Versículo para hoy:

viernes, 31 de marzo de 2017

Gran Sumo Sacerdote - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 31. Cuidadosa atención o hipocresía

"Si alguno ve a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte", 1 Juan 5:16
Si no le prestamos atención a la manera en que el Espíritu de Dios obra en nosotros, nos volveremos unos hipócritas espirituales.
Cuando vemos dónde falla la gente, transformamos nuestro discernimiento en la burla y el desdén de la crítica y no en intercesión a su favor. Dios nos revela estas verdades sobre otras personas no por la agudeza de nuestra mente, sino por el discernimiento directo de su Espíritu. Si no le prestamos atención a cual es la fuente de la revelación, nos volvemos focos de crítica y olvidamos que Dios dice: "Pedirá y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte". Ten cuidado, no sea que te conviertas en un hipócrita al gastar todo tu tiempo tratando de corregir a los demás, en lugar de tú mismo ser hallado adorando a Dios.
Una de las cargas más sutiles que Dios nos coloca como santos es la del discernimiento con respecto a otros. Él nos da revelación para que podamos aceptar la responsabilidad de esas almas delante de El y para que se forme en nosotros la mente de Cristo sobre ellas. Debemos interceder de acuerdo con lo que Dios dice que nos concederá, es decir, vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. No es que nosotros ponemos a Dios en contacto con nuestra mente, sino que levantamos y avivamos hasta el punto de que Él puede impartirnos su mente acerca de las personas por las que intercedemos. ¿Puede Jesucristo ver en nosotros los dolores de parto que hay en alma? No, a menos que estemos tan identificados con Él que nos avivemos para obtener una visión de las personas por quienes oramos. ¡Que podamos aprender a interceder con todo nuestro corazón para que Jesucristo esté satisfecho con nosotros como intercesores!

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 30 de marzo de 2017

Cabeza - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 30. Santidad o dureza

"Y se asombró de que no hubiera quien intercediera", Isaías 59:16, LBLA
Muchos de nosotros dejamos de orar y nos endurecemos hacia Dios porque sólo tenemos un interés emocional en la oración. Suena bien decir que oramos; y leemos libros sobre la oración que nos dicen que es provechosa y que por medio de ella nuestras mentes se tranquilizan y nuestras almas se elevan. Pero en este versículo Isaías da a entender que Dios está asombrado por semejantes pensamientos.
La adoración y la intercesión deben ir juntas y la una es imposible sin la otra. Interceder significa que nos levantamos y nos avivamos hasta alcanzar la mente de Cristo con respecto a la persona por quien oramos. Pero en lugar de adorar a Dios, le recitamos discursos sobre la manera en que se supone que debe funcionar la oración. ¿Estamos adorando a Dios o discutiendo con Él cuando le decimos: "Pero Dios, no veo cómo lo vas a hacer"? Esta es una señal segura de que no lo estamos adorando. Cuando lo perdemos de vista a Él, nos endurecemos y nos volvemos dogmáticos. Arrojamos nuestras peticiones ante su trono y le dictamos lo que deseamos que haga. No adoramos a Dios ni procuramos amoldarnos a la mente de Cristo.
¿Estamos adorando a Dios de modo que nos levantamos para aferrarnos a Él y tenemos un contacto tan íntimo que sabemos cuáles son sus pensamientos acerca de aquellos por quienes oramos? ¿Estamos viviendo una relación santa con Dios, o somos duros y dogmáticos? ¿Piensas que no hay nadie que interceda como debe ser? Entonces, sé tú esa persona. Sé tú quien adora a Dios y vive en una santa relación con Él. Involúcrate en el trabajo real de la intercesión y recuerda que es una tarea que demanda toda tu energía, pero que no tiene ningún riesgo oculto. La predicación del Evangelio entraña un peligro, pero la oración intercesora no tiene ninguno.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 29 de marzo de 2017

DOS ALAS PARA REMONTAR EN DOLOR - Coalición de Consejería Bíblica

Viendo mi vida con los lentes de Dios - Pastor Héctor Salcedo

Señor - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 29. Las sorpresivas visitas de nuestro Señor

"Vosotros, pues, también estad preparados" Lucas 12:40
La necesidad más grande del obrero cristiano es estar listo para enfrentar al Señor en cualquier momento. Sin importar cuál haya sido nuestra experiencia, esto no resulta fácil.
La batalla no es contra el pecado, las dificultades o las circunstancias sino contra enfrascarnos de tal modo en nuestro servicio para Jesucristo, que no estemos preparados para mirarlo a Él de frente a cada paso.
La necesidad más grande es estar mirándolo a Él y no a nuestras creencias o doctrinas, o a la pregunta si somos o no de alguna utilidad para Él. Jesús rara vez se presenta en el lugar donde suponemos que lo hará.
Él aparece donde menos lo esperamos y siempre en las situaciones más ilógicas. La única manera en que un siervo se puede mantener fiel a Dios es al estar preparado para las visitas sorpresivas de Jesucristo. Lo importante no es el servicio, sino vivir intensamente la realidad espiritual, esperándolo en toda ocasión. Este sentido de expectativa le dará a nuestra vida la actitud infantil de confianza y respeto que Él desea que tengamos. Si vamos a estar listos para Jesucristo, debemos dejar de ser religiosos. En otras palabras, dejar de usar la religión como si fuera un estilo de vida elevado y ser espiritualmente reales.
Si estás evitando el llamado del pensamiento religioso del mundo actual y, en cambio, tienes "puestos los ojos en Jesús", (Hebreos 12:2), si el máximo deseo de tu corazón es lo que Él desea y si piensas sus pensamientos, entonces te van a tildar de poco práctico y de soñador. Pero, cuando súbitamente Él aparezca en la obra durante el calor del día, tú serás el único que estará listo. No debes confiar en nadie e, incluso, no debes prestarle atención al santo más perfecto de la tierra, si él está impidiendo que mires a Jesucristo.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

martes, 28 de marzo de 2017

Consoladas para consolar - Pilar Herrera

Salvador - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 28. ¿No hay una equivocación?

"Vamos de nuevo a Judea. Le dijeron sus discípulos...¿Y vas otra vez allá?" Juan 11:7-8
Es posible que yo no entienda las palabras de Jesucristo, pero es arriesgado afirmar que, por esta razón, Él estaba equivocado en lo que dijo. Nunca es correcto creer que mi obediencia a una palabra que Dios me dé le traerá deshonra a Jesús. Lo único que es deshonroso para Él es la desobediencia. Nunca es conveniente poner mi punto de vista acerca de su honor por encima de lo que Él me está guiando claramente a hacer, aunque pueda surgir de un deseo verdadero de impedir que Él sufra una vergüenza pública. Yo sé cuándo las instrucciones vienen de Dios por su apacible persistencia. Pero cuando tengo que pesar los pros y los contras y llegan la duda y la controversia, estoy permitiendo que entre en juego un factor que no es de Dios. Esto solamente me llevará a concluir que las instrucciones que me dio eran incorrectas. Muchos de nosotros somos fieles a nuestros conceptos sobre Jesucristo, pero ¿cuántos somos fieles a Él mismo? Fidelidad a Jesús significa que tengo que salir hacia donde no puedo ver nada (ver Mateo 14:29). Pero, ser fiel a mis propias ideas significa que primero despejo mentalmente camino. La fe, sin embargo, no es un entendimiento intelectual; la fe es un compromiso deliberado con la persona de Jesucristo, incluso cuando no puedo ver qué hay adelante.
¿Te estás debatiendo entre dar un paso por la fe en Jesús, o esperar hasta que puedas ver claramente la manera de hacer lo que Él te ha ordenado? Sencillamente obedécele con un gozo que no mida las consecuencias. Cuando empiezas a debatir algo que Él te dice, es porque tienes una noción errada sobre las cosas que lo honran. ¿Eres fiel a Jesús o a tus conceptos acerca de Él? ¿Eres fiel a lo que Él dice, o estás tratando de transigir con ideas que nunca vinieron de Él? "Haced todo lo que él os diga", Juan 2:5.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 27 de marzo de 2017

La Verdad - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 27. Visión mediante nuestro carácter

"...Sube acá y yo te mostraré las cosas..." Apocalipsis 4:1
El estado de ánimo elevado proviene de unos hábitos elevados de carácter. Si en el nivel exterior de tu vida vives a la altura de lo más elevado y lo mejor que conoces, Dios te dirá continuamente: "amigo, sube aun más alto". Con respecto a las tentaciones también hay norma que es continua y que da voces para que vayas más arriba. Pero cuando lo haces, te enfrentas a otras tentaciones diferentes y otros problemas del carácter. Tanto Dios como Satanás emplean la estrategia del ascenso, sólo que Satanás la usa para la tentación y su efecto es muy diferente. Cuando el diablo te pone en un lugar elevado, te lleva a que fijes tu concepto de la santidad más allá de lo que la carne y sangre jamás van a poder alcanzar. La vida se convierte en una actuación acrobática espiritual. Tú te encuentras en un pináculo, te aferras a él, apenas manteniendo el equilibrio y no te atreves a moverte. Pero cuando Dios te lleve por su gracia a los lugares celestiales, descubres un extenso altiplano donde te mueves con facilidad.
Compara tu vida espiritual de esta semana con la misma semana del año pasado y podrás reconocer cómo Dios te ha llamado a un nivel más alto. Él nos ha llevado a todos a ver desde un punto de vista más elevado. Nunca permitas que Dios te muestre una verdad que tú no vas a comenzar a vivir al instante. Esfuérzate siempre por aplicarla y mantente en su luz.
Tu crecimiento en la gracia no se mide por el hecho de que no hayas retrocedido, sino porque percibes dónde te encuentras en el nivel espiritual. Y has escuchado que Dios dice: "Sube más alto", pero no te lo dice a ti personalmente, sino a la percepción que tienes de tu carácter.
"¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?", Génesis 18:17. Dios tiene que ocultarnos lo que hace hasta que, debido al desarrollo de nuestro carácter, llegamos al lugar donde lo puede revelar a nosotros.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 26 de marzo de 2017

Marzo 26. Visión mediante la pureza personal

"Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios" Mateo 5:8
La pureza no es inocencia, es mucho más. Es el resultado de una continua armonía espiritual con Dios. Nosotros debemos crecer en pureza. Nuestra vida con Dios puede encontrarse bien y la pureza interior seguir inmaculada y, con todo, nuestra vida exterior podría estar sucia y manchada. Dios no nos protege de esta posibilidad, porque así comprendemos que es necesario mantener nuestra visión espiritual mediante la pureza personal. Si la parte externa de nuestra vida espiritual con Dios se ha deteriorado en lo más mínimo, debemos dejar a un lado todo lo demás hasta corregirla. Recuerda que la visión espiritual depende de nuestro carácter porque son los de limpio corazón quienes verán a Dios.
Dios nos purifica por su gracia soberana, pero hay algo que debemos vigilar cuidadosamente: Esta vida corporal mediante la cual entramos en contacto con otras personas y con otros puntos de vista tiene la inclinación a mancharse. No sólo debemos mantener bien con Dios nuestro "santuario interior", sino que también debemos llevar los "atrios exteriores" a una perfecta armonía con la pureza que Dios nos otorga por su gracia. Cuando el atrio exterior se mancha, nuestro entendimiento y visión espirituales se empañan inmediatamente. Querer mantener la intimidad personal con el Señor Jesucristo implica negarnos a hacer e incluso a pensar ciertas cosas, algunas de las cuales son lícitas, pero no las tocaremos.
Una ayuda práctica para que mantengas la pureza personal en tus relaciones con otras personas consiste en comenzar a verlas como Dios las ve. Entonces te dices a ti mismo: Ese hombre, o esa mujer, ¡perfecto en Cristo Jesús! Ese amigo, o ese pariente, ¡perfecto en Cristo Jesús!

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

sábado, 25 de marzo de 2017

Marzo 25. La misión más delicada de la tierra

"...El amigo del esposo...", Juan 3:29
La bondad y la pureza nunca deberían llamar la atención hacia ellas mismas, sino que simplemente deben ser imanes que lleven a las personas hacia Jesucristo. Si mi santidad no las está atrayendo hacia Él, no es una santidad de tipo correcto; es únicamente una influencia que despierta emociones indebidas y deseos malignos en la gente y desvía del destino correcto. Una "preciosura" de santo puede convertirse en un obstáculo, si en lugar de presentar al Señor sólo presenta lo que Cristo ha hecho por él. Y dejará esta impresión en los demás: "¡Qué gran persona es ese hombre!" No es un verdadero amigo del Esposo. Yo soy el que crece todo el tiempo, no Jesús.
Para mantener esta amistad y fidelidad al Esposo, necesitamos cuidar nuestra relación moral y vital con Él por encima de todo lo demás, incluso de la obediencia. Como a veces no hay nada que obedecer, nuestra única tarea es mantener la comunión vital con Jesucristo y cuidar de que nada interfiera con ella. Tan sólo ocasionalmente es un asunto de obediencia. Cuando surge una crisis debemos descubrir cual es la voluntad de Dios. Sin embargo, la mayor parte de nuestra vida no es de obediencia consciente sino de mantenimiento de esa relación como amigos del Esposo. El trabajo cristiano podría ser un medio por el cual desviamos la atención de un alma en Jesucristo. En lugar de ser amigos del Esposo, podemos convertirnos en "divinas providencias" y posiblemente trabajar en contra de Él mientras empleamos sus armas.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 24 de marzo de 2017

La Resurrección y la Vida - Nancy DeMoss de Wolgemouth

Marzo 24. Disminuyendo para su propósito

"Es necesario que él crezca y que yo disminuya", Juan 3:30
Si llegas a ser indispensable en la vida de otra persona, estás fuera de la voluntad de Dios. Como obrero, tu principal responsabilidad es ser amigo del esposo (Juan 3:29). Cuando te des cuenta de que un alma ya puede ver las exigencias de Jesucristo, sabrás que tu influencia ha estado bien encaminada. Pero en vez de alargar tu mano para evitar que esa persona sufra las luchas dolorosas, ora para que éstas sean diez veces más fuertes hasta que no haya poder en la tierra o el infierno que la pueda alejar de Jesucristo. Una y otra vez tratamos de asumir como aficionados el rol de "divinas providencias". Intervenimos, obstaculizamos a Dios y decimos: "Esto y aquello no debe ser". En lugar de ser amigos del Esposo, interponemos nuestra conmiseración. Pero esa persona nos dirá algún día: "Eres un ladrón; te robaste mi deseo de seguir a Jesús y por tu causa perdí mi visión de Él".
Vigila que no te alegres con alguien en lo que es incorrecto, y busca alegrarte en lo que es bueno. "El amigo del esposo... se goza grandemente de la voz del esposo. Por eso, mi gozo está completo. Es necesario que el crezca, y que yo disminuya", Juan 3:29-30. Estas palabras se dijeron con alegría, no con tristeza: ¡Por fin verían al Esposo! Y Juan declara que esta es su alegría. Pero implica hacerse a un lado y que el obrero quede completamente borrado, hasta el punto de que nunca más se piense en él.
Espera con todas tus fuerzas hasta que escuches la voz del Esposo en la vida de otra persona. Nunca tengas presente cuántos estragos, dificultades o quebrantos de salud traiga consigo, regocíjate con alegría divina porque ahora se escucha su voz. Es posible que frecuentemente veas que Jesucristo hace naufragar una vida antes de salvarla (ver Mateo 10:34).

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 23 de marzo de 2017

El Buen Pastor - Nancy DeMoss Wolgemuth

Marzo 23. ¿Tengo una mente carnal?

"En efecto, habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales?", 1 Corintios 3:3
El hombre natural o inconverso no sabe nada acerca de la carnalidad. A partir del nuevo nacimiento, los deseos de la carne que luchan contra el Espíritu y la lucha del Espíritu contra la carne, producen la carnalidad y el conocimiento de ella. Pero Pablo dijo: "Andad por el Espíritu y no cumpliréis el deseo de la carne", Gálatas 5:16, LBLA. En otras palabras, la carnalidad desaparecerá.
¿Eres contencioso y te alteras fácilmente por las pequeñeces? ¿Crees que a los cristianos nunca les pasa esto? Pablo dijo que en efecto sí les sucede y asoció estos hechos con la carnalidad. ¿Existe alguna verdad de la Biblia que instantáneamente te pone de mal humor? Si es así, es una demostración de que aún eres carnal. Cuando el proceso de santificación se está desarrollando, no queda ningún rastro de esa clase de espíritu.
Si el Espíritu de Dios percibe en ti cualquier cosa que está mal, no te pide que tú la arregles, sino que aceptes la luz de la verdad y Él la corregirá. Un hijo de la luz confesará su pecado inmediatamente y se abrirá a Dios por completo; un hijo de las tinieblas dirá: "¡Ay, pero yo tengo una justificación para eso!" Cuando la luz te alumbre y el Espíritu te convenza de pecado, sé un hijo de la luz: Confiesa tu maldad y Dios tratará con ella. Por el contrario, si intentas justificarte, demuestras que eres un hijo de las tinieblas. ¿Cuál es la prueba de que la carnalidad ha muerto? Nunca te engañes ti mismo. Cuando la carnalidad haya desaparecido, tú lo sabrás porque es el hecho más real que te puedas imaginar. Dios te dará muchas oportunidades para que compruebes el milagro de su gracia. La práctica es la única prueba. Te vas a descubrir a ti mismo diciendo: "¡Si hubiera sucedido antes, mi actitud hubiera sido de resentimiento!" Y nunca dejarás de ser la persona más sorprendida de la tierra por lo que Dios ha hecho en tu interior.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

miércoles, 22 de marzo de 2017

La Luz del mundo - Nancy DeMoss Wolgemuth

Marzo 22. El corazón ardiente

"¿No ardía nuestro corazón en nosotros?", Lucas 24:22
Necesitamos aprender el secreto del corazón ardiente. Jesús se nos aparece de repente, el fuego se enciende y tenemos visiones maravillosas. Pero luego debemos aprender a mantener el secreto del corazón ardiente que soportará todas las situaciones. Los días opacos, áridos, tristes, con sus tareas rutinarias y la gente corriente, apagan el corazón que arde, si no hemos aprendido el secreto para permanecer en Jesús.
Muchas de nuestras aflicciones como cristianos no las sufrimos por causa del pecado, sino porque ignoramos las leyes de nuestra propia naturaleza. Por ejemplo, la única prueba para saber si debemos dar rienda suelta a una emoción es examinar cual será su desenlace. Proyéctala a su conclusión lógica y si el resultado es algo que Dios condenaría, detenla inmediatamente. Pero si es una emoción que el Espíritu de Dios ha encendido y no permites que se exprese en tu vida, tendrá un efecto inferior al que Dios desea. Cuanto más elevada sea la emoción, más profundo será su descenso o degradación, si no se desarrolla en su nivel apropiado. Cuando el Espíritu de Dios te estimule y mueva tu ser, actúa al máximo de acuerdo con su fuego y no des un paso atrás en tu determinación, sin importar las consecuencias. No siempre podemos permanecer en el "monte de la transfiguración" (ver Marcos 9:2-9), pero sí debemos obedecer la luz que recibimos allí y ponerla en práctica. Cuando Dios nos da una visión, necesitamos llevar a cabo nuestras tareas de acuerdo con ese curso de acción, sin que importe el costo.
No podemos encender a voluntad la llama que en el corazón habita, el Espíritu sopla, apacible, y en el misterio queda nuestra alma; mas las tareas que me propuse en los momentos de discernimiento las podré realizar en la hora de la penumbra.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

martes, 21 de marzo de 2017

El Pan de Vida - Nancy DeMoss Wolgemuth

Marzo 21. ¿Interesado o identificado?

"Con Cristo estoy juntamente crucificado", Gálatas 2:20

Cada uno de nosotros tiene la ineludible necesidad espiritual de firmar el certificado de defunción de su naturaleza pecaminosa. Esto significa que debo convertir mis impresiones emocionales y creencias intelectuales en un veredicto moral contra la naturaleza pecaminosa, es decir, contra cualquier reclamo de mi parte de tener derecho sobre mí mismo. Pablo afirmó: "Con Cristo estoy juntamente crucificado…". No dijo: "Estoy decidido a imitar a Jesucristo", ni: "Realmente me esforzaré para seguirlo", sino: "me he identificado con Él en su muerte".
Cuando tomo esta decisión moral y actúo de acuerdo con ella, en mi ser se lleva a cabo todo lo que Cristo hizo por mí en la cruz. Mi libre entrega a Dios le da al Espíritu Santo la oportunidad de impartirme la santidad de Jesucristo.
"…Ya no vivo yo...". Mi individualidad permanece, pero cambian radicalmente mi motivación principal para vivir y la naturaleza que me gobierna. Tengo el mismo cuerpo humano pero queda destruido el antiderecho satánico sobre mí.
"…Y lo que ahora vivo en la carne...". No la vida que anhelo vivir o la que pido en oración que yo viva, sino lo que ahora vivo en mi carne mortal -la vida que los hombres pueden ver- lo vivo en la fe del Hijo Dios... Esta fe no era propia de Pablo, no era su fe en Jesucristo, sino la fe que el Hijo de Dios le había dado (ver Efesios 2:8). Ya no es fe en la fe, sino la fe que ha sobrepasado los límites de mi conocimiento subjetivo, una fe que proviene solamente del Hijo de Dios.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

lunes, 20 de marzo de 2017

Consejos para glorificar a Dios en tu vida diaria - Enrique Oriolo

YO SOY - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 20. Amistad con Dios

"¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer?", Génesis 18:17
Los deleites de su amistad. Génesis 18 nos presenta el deleite de una verdadera amistad con Dios en contraste con un sentimiento ocasional de su presencia cuando estamos orando. Si tu contacto es tan cercano con Él, de tal manera que nunca necesitas pedirle que te muestre su voluntad, te estás acercando a la etapa final de tu disciplina en la vida de fe. Cuando estableces una relación correcta con el Señor, tienes una vida de libertad y gozo, tú eres la voluntad de Dios y todas tus decisiones que se basan en el sentido común son verdaderamente su voluntad para ti, a menos que Él las repruebe. Eres libre de tomar decisiones a la luz de una perfecta y deleitosa amistad con Dios, sabiendo que si son equivocadas, te lo hará saber. Una vez que Él las repruebe, debes parar inmediatamente.
Las dificultades de su amistad. ¿Por qué desistió Abraham de orar en el momento que lo hizo? Porque todavía no tenía la suficiente intimidad en su relación con Dios como para continuar orando con empeño hasta que su petición le fuera concedida. Si paramos a medio camino y dejamos de orar, diciendo: "Bueno, yo no sé... Quizás no sea la voluntad de Dios", entonces todavía nos falta una etapa por recorrer. Esto revela que no conocemos a Dios tan íntimamente como Jesús lo conoció y como Él desea que nosotros lo hagamos, "...Para que sean uno, así como nosotros somos uno", Juan 17:22. Piensa en la última oración que hiciste. ¿Tu empeño y tu fervor fueron para satisfacer tus deseos, o para Dios? ¿Estabas decidido a obtener una dádiva del Espíritu o a lograr asir al mismo Dios? "Porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis", Mateo 6:8. La razón para pedir es que puedes llegar a conocer mejor a Dios. "Deléitate asimismo en Jehová y el te concederá las peticiones de tu corazón", Salmo 37:4. Persiste en la oración con el fin de alcanzar un perfecto entendimiento de Dios mismo.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

domingo, 19 de marzo de 2017

Marzo 19. El camino de Abraham en la fe

"Y salió sin saben a dónde iba", Hebreos 11:8
En el Antiguo Testamento, la relación de una persona con Dios se manifestaba por una separación. En la vida de Abraham la vemos simbolizada por medio de la separación de su país y su parentela. Hoy, la separación es más de tipo mental y moral: Nos apartamos de la perspectiva que tienen nuestros seres queridos, si no tienen una relación personal con Dios. Jesucristo enfatizó este punto en Lucas 14:26.
Vivir una vida de fe implica no saber nunca hacia dónde te está guiando Él. Pero también significa amar y conocer a Aquel que te guía. Literalmente es una vida de fe, no de intelecto y razón, sino de conocer a quien nos hace "ir". La fe está fundamentada en el conocimiento de una persona. Pero una de las trampas más grandes en las que podemos caer es creer que, si tenemos fe, Dios de seguro nos llevará a tener éxito en el mundo.
La jornada final en la vida de fe es la adquisición de carácter, el cual sufre muchas transformaciones pasajeras. Cuando oramos, sentimos que la presencia de Dios nos envuelve y cambiamos momentáneamente. Luego regresamos a los días ordinarios y a los caminos de siempre y la gloria se desvanece. La vida de fe no consiste en una sucesión ininterrumpida de experiencias gloriosas, como si nos eleváramos con alas. Es una vida de perseverancia día tras día, de caminar y no fatigarse (ver Isaías 40:31). No es un asunto de santificación, sino de algo que va muchísimo más lejos. Es una fe que ha sido probada y ha soportado la prueba. Abraham no es un modelo de la santificación, sino de la vida de fe, fe probada cuyo fundamento es el Dios verdadero. Abraham le creyó a Dios (Romanos 4:3).

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

sábado, 18 de marzo de 2017

Marzo 18. ¿Demasiado alto para mí?

"Perfeccionando la santidad en el temor de Dios" 2 Corintios 7:1
"Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas..." Yo pido el cumplimiento de las promesas de Dios para mi vida y hago bien. Pero este solamente es el punto de vista humano. La perspectiva de Dios es que a través de sus promesas yo reconozca el derecho que Él tiene sobre mí. Por ejemplo, ¿me doy cuenta de que mi cuerpo es el templo del Espíritu Santo, o tengo un hábito corporal que indudablemente no soportaría la luz de Dios? A través de la santificación el Hijo de Dios se forma en mí y luego yo debo empezar a transformar mi vida natural en una vida espiritual por medio de la obediencia. Dios nos educa incluso en los detalles más pequeños de la vida. Cuando Él te dé convicción de pecado, no consultes con carne y sangre, con el hombre, sino límpiate en seguida. Mantente limpio en tu caminar diario.
Es necesario que me purifique de toda contaminación de la carne y del espíritu hasta que ambos se encuentren en armonía con la naturaleza de Dios. ¿La intención de mi espíritu está en perfecto acuerdo con la vida del Hijo de Dios en mí, o soy un rebelde en mi intelecto? ¿Se está formando en mí la mente de Cristo? Él nunca hablaba de los derechos que tenía, sino que mantuvo una vigilancia interna mediante la cual sometió continuamente su espíritu al Padre. Yo también tengo la responsabilidad de conservar mi espíritu en armonía con su Espíritu. Y cuando lo hago, gradualmente Jesús me eleva al nivel en el que Él vivió: el perfecto sometimiento a la voluntad de su Padre, sin prestarle atención a nada más. ¿Estoy perfeccionando en el temor de Dios esta clase de santidad? ¿Dios está haciendo su voluntad en mí y cada vez más otras personas están empezando a verlo a Él en mi vida?
Debes tener seriedad en tu compromiso con Dios y dejar con gusto todo lo demás. Literalmente, coloca a Dios en el primer lugar.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

viernes, 17 de marzo de 2017

Piedra Angular - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 17. La pasión que controla al obrero

"Por lo tanto, procuramos... serle agradables" 2 Corintios 5:9
"Por lo tanto, procuramos..." Para no perder de vista y siempre mantener al frente nuestro objetivo fundamental, necesitamos una decisión y un esfuerzo intencionales de nuestra parte. Esto implica persistir año tras año en lo que es la prioridad máxima, la cual no debe ser ganar almas, fundar iglesias o tener avivamientos, sino procurar únicamente serle agradables. Nuestra inexperiencia en lo espiritual no es lo que nos lleva al fracaso, sino nuestra falta de diligencia en mantenernos en la meta correcta. Evalúate delante de Dios por lo menos una vez a la semana y verifica si tu vida se mantiene a la altura del estándar que Dios quiere.
Pablo era como el músico que no necesita el visto bueno del auditorio, si puede lograr la mirada de aprobación de su director.
Cualquier meta que nos desvíe en lo más mínimo del objetivo central de ser aprobados delante de Dios (2 Timoteo 2:15), puede terminar en nuestra descalificación. Aprende a discernir hacia dónde te conducen tus metas y entenderás por qué es tan necesario tener puestos los ojos en Jesús (Hebreos 12:2). Pablo habló de la importancia de controlar su propio cuerpo para que no lo llevara en la dirección equivocada: "Sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que... yo mismo venga a ser eliminado", 1 Corintios 9:27.
Debo aprender a relacionar todas las cosas con el objetivo principal y a mantenerlo en todo instante. El valor que tengo para Dios en público se mide por lo que soy en privado. ¿Mi meta principal en la vida es complacerlo a Él y serle agradable, o es una meta inferior, sin importar qué tan sublime pueda sonar?

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.

jueves, 16 de marzo de 2017

Capitán - Nancy DeMoss de Wolgemuth

Marzo 16. El maestro juzgará

"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo" 2 Corintios 5:10
Pablo dice que todos nosotros, tanto los predicadores como las demás personas, debemos comparecer ante el tribunal de Cristo. Pero si aprendes a vivir bajo el escrutinio de la transparente luz del Señor, aquí y ahora, tu juicio final sólo te producirá gozo cuando contemples la obra que Dios ha hecho en ti. Confróntate sin cesar con el tribunal de Cristo y camina en el conocimiento que Él te ha dado de la santidad. Tolerar una mala actitud hacia otra persona te lleva a seguir el espíritu del diablo, sin importar lo piadoso o santo que seas. Un juicio carnal de otra persona únicamente sirve para que los propósitos del infierno se cumplan en ti. Tráelo a la luz enseguida y confiesa: "Oh, Señor, soy culpable en esto". Si no lo haces, tu corazón se endurecerá cada vez más. Uno de los castigos del pecado es que nos afirmamos en él. Dios no es el único que castiga por el pecado, sino que el pecado se afirma a si mismo en el pecador y cobra su paga. Ninguna lucha ni oración te permitirán dejar ciertas prácticas. El castigo del pecado es que gradualmente te acostumbras a el y al final ya ni siquiera lo identificas como pecado. Ningún poder, excepto el que viene por la llenura del Espíritu Santo, podrá evitar o modificar las consecuencias inherentes al pecado.
"Pero si andamos en luz, como Él está en luz...", 1 Juan 1:7. Para muchos de nosotros, andar en la luz significa que otras personas deben caminar de acuerdo con la norma de vida que les hemos trazado. La actitud más mortífera de los fariseos, que también manifestamos en la actualidad, no es la hipocresía, sino la que resulta de vivir inconscientemente una mentira.

Fuente: EN POS DE LO SUPREMO de Oswald Chambers.