Versículo para hoy:

sábado, 27 de enero de 2018

ENERO 27

“Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y seréis confusos en vuestra misma presencia por todos vuestros pecados que cometisteis”. Ezequiel 20:43.

Cuando somos aceptos al Señor, y estamos en el lugar del favor, de la paz y de la seguridad, entonces somos movidos a arrepentirnos de todas nuestras culpas y mala conducta hacia nuestro benigno Dios. El arrepentimiento es de tanto valor, que podemos llamarlo un diamante de primera calidad, y es prometido dulcemente al pueblo de Dios como un resultado de la salvación que más santifica. El que acepta el arrepentimiento, también da el arrepentimiento; y no lo da de su “caja amarga”, sino de entre las “hojuelas con miel”, con las cuales alimenta a su pueblo. El mejor modo de disolver un corazón de peña es tener un sentimiento de perdón que ha sido comprado con sangre y de misericordia inmerecida. ¿Nos sentimos duros? Pensemos en el amor del pacto, y entonces dejaremos el pecado, lamentaremos el pecado, y aborreceremos el pecado; sí, y estaremos confusos por haber pecado contra el amor infinito. 

Acerquémonos a Dios con esta promesa de penitencia, y pidámosle que nos ayude a recordarnos, a arrepentirnos, a tener sentimiento y a volvernos. ¡Oh que pudiésemos gozar del enternecimiento de la tristeza santa! ¡Qué alivio nos sería derramar un torrente de lágrimas! ¡Señor, hiere la peña, o habla a la peña, y haz que corran las aguas!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.