Versículo para hoy:

domingo, 2 de octubre de 2016

LECTURAS VESPERTINAS – OCTUBRE 2

“Varón muy amado”. Daniel 10:11.

HIJO de Dios, ¿vacilas en apropiarte de este título? ¡Ah!, ¿tu incredulidad te ha hecho olvidar que tú también eres muy amado? ¿Puedes pensar que no has sido muy amado cuando la Palabra de Dios dice que fuiste comprado con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación? Cuando Dios hirió por ti a su Unigénito Hijo, ¿no demostró con eso que para él tú eras muy amado? Dios fue contigo muy paciente cuando vivías en el pecado y te desenfrenaste en él. ¿No demuestra esto que le eras muy amado? Tú fuiste llamado por gracia, conducido al Salvador y hecho hijo de Dios y heredero del cielo. ¿No prueba todo esto un amor grande y superabundante? Cuando, desde este tiempo, tus senderos se presentaron escabrosos por las dificultades y llanos por las mercedes, ¿no hubo también allí muchas pruebas de que eras “un varón muy amado”? Si el Señor te ha castigado, no lo ha hecho con ira. Si te ha hecho pobre, en cambio, en gracia te hizo rico. Cuanto más indigno te sientas más evidencias tendrás de que nada sino amor inefable pudo haberte guiado al Señor Jesús para que salvara un alma como la tuya. Cuanto más carente de méritos te sientas más clara te será la manifestación del inmenso amor de Dios al elegirte, al llamarte y al hacerte heredero de felicidad. Ahora bien, si existe tal amor entre Dios y nosotros, vivamos bajo el influjo y bondad de él, y usemos el privilegio que nos concede esa posición. No nos acerquemos al Señor como si fuéramos extranjeros o como si él no deseara oírnos, pues nosotros somos muy amados por nuestro amante Padre. “El que aun a su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”. Ven confiadamente, oh creyente, pues a pesar de los susurros de Satanás y de las dudas de tu corazón, tú eres “muy amado”. Medita esta noche en la grandeza y en la fidelidad del amor divino y acuéstate en paz.

Charles Haddon Spurgeon.

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