Versículo para hoy:

jueves, 19 de mayo de 2016

ESTO Y NADA MÁS - Winn Collier

Una visión fresca de Dios - Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – MAYO 19

“Deseando morirse”. 1 Reyes 19:4.

ES notable que el hombre que nunca debía morir, a quien Dios había señalado una suerte infinitamente mejor, el hombre que tendría que ser llevado al cielo en un carro de fuego y ser trasladado para no ver muerte, orara de esta forma: “Quita mi vida, que no soy mejor que mis padres”. Tenemos aquí una memorable prueba de que Dios no siempre contesta las oraciones como las hacemos aunque en verdad siempre las contesta. El dio a Elías algo mejor de lo que pidió y así, en realidad, Dios lo oyó y le respondió. Es extraño que Elías, que tenía un corazón de león, se sintiese tan deprimido por la amenaza de Jezabel, que pidiera la muerte; pero, felizmente, nuestro bondadoso Padre celestial no contestó a su desanimado siervo al pie de la letra. Hay un límite para la doctrina de la oración de fe. No debemos esperar que Dios nos dé todo lo que queremos pedirle. Sabemos que algunas veces pedimos y no recibimos porque pedimos mal. Si pedimos lo que no está prometido; si nos oponemos al espíritu que el Señor quiere que cultivemos; si pedimos contrariamente a su voluntad o a los decretos de su providencia; si meramente pedimos para la satisfacción de nuestros deseos, sin pensar en la gloria de Dios, no debemos esperar recibir nada. Con todo, cuando pedimos con fe, no dudando nada, si no recibimos precisamente la cosa que pedimos, recibiremos en lugar de ella su equivalente y más que su equivalente. Como alguien dijo: “Si el Señor no paga en plata, paga en oro; si no paga en oro, paga en diamante”. Si no te da precisamente lo que pides, te dará lo que es equivalente y lo que te gustará recibir en lugar de aquello. Permanece, pues, querido lector, mucho en oración y haz de esta noche un tiempo de ardiente intercesión, pero ten cuidado con lo que pides.

Charles Haddon Spurgeon