarte hasta el fin. 
¿Jesús tiene amor? Entonces ten presente que no hay en su corazón una partícula de ese amor que no sea tuya; puedes sumergirte en el inmenso océano de su amor y decir: "Todo es mío".
¿Jesús tiene justicia? Este parece un atributo severo, pero sin embargo es tuyo, pues Jesús desea que todo lo que te ha sido prometido en el pacto de la gracia, por su justicia, te sea enteramente asegurado.
Todo lo que Él tiene como hombre perfecto, es tuyo. Como hombre perfecto que fue, el Padre se agradó en él y lo aceptó. Hermano, la aceptación que Dios hizo de Cristo es tu aceptación. 
¿No sabes que el amor que el Padre depositó en el perfecto Cristo lo deposita ahora en ti? Todo lo que Cristo hizo es tuyo. Aquella perfecta justicia que Cristo logró, cuando por medio de su inmaculada vida, cumplió la ley y la magnificó, es tuya y te es imputada. Cristo está en el pacto.
En la tormenta es mi sostén.
El pacto que juró y selló.
Su amor es mi supremo bien,
Su amor que mi alma redimió.

lunes, 2 de enero de 2023

ENERO 2 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Perseverad en oración". Colosenses 4.2

Es interesante notar cuántos pasajes en las Sagradas Escrituras se ocupan de la oración, suministrando ejemplos, inculcando preceptos y haciendo promesas. Apenas abrimos la Biblia leemos: "Entonces los hombres empezaron a invocar el nombre del Señor", Gén. 4.26. Y pocas palabras antes de terminar el Libro, nos hallamos con el amén de una ardiente súplica. Hay innumerables ejemplos: Aquí hallamos a Jacob que lucha, allá a Daniel que ora tres veces por día, y más allá a David que clama a Dios con todo su corazón. En el monte vemos a Elías, en el calabozo hallamos a Pablo y a Silas. Tenemos multitudes de mandamientos y miríadas de promesas. ¿Qué otra cosa nos enseña esto sino la sagrada importancia y la necesidad de la oración?
Estemos seguros de que cualquier cosa que Dios ha destacado en su Palabra, desea que ocupe un lugar importante en nuestras vidas. Si ha hablado mucho de la oración, es porque sabe que tenemos necesidad de ella. Tan grandes son nuestras necesidades que hasta que estemos en el cielo no debemos cesar de orar.

¿No necesitas nada? Entonces temo que no conoces tu pobreza. ¿No tienes favor que pedir a Dios? Entonces que la misericordia de Dios te muestre tu miseria. Un alma sin oración es un alma sin Cristo. La oración es el balbuceo del niño en la fe, el clamor del creyente que lucha y la música del santo que agoniza y duerme en Jesús. La oración es la respiración, la consigna, el consuelo, la fortaleza y el honor del cristiano. Si eres hijo de Dios, buscarás el rostro de tu Padre y vivirás en su amor. Pide a Dios que te conceda este año ser santo, humilde, celoso y paciente. Ten una comunión más íntima con Cristo y entra más frecuentemente en el banquete de su amor. Pídele que te haga un ejemplo y una bendición a otros, y que te ayude a vivir más para la gloria del Maestro. La marca de este año debe ser: "Perseverad en oración".

ENERO 1 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año". Josué 5.12

La peregrinación de Israel había concluido y el prometido reposo había llegado. No más traslado de carpas, no más serpientes ponzoñosas, no más fieros amalecitas ni yermos desiertos. Llegaron a la tierra que fluía leche y miel y comieron el añejo grano de la tierra. Quizás este año, amado lector, este sea tu caso o el mío. Gozosa es esta esperanza; y si la fe se muestra activa nos dará inmaculado placer.

Estar con Cristo en el reposo que queda para el pueblo de Dios es, en verdad, una esperanza gozosa, y esperar esta gloria tan pronto, es una doble gloria. La incredulidad se estremece ante el Jordán que aun corre entre nosotros y la hermosa tierra, pero estemos seguros de que ya hemos experimentado mayores males que los que la muerte -en el peor de los casos- nos puede causar. Desechemos todo temor y regocijémonos con gran gozo en la esperanza de que este año empezaremos a estar con el Señor.

Una parte del ejército permanecerá este año en la tierra para servir al Señor. Si esta fuere nuestra suerte, no hay razón porque este texto no sea verdadero aun en este caso. Entramos en el reposo los que hemos creído. El Espíritu Santo es la garantía de nuestra herencia; la gloria que él nos da, comienza aquí. Los que residen en el cielo están seguros, y los que estamos en la tierra somos preservados en Cristo. Allí ellos triunfan de sus enemigos, y nosotros aquí también obtenemos victorias. Los espíritus celestiales tienen comunión con el Señor, y nosotros también la tenemos. Ellos cantan sus alabanzas, y nosotros también gozamos de este privilegio. Nosotros recogeremos este año frutos celestiales en la tierra, donde la fe y la esperanza han hecho el desierto semejante al jardín del Señor. El hombre comió antiguamente el alimento de los ángeles, ¿y por qué no ahora? ¡Que la gracia nos enseñe a alimentarnos de Jesús, de modo que podamos este año comer el fruto de la tierra de Canaán!