Versículo para hoy:

domingo, 21 de enero de 2024

ENERO 21 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Cuando le pedimos al presente que nos dé lo que solo la eternidad puede darnos, estaremos frustrados, desanimados y desesperanzados.

La llamo "esquizofrenia evangélica". Causa mucha confusión, frustración y desánimo. Nos deja con expectativas irreales y nos decepciona frecuentemente. Nos conduce a exigir demasiado de las personas que nos rodean y a esperar en ellas más de lo que deberíamos. Provoca que busquemos una y otra vez lo que no encontraremos y que nos gastemos muchas horas preguntándonos por qué no lo encontramos. Inclusive, algunas veces causa que dudemos de la bondad de Dios.

"¿Qué es la esquizofrenia?", te preguntas. Es el hecho de decir que creemos en la eternidad, pero vivimos como si este mundo fuera todo lo que hay. Esta contradicción entre nuestro sistema de creencias y nuestra vida diaria no puede funcionar. Esta es la razón.

En primer lugar, la vida cristiana no tiene sentido sin la eternidad. Este es el argumento de 1 Corintios 15. Si Aquel a quien le has dado tu vida no restaura todo lo que el pecado ha roto, ¿de qué sirve tu fe?

En segundo lugar, tú y yo hemos sido diseñados para la eternidad. Eclesiastés 3:11 declara que Dios ha puesto la eternidad en el corazón de cada persona. Eso significa que todos anhelan el paraíso. Nadie está satisfecho con el estado del mundo presente. Entonces, tienes dos opciones: (1) puedes esforzarte en hacer de tu vida presente un paraíso, pero serás decepcionado, o (2) puedes vivir en este mundo caído con el reposo y la paz que proviene de saber que hay un lugar en el paraíso reservado para ti. Es cierto, debemos estar tristes por el estado presente del mundo y debemos ser agentes de cambio en las manos poderosas de Dios, pero no debemos estar ansiosos o preocupados. Tú sabes que este mundo no ha sido abandonado por Dios. Tú sabes que Dios está llevando a cabo Su plan eterno. Dios está llevando todas las cosas a su conclusión final. Tal vez no veas esto todos los días, pero sabes que es cierto. En medio de tu tristeza hay celebración, ya que has leído el último capítulo y sabes cómo termina la gran historia de Dios.

Entonces, levántate cada mañana y dedícate a hacer todas las cosas que Dios dice que son buenas, pues sabes que si la gracia de Dios puso la eternidad en tu corazón, no hay nada que hagas en el nombre de Dios que sea en vano.

Para profundizar y ser alentado: 1 Corintios 15:12-34