Versículo para hoy:

martes, 14 de febrero de 2023

FEBRERO 11 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Y los conocían que habían estado con Jesús". Hechos 4.13


Un cristiano debe ser un fiel retrato del Hijo de Dios. Tú habrás leído biografías de Jesús correcta y elocuentemente escritas, pero la mejor biografía de Cristo es la biografía viviente, grabada en las palabras y en los hechos de su pueblo.
Si fuéramos lo que profesamos ser, seríamos retratos de Cristo; sí, seríamos tan semejantes a Jesús que el mundo no diría (después de haber estado con nosotros largo tiempo): "Sí... algo se parece..." sino, al vernos, exclamaría inmediatamente: "Este ha estado con Jesús, ha sido enseñado por él, es semejante a él, ha comprendido el pensamiento del santo Hombre de Nazareth y lo pone en práctica en su vida y en las acciones de cada día". El cristiano debe asemejarse a Cristo en su intrepidez. Cristiano, nunca te avergüences de tu religión, pues ella nunca serpa para ti un motivo de oprobio. Hónrala siempre con una vida ejemplar. Sé semejante a Jesús: muy valiente en favor de tu Dios. Imítalo en su benignidad. Piensa, habla y obra afectuosamente, para que los hombres puedan decir de ti: "Este ha estado con Jesús". Imítalo en su santidad. ¿Se mostró Jesús celoso por su Dios? Muéstrate tú también; busca hacer siempre lo bueno. No desperdicies el tiempo, que es muy precioso. ¿Se negó Jesús a sí mismo, no mirando nunca su propio interés? Sé tú lo mismo. ¿Fue piadoso? Sé entonces ferviente en tus oraciones. ¿Se sometió él a la voluntad de su Padre? Sométete tú también. ¿Fue paciente? Aprende tú también a soportar; y sobre todo, aprende, como el más acabado retrato de Jesús, a perdonar a tus enemigos como lo hizo él, y haz que las palabras de tu Maestro: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", resuenen siempre en tus oídos. Perdona como esperas ser perdonado. Amontona carbones de fuego sobre la cabeza de tu enemigo, mostrándote bondadoso. Recuerda que hacer bien por mal es asemejarse a Dios. Sé semejante a Dios, pues, y en todos los caminos y por todos los medios, vive de tal manera que todos puedan decir de ti; "Este ha estado con Jesús".

FEBRERO 10 - LECTURAS MATUTINAS C. H. SPURGEON

"Sé tener abundancia". Filipenses 4.12

Hay muchos que saben "estar humillados", pero que no han aprendido cómo "tener abundancia". Cuando son colocados en la cima de una montaña se marean y caen inmediatamente. El cristiano deshonra más a menudo su profesión en la prosperidad que en adversidad. Es peligroso ser próspero. El crisol de la adversidad es una prueba menos severa para el creyente que el refinamiento de la prosperidad. ¡Cuánta debilidad de alma y cuánto descuido de las cosas espirituales nos ha venido a través de las mercedes y de las abundancias de Dios! Sin embargo, no debe necesariamente ser así, pues el apóstol nos dice que él sabe cómo tener abundancia. Cuando tenía mucho, sabía cómo usarlo. La gracia abundante lo capacitaba para poseer abundante prosperidad. Cuando su barco iba viento en popa, lo cargaba con mucho lastre, y así flotaba con seguridad. Se necesita más que habilidad humana para llevar la rebosante copa de gozo mortal con mano firme. Sin embargo, el apóstol había aprendido aquel arte, pues dice: "En todo y por todo estoy enseñado así apara hartura, como para hambre". Saber cómo estar hartos es algo que solo Dios puede enseñarnos. Los israelitas estuvieron hartos una vez, pero estando aun la carne en sus bocas, la ira de Dios vino sobre ellos. Muchos han pedido bendiciones sólo con el fin de satisfacer la codicia de sus propios corazones. La abundancia de pan ha producido frecuentemente abundancia de sangre, y eso trajo como consecuencia desenfreno de espíritu. Cuando tenemos mucho de las mercedes providenciales de Dios, acontece frecuentemente que tenemos poco de la gracia de Dios, y sentimos poca gratitud por las abundancias que recibimos. Estamos hartos y nos olvidamos de Dios; estamos satisfechos con las cosas terrenales y nos resignamos a dejar de lado el cielo.
Estemos seguros de que es más difícil saber cómo estar hartos que aprender a sufrir hambre. Es terrible la tendencia de la naturaleza humana al orgullo y al olvido de Dios. ¡Ten cuidado de pedir en tus oraciones que Dios te enseñe "cómo estar saciado".