Versículo para hoy:

sábado, 21 de septiembre de 2019

21 de setiembre – LA ENSEÑANZA TEMPRANA

Desde tu niñez conoces la Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 2 Timoteo 3:15.

Nota que a Timoteo lo enseñaron, no solo a reverenciar las cosas santas en general sino, en especial, a conocer las Escrituras. Las enseñanzas de su madre y su abuela eran las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. Imagínate que reunamos a los niños el Día del Señor con el objetivo de divertirlos y proporcionarles unas horas felices; o para instruirlos, como hacemos durante el resto de la semana, en los principios de la educación moral, ¿qué hemos hecho? No hemos hecho nada que sea digno de ese día o de la iglesia de Dios. Imagínate que tenemos especial cuidado en enseñar a los niños las reglas y regulaciones de nuestra propia iglesia y no los llevamos a las Escrituras; imagínate que les presentemos un libro que contenga las normas de nuestra iglesia pero que no pasemos tiempo con la Biblia ¿qué hemos hecho? Dichas normas pueden ser correctas o no y, por tanto, podemos haber enseñado a nuestros niños cosas verdaderas o erróneas, pero si nos centramos en las Sagradas Escrituras, no vamos a cometer errores. Con tal norma, sabemos que haremos lo correcto. Este Libro es la Palabra de Dios y si lo enseñamos, enseñamos aquello que el Señor aceptará y bendecirá. ¡Oh, queridos maestros, y aquí me estoy hablando a mí también, que nuestras enseñanzas se basen cada vez más en las Escrituras! No teman si nuestros alumnos olvidan lo que les enseñamos, sino oren para que recuerden lo que el Señor les enseña. ¡Que las verdades divinas acerca del pecado, la justicia y el juicio queden grabadas en sus corazones! ¡Que nunca olviden las verdades reveladas acerca del amor de Dios, la gracia de nuestro Señor Jesucristo y la obra del Espíritu Santo!

A través de la Biblia en un año: Salmos 144-147

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

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