Versículo para hoy:

miércoles, 13 de julio de 2016

Aliento para perseverar - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Nuestra debilidad muestra la fortaleza de Dios.

Programas de la serie

Tomado de Nancy Leigh DeMoss. Programa radial emitido Julio 13, 2016. www.AvivaNuestrosCorazones.com.

LECTURAS VESPERTINAS – JULIO 13

Serán luego vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare: En esto conozco que Dios es por mí”. Salmo 56:9.

ES imposible que cualquier lengua humana pueda expresar todo el significado que tiene esta encantadora frase: “Dios es por mí”. Dios fue “por nosotros” antes que los mundos fuesen; fue “por nosotros” o no hubiese dado a su bienamado Hijo; fue “por nosotros” cuando hirió al Unigénito y puso sobre él todo el peso de su ira; fue “por nosotros” aunque fue contra Jesús. Dios nos amó cuando en la caída nos perdimos; nos amó a pesar de todo. El era “por nosotros” cuando nos rebelamos contra él y con soberbia lo desafiamos; era “por nosotros”, de lo contrario no nos hubiese conducido a buscar humildemente su rostro. El ha sido “por nosotros” en muchas luchas; hemos sido llamados a hacer frente a una multitud de peligros; hemos sido atacados por tentaciones de adentro y de afuera. ¿Cómo hubiéramos podido permanecer ilesos hasta ese momento si él no hubiese sido “por nosotros”? El es “por nosotros” con toda la inmensidad de su ser, con toda la omnipotencia de su amor, con toda la infalibilidad de su sabiduría. Ataviado con todos sus divinos atributos, él es “por nosotros”; eternamente e inmutablemente “por nosotros”. “Por nosotros” cuando el lejano cielo azul sea enrollado como un gusano fuera de su envoltura; “por nosotros” a través de la eternidad. Y porque él es “por nosotros”, la palabra de oración siempre nos garantizará su ayuda. “Serán luego vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare”. Esta no es una esperanza dudosa, sino una seguridad bien fundamentada: “en esto conozco”. Yo dirigiré a ti mi oración y aguardaré la respuesta, seguro de que vendrá, y de que mis enemigos serán derrotados, “porque Dios es por mí”. ¡Oh creyente, cuán feliz eres tú teniendo a tu lado al Rey de reyes! ¡Cuán seguro estás con tal Protector! ¡Cuán segura está tu causa al ser defendida por tal Abogado! Si es Dios por ti, ¿quién puede ser contra ti?

Charles Haddon Spurgeon.