Versículo para hoy:

viernes, 13 de julio de 2018

MURMURACIONES ESCÉPTICAS Y GRACIA SOBERANA - John Piper

«Por eso los judíos murmuraban de Él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: “Yo he descendido del cielo”? Respondió Jesús y les dijo: No murmuréis entre vosotros. Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió. Y yo lo resucitaré en el día final. Escrito está en los profetas: “Y todos serán enseñados por Dios.” Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que viene de Dios, éste ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.» Juan 6:41-51.

Lo que es Controversial

La parte controversial es: "Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió." Una razón por la cual esto es controversial es que si usted sólo interpreta el versículo de manera literal, pudiera obtener dos significados diferentes.

Por una parte, pudiera significar que nadie viene a Jesús sin la guía de Dios, y Dios guía a todos, pero sólo algunos vienen. Así que la guía de Dios no provoca el acercamiento a Jesucristo; sólo lo hace posible. Y, entonces, el que viene provee el impulso decisivo, o la causa decisiva.

O, por otro lado, pudiera significar que nadie puede venir a Jesús sin la guía de Dios, y todos los que son guiados vienen porque la influencia de Dios produce, infaliblemente, el acercamiento. Pudiera significar que el Padre sólo guía a algunos porque realmente nadie viene, y esa causa decisiva para venir es Dios, no el hombre.

Para tratar de comprender qué quiso decir Jesús en realidad, veamos el contexto. Continuar leyendo...

Fuente: By John Piper. © Desiring God. Website: desiringGod.org

El Padre Nuestro, día 13 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



JULIO 13

“Porque ciertamente te libraré, y no caerás a cuchillo, sino que tu vida te será por despojo, porque tuviste confianza en mí, dice Jehová”. Jeremías 39:18.

Mirad el poder de la confianza en Dios, cómo protege. Los grandes de Jerusalén cayeron por la espada, pero el pobre Ebed-melec estaba seguro, porque tenía su confianza en Jehová. ¿En quién debe un hombre confiar, sino en su Hacedor? Somos insensatos cuando preferimos la criatura al Creador. ¡Oh, si en todas las cosas pudiésemos vivir por la fe; entonces seríamos librados en todo tiempo de peligro! Ninguno jamás confió, ni confiará en el Señor en vano.

El Señor dice: “Ciertamente te libraré”. Notemos la certeza divina. Por mucho que haya incierto en la vida, el cuidado de Dios para sus creyentes es cierto. El mismo Dios es el protector de los benignos. Bajo sus alas sagradas hay seguridad aun cuando haya toda clase de peligro por todas partes. ¿Podemos aceptar esta promesa como cierta? Entonces en nuestra necesidad presente encontraremos que se cumple. Esperamos ser librados porque tenemos amigos, o porque somos prudentes, o porque podemos ver señales de grandes esperanzas; pues ninguna de estas cosas es ni la mitad de buena que la sencilla palabra de Dios: “porque tuviste confianza en mí”. Querido lector, haz la prueba de este camino, y probándolo lo seguirás toda tu vida. Es tan dulce como seguro.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.