Versículo para hoy:

jueves, 4 de abril de 2019

4 de abril – CIUDADANOS DEL CIELO

En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Filipenses 3:20.

Mientras estemos aquí tenemos que hacer nuestro mayor esfuerzo por llevar hombres a Cristo, por ganarlos de sus malos caminos, por llevarlos a la vida eterna y por hacerlos, junto con nosotros, ciudadanos de otra tierra mejor.

Al buscar el bien del país como extranjeros, también tenemos que recordar que les corresponde a los extranjeros mantenerse muy tranquilos. ¿Por qué han de conspirar los extranjeros contra el gobierno ni entremeterse en la política de un país del que no tienen ciudadanía? Así que en esta tierra nuestra, donde tú y yo somos extranjeros, debemos ser advenedizos ordenados, que se someten constantemente a aquellos que están en autoridad, llevando vidas ordenadas y pacíficas y, según el mando del Santo Espíritu por medio del apóstol: «Den a todos el debido respeto: amen a los hermanos, teman a Dios, respeten al rey»; «sométanse por causa del Señor a toda autoridad humana». En esta tierra solo estamos de paso y debemos bendecirla al pasar por ella, pero nunca debemos hacer yugo con sus asuntos. Los cristianos, como hombres, aman la libertad y no están dispuestos a perderla ni en el menor sentido, pero espiritualmente sus políticas de gobierno son espirituales y como ciudadanos, velan por el interés de esa república divina a la que pertenecen y aguardan el momento en que, habiendo soportado las leyes de la tierra de su exilio, estarán bajo el dominio bienhechor de aquel que reina en gloria, el Rey de Reyes y Señor de Señores. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos los hombres y sirvan a su tiempo y su generación con tranquilidad, pero no construyan morada para su alma aquí, porque toda esta tierra será destruida con la venida del día terrible.

A través de la Biblia en un año: Deuteronomio 9-12

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

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