Versículo para hoy:

viernes, 2 de febrero de 2024

ENERO 31 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 Si eres hijo de Dios, no estás solo contra el mundo, tal como David no estaba solo contra el gran guerrero Goliat.

Me encanta la historia del ejército israelita en el Valle de Ela cuando enfrentaron al ejército filisteo (1 Samuel 17). En el primer día de batalla, el gran guerrero Goliat retó a los israelitas a que enviaran a su mejor hombre para pelear contra él. Recuerda, estos soldados israelitas eran el ejército del Dios Altísimo, el Señor todopoderoso, quien había prometido entregar a sus enemigos en sus manos. Aun así, ¿qué fue lo que hicieron los soldados ante el reto de Goliat? Se atemorizaron e inmediatamente huyeron a sus tiendas. Podemos imaginarlos diciendo: "¿Qué vamos a hacer? ¿Qué vamos a hacer?" Esa fue su respuesta por cuarenta días. ¿Por qué no enfrentaban a Goliat? ¿Por qué no peleaban en el nombre del Señor? La respuesta es clara e inevitable -eran un ejército con un grave problema de amnesia. Estaban llenos de miedo debido a que habían olvidado quiénes eran. Se comparaban a sí mismos con el enorme guerrero y concluían que no había forma de obtener la victoria.

David apareció en el campamento para llevarles de comer a sus hermanos. Se preguntaba por qué se les permitía a los filisteos burlarse del ejército de Dios. Para sorpresa de muchos, David dijo que iría; que él respondería ante el reto de Goliat. ¿Acaso David estaba siendo arrogante? ¿Estaba delirando, tal vez? No, él sabí quién era y lo que significaba ser un hijo del Dios viviente. David llegó a la conclusión espiritual correcta. No se trataba de él contra el gran guerrero. No, era el pobre guerrero en contra del Dios todopoderoso. Ahora, ¿quién piensas que ganaría? David caminó hacia el valle debido a que su identidad era clara para él, y ganó la victoria debido a que sabía lo que había recibido.

¿Qué identidad te asignarás hoy? ¿Enfrentarás tu vida basándote en lo que tienes a tu disposición o en quién eres como hijo del Rey de reyes y Señor de señores? ¿Vivirás con temor y miedo o con valentía y esperanza? ¿Evitarás los retos de la vida debido al miedo o descansarás en la presencia, poder y la gracia de tu Padre, quien gobierna todas las cosas? Que el Señor te dé gracia para recordar tu identidad de hijo en esos momentos cuando más lo necesites.

Para profundizar y ser alentado: Efesios 1:3-14

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