Versículo para hoy:

domingo, 1 de septiembre de 2019

31 de agosto – HASTA TOMÁS SE CONVENCIÓ

Tomás, al que apodaban el Gemelo, y que era uno de los doce, no estaba con los discípulos cuando llegó Jesús. Así que los otros discípulos le dijeron: -¡Hemos visto al Señor! –Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré –repuso Tomás. Juan 20:24-25.

Si me dijeras que la resurrección del Señor la presenciaron hombres que estaban preparados para creerla, te diría que estás completamente equivocado. Ni uno de los discípulos se dio cuenta del significado de la profecía del Señor donde explicaba que se levantaría de entre los muertos. Era difícil que alguno captara la idea. En Tomás vemos a un hombre que era bastante difícil de convencer, un hombre tan obstinado que era capaz de pensar que sus diez amigos, con quienes había estado durante años, podían engañarlo. Ahora bien, si tuviera que atestiguar la veracidad de algún hecho, me gustaría llamar al estrado a alguien que fuera reconocido por ser desconfiado y escéptico. Me sentiría feliz al dar con alguien que dudara y desconfiara, pero que a la larga se sintiera abrumado por las evidencias que lo llevaron a creer. Estoy seguro que tal hombre expondría su testimonio con toda convicción, como lo hizo Tomás cuando exclamó: «Mi Señor y mi Dios». No podemos tener un mejor testigo del hecho de la resurrección del Señor que este frío, cauteloso, prudente y reflexivo Tomás, quien llegó a tener una certeza absoluta.

A través de la Biblia en un año: Salmos 65-68

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

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