Versículo para hoy:

sábado, 19 de marzo de 2016

LECTURAS VESPERTINAS – MARZO 19

“Y comió hasta que se hartó y le sobró”. Rut 2:14.

CUANDO tenemos el privilegio de comer el pan que Jesús da, nos sentimos, como Rut, satisfechos con el abundante y sabroso alimento. Cuando Jesús es el que hospeda, ningún convidado se levanta vacío de su mesa. Nuestra cabeza se siente satisfecha con la preciosa verdad que Cristo revela; nuestro corazón se siente contento con Jesús, como el muy deseado objeto del amor; nuestra esperanza se siente satisfecha, porque, ¿a quién tenemos en el cielo sino a Jesús? Nuestro deseo queda satisfecho, porque, ¿qué podemos nosotros desear más que “conocer a Cristo y ser hallado en él”? Jesús llena nuestra conciencia hasta quedar en perfecta paz. Llena nuestro juicio con la persuasión de la certidumbre de sus enseñanzas; nuestra memoria, con los recuerdos de lo que él ha hecho y nuestra imaginación, con la esperanza de lo que aún ha de hacer. Como Rut “se hartó y le sobró”, así acontece con nosotros. Hemos absorbido profundos tragos; hemos pensado que podíamos ingerir todo lo que Cristo nos da, pero cuando hicimos lo que pudimos, tuvimos que dejar un gran sobrante. Nos hemos sentado a la mesa del amor del Señor y dijimos: “nada sino lo infinito podrá alguna vez satisfacerme; soy un pecador tan grande que tengo que tener méritos infinitos para lavar mis pecados”. Pero alcanzamos el perdón de nuestros pecados y vimos que había méritos de sobra. Nuestra hambre quedó satisfecha en la fiesta del sagrado amor, y hallamos que había una superabundancia de alimento que sobraba. Hay ciertas cosas hermosas en la Palabra de Dios que todavía no hemos gustado y que estamos obligados a dejarlas por ahora, porque somos semejantes a los discípulos a quienes Jesús dijo: “Aun tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar”. Sí, hay gracias que no hemos obtenido, lugares de comunión más estrecha con Cristo que no hemos alcanzado y alturas de comunión que nuestros pies no escalaron. En el mismo banquete de amor hay muchos cestos con pedazos dejados. Magnifiquemos la liberalidad de nuestro glorioso Booz.

Charles Haddon Spurgeon.

No hay comentarios: