Versículo para hoy:

sábado, 13 de julio de 2019

12 de julio – UN DIOS DE CARNE

El Señor no se deleita en los bríos del caballo, ni se complace en la agilidad del hombre, sino que se complace en los que le temen, en los que confían en su gran amor. Salmo 147:10-11.

Es bueno ser sabio y estudioso, y mientras más puedas cultivar tu mente, mejor: pero recuerda las palabras del apóstol: «No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos; ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna» (1 Corintios 1:26). Con frecuencia, la sabiduría que proviene solo de la mente natural puede convertirse en escamas para el ojo espiritual, al esconder del alma la visión bendita que es la única que la puede salvar. Es cierto, tanto en el aspecto mental como en el físico, que el Señor no se complace en ninguna de las facultades que el hombre posee si está destituido de la guía de Dios.

Otra cosa en la que el Señor no se complace es la llamada auto suficiencia, de la que tanto se habla en la actualidad. Esta es solo otra forma de «los bríos del caballo» y de «la agilidad del hombre». Algunos hombres se sienten orgullosos de decir que se formaron a sí mismos, ¡y por lo general observo que adoran a su creador! Al creer que se han formado a sí mismos, son devotos de sí mismos; pero un hombre que se formó a sí mismo está mal formado. Aquello que proviene del hombre no es más que una corriente contaminada de una fuente impura; de la maldad nace la maldad, y una naturaleza depravada da lugar a la depravación. Es solo cuando Dios nos hace nuevas criaturas en Cristo Jesús que nos sentimos felices de ser criaturas, y a él debemos dar toda la gloria. Es necio adorar a un dios de madera o de piedra; del mismo modo es necio adorar a un dios de carne y es aun más necio cuando ese dios eres tú mismo.

A través de la Biblia en un año: 1 Timoteo 1-2

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

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