Versículo para hoy:

viernes, 18 de abril de 2025

SANTIDAD - J. C. RYLE (1816-1900)

 

16. "Sin Cristo"

"Estabais sin Cristo". Efesios 2:12

    El texto que encabeza este capítulo describe la condición de los efesios antes de llegar a ser cristianos. Pero eso no es todo. Describe el estado de cada hombre y mujer en el mundo que no se ha convertido a Dios. ¡No puedo imaginarme una condición peor! Ya es bastante malo no tener dinero, ni salud, ni casa, ni amigos. Pero es mucho peor estar "sin Cristo".

    Examinemos el texto y veamos qué contiene. Quién sabe si puede ser un mensaje de Dios para algún lector de este libro.

I. Cuando un hombre está "sin Cristo".

    Consideremos, en primer lugar, cuándo se puede afirmar que el hombre está "sin Cristo". Yo no inventé la expresión "sin Cristo". Yo no acuñé las palabras, sino que fueron escritas bajo la inspiración del Espíritu Santo. San Pablo las usó cuando les estaba recordando a los cristianos de Éfeso cómo había sido su condición anterior, antes de que oyeran el evangelio y creyeran. Ignorantes y en tinieblas, habían estado inmersos en idolatría y paganismo, y eran adoradores de la diosa falsa Diana. Pero no menciona nada de esto. Parece pensar que esto describiría sólo parte de su condición. Entonces, traza un cuadro cuya primera característica es la expresión: "En aquel tiempo estabais sin Cristo"(Ef. 2:12). Ahora bien, ¿qué quiere decir esta expresión?

(a) Uno está "sin Cristo" cuando no tiene ningún conocimiento intelectual de él. Son millones los que se encuentran en esta condición. No saben quién es Cristo, ni lo que hizo, ni lo que enseñó, ni por qué fue crucificado, no saben dónde está ahora ni lo que él es para la humanidad. En suma, no saben nada de él. Los paganos, por supuesto, que nunca han escuchado el evangelio, son los primeros que caben dentro de esta descripción. Pero, lamentablemente, no son los únicos.

    Hay miles de personas en nuestro país, hoy mismo, que no tienen ideas más claras sobre Cristo que los propios paganos. Pregúnteles qué saben acerca de Cristo y se sorprenderá de ver las tinieblas que ciegan sus mentes. Visítelos en su lecho de muerte y verá que no saben más de Cristo que de Mahoma. Hay miles así en el campo y miles en las ciudades. Ya sea en la ciudad o en el campo, todas esas personas tienen en común que están "sin Cristo".

    Sé que algunos teólogos modernos no comparten mi opinión. Nos dicen que toda la humanidad tiene parte con Cristo, lo conozcan o no. ¡Afirman que todos los hombres y mujeres, por más ignorantes que sean en vida, serán llevados al cielo por la misericordia de Cristo cuando mueran! Creo firmemente que tales creencias no coinciden con la Palabra de Dios. Escrito está: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Jn. 17:3). Una característica de los impíos, de quienes se vengará en el día final, es que "no conocieron a Dios" (2 Ts. 1:8). Un Cristo desconocido no es un Salvador. ¿Cuál será la condición de los paganos después de la muerte? ¿Cómo serán juzgados los que nunca han oído el evangelio? ¿De qué manera se conducirá Dios con los ignorantes e iletrados? Todas estas preguntas no son de nuestra incumbencia. Podemos estar seguros de lo que dice la Palabra: "El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?" (Gn. 18:25). Pero no contradigamos lo que dice la Biblia. Si las palabras de la Biblia algo significan, no saber de Cristo es estar "sin Cristo".

    (b) Pero esto no es todo. Uno está "sin Cristo" cuando su corazón no confía en él como su Salvador. Es posible saber intelectualmente todo acerca de Cristo y, aun así, no confiar en él. Hay multitudes que se saben de memoria todos los artículos del Credo y pueden recitar sin vacilar que "nació de la virgen María, sufrió bajo Poncio Pilatos, fue crucificado, murió y fue sepultado". Lo aprendieron en la escuela. Lo tienen grabado en su memoria. Pero no aprovechan su conocimiento. Confían en algo que no es "Cristo". Esperan ir al cielo porque son de buena moralidad, excelente conducta, porque dicen sus oraciones y asisten a la iglesia, porque han sido bautizados y participan de la Cena del Señor. Pero no saben nada de una fe viva en la misericordia de Dios a través de Cristo, no tienen una confianza real e inteligente en la sangre, justicia e intercesión de Cristo. Acerca de tales personas puedo decir una cosa: Están "sin Cristo".

    Sé que muchos no quieren reconocer la verdad de lo que acabo de expresar. Hay quienes dicen que todos los bautizados son miembros de Cristo en virtud de su bautismo. Otros dicen que donde hay conocimiento intelectual, no tenemos derecho a cuestionar la relación con Cristo. Tengo sólo una respuesta para estas maneras de pensar. La Biblia nos prohíbe afirmar que alguien esté unido a Cristo mientras no cree. El bautismo no es prueba de que estemos unidos a Cristo. Simón el Mago fue bautizado y, no obstante, le fue dicho claramente: "No tienes tú parte ni suerte en este asunto" (Hch. 8:21). Conocer a Cristo intelectualmente no es prueba de que estamos unidos a él. Los demonios conocían bien a Cristo, pero no tenían parte con él. Dios sabe desde toda la eternidad quiénes son de él. Pero el hombre no sabe nada de la justificación de nadie hasta que cree. La pregunta que importa es: "¿Cree usted?" Escrito está: "El que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él". "El que no creyere, será condenado" (Jn. 3:26; Mr. 16:16). Si algo significan las palabras bíblicas, entonces, no tener fe es estar "sin Cristo".

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