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jueves, 11 de enero de 2018

Estresado al máximo: ¿cómo desea Dios que lidiemos con el estrés? – Parte 2 - Sharon Dickens



Estresado al máximo: ¿cómo sabes si estás demasiado estresado? – Parte 1 - Sharon Dickens



La actitud de hospitalidad - Nancy DeMoss de Wolgemuth


ENERO 11

“Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes”. Génesis 9:14.

Ahora mismo las nubes abundan, pero no tememos que el mundo sea destruido por un diluvio. Vemos el arco iris bastante a menudo para impedir tales temores. El pacto que el Señor hizo con Noé se mantiene y no tenemos la menor duda tocante a esto. Entonces, ¿por qué pensamos que las nubes de pena que ahora oscurecen nuestro cielo terminarán en nuestra destrucción? Echemos fuera tales temores infundados y deshonrosos.

La fe siempre ve el arco de promesa pactada, cuando quiera que los sentidos ven la nube de aflicción. Dios tiene un arco con el cual podría lanzar sus flechas de destrucción; pero mira, está vuelto hacia arriba. Es un arco sin flecha y sin cuerda; es un arco extendido para muestra, no más usado para la guerra. Es un arco de muchos colores, expresión de gozo y delicia, y no un arco encarnado con la muerte, o negro con la ira. Seamos de buen ánimo. Dios nunca oscurece nuestro cielo de tal modo que deje su pacto sin testigo; y aun si lo hiciera, confiaríamos en Él, siendo que no cambia ni miente, ni de ninguna manera faltará en el cumplimiento de su pacto de paz. Hasta que las aguas aneguen la tierra no tendremos motivo para dudar de nuestro Dios.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.