Versículo para hoy:

martes, 21 de agosto de 2018

AGOSTO 21

“Porque un momento será su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría”. Salmo 30:5.

Un momento bajo la ira de nuestro Padre parece muy largo, y sin embargo no es más que un momento después de todo. Si entristecemos a su Espíritu, no podemos esperar su sonrisa; pero es un Dios pronto en perdonar, y pronto pondrá a un lado todo recuerdo de nuestras faltas. Cuando desmayamos y estamos a punto de morir a causa de su enojo, su favor nos llena de nueva vida.

Este versículo tiene otra nota semicorchea. Nuestra tarde de lloro se cambia pronto en un día de alegría. La brevedad es la señal de la misericordia en la hora del castigo de los creyentes. El Señor no se agrada en usar su vara sobre sus escogidos; da un golpe o dos y todo ha pasado; sí, y la vida y el gozo que siguen al furor y al lloro, compensan abundantemente la tristeza saludable.

¡Ven, alma mía, empieza tus aleluyas! No llores durante la noche entera; limpia tus ojos en anticipación de la mañana. Estas lágrimas son rocío que nos hace tanto bien como los rayos de sol de la mañana. Las lágrimas aclaran los ojos para la vista de Dios en su gracia; y hacen que la visión de su favor sea más preciosa. La noche de tristeza proporciona las sombras del cuadro por las cuales las partes luminosas se destacan con más claridad. Todo está bien.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

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