Versículo para hoy:

lunes, 10 de septiembre de 2018

SEPTIEMBRE 9

“Bienaventurado el hombre que siempre está temeroso”. Proverbios 28:14.

El temor del Señor es el principio y el fundamento de toda verdadera religión. Sin un temor reverencial de Dios no hay en donde tomar pie para las virtudes más brillantes. El alma que no adora nunca vivirá en santidad.

Es feliz aquel que siente un temor celoso de hacer mal. El temor santo no solamente mira antes de saltar, sino aun antes de moverse. Teme errar, teme faltar a su deber, teme cometer pecado. Teme la mala compañía, la conversación liviana y la astucia sospechosa. Esto no hace miserable a un hombre, sino que le trae la felicidad. El centinela vigilante es más feliz que un soldado que duerme en su puesto. El que prevé el mal y se escapa es más feliz que el que anda descuidadamente y es destruido.

El temor de Dios es una gracia humilde que conduce a un hombre por un camino excelente del cual está escrito: “No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él”. El temor aun de la sola apariencia del mal es un principio purificador, que hace que un hombre por el poder del Espíritu Santo, pueda guardar sus vestidos sin mancha de este mundo. En ambos sentidos, el que “siempre está temeroso” es hecho feliz. Salomón había probado tanto la mundanalidad como el temor santo: en la una halló vanidad y en el otro la felicidad. No repitamos la prueba que él hizo; atengámonos a su veredicto.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

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