Versículo para hoy:

domingo, 25 de septiembre de 2016

LECTURAS VESPERTINAS – SEPTIEMBRE 25

“El cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría”. 1 Corintios 1:30.

EL intelecto del hombre va en busca de tranquilidad, pero, por naturaleza, la busca lejos del Señor Jesucristo. Los hombres de ilustración, aun cuando sean convertidos, están propensos a considerar, con poca reverencia y afecto, la sencillez de la cruz de Cristo. Están enredados en la antigua red en la cual fueron atrapados los griegos y evidencian un marcado antojo por mezclar la Filosofía con la Revelación. El hombre de refinada cultura y de elevada ilustración tiene la tentación de apartarse de la sencilla verdad de Cristo y de idear, como lo dice el término, una doctrina más intelectual. Esto condujo al gnosticismo a las primitivas iglesias cristianas y las embelesó con toda suerte de herejías. Aquí tenemos la raíz de la Neología y de las otras bellas cosas que en días pasados estaban tan de moda en Alemania y que ahora están entrampando a cierta clase de teólogos. Quienquiera seas, buen lector, y cualquiera sea tu preparación, ten por cierto que si eres del Señor, no hallarás ninguna tranquilidad en la teología filosófica. Puedes recibir este dogma de un gran pensador o ese desvarío de otro profundo razonador, pero lo que la paja es al trigo, así serán esas cosas al lado de la pura palabra de Dios. Todo lo que esa razón, cuando está muy bien guiada, puede resolver es sólo el abecé de la verdad y, aun en eso, carece de certidumbre, mientras que en Cristo “están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento”. Toda tentativa de parte de los cristianos de quedar satisfechos con sistemas que merezcan la aprobación de los Unitarios y de los de la Iglesia Liberal, tiene que fracasar. Los genuinos herederos del cielo tienen que volver a la muy sencilla realidad que hace brillar de gozo el ojo del gañán y alegra el corazón del pobre piadoso. “Jesucristo vino al mundo a salvar a los pecadores”. Cuando es recibido con fe, Jesús satisface el intelecto más preparado. Pero fuera de él, la mente del regenerado no halla tranquilidad. “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Buen entendimiento tienen cuantos ponen aquellos por obra”.

Charles Haddon Spurgeon.