Versículo para hoy:

viernes, 10 de mayo de 2019

8 de mayo – NUESTRO SERVICIO RAZONABLE

Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe? Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: “Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse”, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso? Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta. Santiago 2:14-17.

Hay algunos que parecen estar dispuestos a aceptar a Cristo como su Salvador que no lo recibirían como Señor. Ellos no lo dirían así claramente, pero como las acciones dicen más que las palabras, eso es lo que prácticamente dicen sus acciones. Qué triste es que algunos hablen de su fe en Cristo y no obstante, ¡sus obras no dan pruebas de su fe! Algunos hasta hablan como si entendieran lo que queremos decir con el pacto de la gracia, sin embargo, no hay ninguna buena evidencia de la gracia en sus vidas sino que abunda una prueba muy clara del pecado (no de la gracia). No puedo concebir que sea posible que alguien reciba a Cristo como Salvador y, no obstante, no lo reciba como Señor. Uno de los primeros instintos de un alma redimida es caer a los pies del Salvador y con gratitud y adoración clamar: «Bendito Maestro, reconozco que, al comprarme con tu sangre preciosa, soy tuyo, solo tuyo, completamente, para siempre. Señor, ¿qué quieres que haga?» Un hombre que realmente ha sido salvado por gracia no necesita que se le diga que está bajo obligación solemne de servir a Cristo, la nueva vida que hay dentro de él se lo dice. En lugar de considerarlo una carga, gustosamente se rinde en alma, cuerpo y espíritu al Señor que lo ha redimido, y considera que este es su servicio razonable.

A través de la Biblia en un año: Jueces 18-21

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

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