Versículo para hoy:

lunes, 29 de enero de 2024

ENERO 29 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Tu corazón buscará satisfacciónel día de hoy. ¿La buscarás en la creación o en el Creador?

Era muy obvio lo que estaba sucediendo, pero no para él. Yo era su jardinero y me encontraba en la entrada de su casa cuando llegó -una vez más- estrenando un nuevo auto. Había visto esta escena una y otra vez. De hecho, ya casi no tenía espacio en su cochera para más autos. Al saltar de su nuevo juguete, me preguntó qué pensaba. Le dije: "No creo que funcione" "No sé de qué me hablas", me dijo, "es un carro nuevo". Le dije: "Creo que lo que estás tratando de hacer no funciona". Me dijo: "No tengo idea de lo que intentas decirme". "¿Cuántos carros necesitas para entender que un auto no tiene la capacidad de satisfacer tu corazón?" Un poco desilusionado, me dijo: "¡Vaya, hiciste llover sobre mi desfile!" Sí que lo hice, y fue un gran momento para compartir el evangelio con él.

El mundo de los sentidos -la vista, el olfato, el tacto, el oído y el gusto- es maravilloso y hermoso. Pareciera que hay una infinidad de glorias por descubrir a la vuelta de la esquina. El canto de un ave, el aroma de un filete en el asador, la grandeza de una montaña, el poder del viento, la gracia de un venado, las olas del mar, la belleza del atardecer y la ternura de un beso; todo esto es maravilloso. Pero hay una cosa que siempre debes recordar al entrar al mundo de los sentidos. La creación no tiene la habilidad de satisfacer tu corazón. El mundo no puede ser tu salvador. Cuando le pides a las cosas creadas que hagan cosas para las que no fueron diseñadas, tendrás satisfacción a corto plazo, así que tendrás que volver a ellas una y otra vez. Debido a que esa satisfacción no perdura, el mundo creado te deja endeudado, adicto y obeso.

Las glorias del mundo creado tienen el propósito de ser gloriosas, pero no de ser el clímax de tu satisfacción. No, todas las glorias del mundo creado tienen el propósito de ser aquello que te señala a la gloria de Dios, quien es el creador de todas ellas y quien es el único capaz de darte vida. Adorar a la creación nunca es el camino a la vida, de hecho, te lleva a la dirección opuesta. Hoy le darás tu vida a algo. ¿Se la darás al Creador, quien con Su gracia puede satisfacer y transformar tu corazón, o se la darás a la creación, la cual no fue diseñada para ninguna de las dos cosas?

Para profundizar y ser alentado: Jeremías 10

ENERO 28 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 La oración me llama a no analizar la vida con los los anteojos del presente, sino con los de la perspectiva eterna.

¿Cuál es la oración más necesaria -y a la vez más peligrosa- que podrías orar? Es aquella oración que te lleva más allá de los pequeños caprichos y deseos que acaparan la mayoría de tus oraciones. Está bien orar por tu trabajo, tu matrimonio, tu familia, tus finanzas, tu casa, tus niños, tu retiro, tus vacaciones, tus inversiones, tu iglesia, tu salud, el gobierno y el clima, pero eso no es suficiente. Este tipo de oración sigue el modelo "yo, aquí y ahora". Está basada en la vida en este momento y en lo que yo creo que necesito. Sí, a Dios le importa tu vida presente y te da de Su gracia para este momento. Él está contigo y para ti aquí y ahora, pero te llama a ver tu vida desde una perspectiva que va más allá de este momento y más allá de tu habilidad de diagnosticar lo que realmente necesitas.
La oración que Cristo nos llama a orar requiere que dejemos a un lado nuestras agendas momentáneas y, en vez de ellas, tomemos la Suya. Esta oración requiere que cambiemos nuestros deseos distorsionados por los Suyos. Este es el modelo de oracion "Tú, por siempre", ya que requiere que tomes la perspectiva eterna: dejar ir tus ambiciones y someterte bajo el reinado de otro. Es una oración corta, pero peligrosa. ¿Por qué "peligrosa"? Porque tiene el poder de poner de cabeza tu vida, de hacerte una persona muy diferente a la que has sido. Esto es lo que hemos sido llamados a orar: "Venga Tu reino, hágase Tu voluntad, aquí y ahora en mi vida, así como en el cielo" (lee Mateo 6:10). Es solo cuando te rindes ante estas palabras que Jesús te invita a orar sobre tus necesidades momentáneas.
Aquí encontramos gracia. No tengo que esforzarme en ser rey y no tengo que llevar las cargas de un rey, ya que tengo al Rey mismo. En este reino soy bendecido con todas las cosas que he de necesitar y, al ser bienvenido a Su reino, soy incluido en algo que nunca, nunca terminará. Entonces ora esa oración, ya que esa gracia "peligrosa" es lo que realmente necesitamos. No lo pienses más. Hazlo ahora mismo. ¿Por qué has de vivir por aquello que se esfumará? ¿Por qué has de darle tu corazón a lo que nunca será capaz de darte satisfacción? ¿Por qué has de decirte a ti mismo que ya sabes lo que necesitas, cuando Aquel que te creó te conoce mucho mejor y ha prometido darte lo que en realidad necesitas?
Para profundizar y ser alentado: Lucas 22:39-48