Versículo para hoy:

miércoles, 29 de agosto de 2018

AGOSTO 29

“Su alma será como huerto de riego”. Jeremías 31:12.

¡Oh, si tuviese mi alma bajo el cultivo celestial; que no fuera más un desierto, sino un huerto del Señor! Protegida contra el desierto, rodeada con la gracia, plantada por la instrucción, visitada por el amor, escardada por la disciplina celestial y guardada por el poder divino, el alma favorecida es preparada para llevar fruto al Señor.

Pero un huerto puede secarse por falta de agua y entonces todas sus plantas decaen y están para morir. ¡Oh, alma mía, qué pronto te pesaría esto si el Señor te dejara! En el Oriente un huerto sin agua pronto cesa del todo de ser un huerto; nada puede venir a la perfección, crecer, ni aun vivir. Cuando hay riego continuo, el resultado es encantador. Oh, que mi alma sea regada por el Espíritu Santo por igual, cada parte del huerto teniendo su propio arroyo; en abundancia, que refrescara suficientemente cada árbol y cada planta, por muy sedienta que fuera por naturaleza; continuamente, cada hora trayendo no solamente su calor, sino su refrigerio; sabiamente, cada planta recibiendo exactamente lo que necesita. Como en un huerto se ve por el verdor dónde corre el agua, así se percibe pronto en el alma cuando viene el Espíritu de Dios.

¡Oh, Señor, riégame en este día y haz que te dé una abundante recompensa por amor de Jesús! Amén.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

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