Versículo para hoy:

martes, 17 de diciembre de 2019

17 de diciembre - LA TUMBA DE LA ESPERANZA LEGAL

Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios. Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado. Romanos 3:19-20.

Si un hombre no hace nada malo, no obstante, no hace lo bueno, es culpable. La omisión es un verdadero defecto, así como lo es la perpetración. Si has omitido, en cualquier momento, amar al Señor tu Dios con toda la fuerza e intensidad de tu naturaleza, si has omitido en cualquier grado el amar a tu prójimo como a ti mismo, has cometido una infracción de la ley. No obedecer es desobedecer. ¿Quién puede alegar inocencia si esto es así? ¡Cuán hiriente es la oración: «Maldito el que no practica fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley»! (Gálatas 3:10, énfasis del autor). Es un pasaje terrible. Me parece a mí que cierra la puerta de las esperanzas mediante las obras, sí, la cierra con clavos. Yo bendigo a Dios porque cierra la puerta de manera eficaz, porque si hubiera una media oportunidad de pasar por ella, todavía veríamos a los hombres luchando por entrar. La salvación por medio de uno mismo es la esperanza querida del hombre: la salvación mediante las obras, los sentimientos o alguna otra cosa propia es la falsa ilusión favorita de los pecadores. Podemos bendecir a Dios porque ha puesto una piedra enorme en la entrada de la tumba de la esperanza legal. Él ha quebrado como con vara de hierro el vaso terrenal que contenía los tesoros de nuestra jactancia. «Nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley» (Romanos 3:20).

A través de la Biblia en un año: Amós 4-6

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

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