Versículo para hoy:

miércoles, 3 de septiembre de 2025

“Quiero ser pastor”: Consejos para quienes aspiran al ministerio | Damián Casella


El ídolo de la seguridad: por qué la seguridad no puede salvarte - Virgil Walker

 

Ahí es cuando te das cuenta: la seguridad no es la salvación.

SANTIDAD - J. C. RYLE (1816-1900)

 III. "Cristo es el todo" de cada cristiano auténtico

    En tercer lugar, entendamos que "Cristo es el todo" de cada cristiano auténtico en la tierra.

    Al decir esto, tengo que asegurarme que no me malinterpreten. Todo ser humano tiene la absoluta necesidad de la elección de Dios el Padre y la santificación de Dios el Espíritu, a fin de que se efectúe la redención de todos los que han de ser salvos. Sostengo que hay una perfecta armonía e idéntica tonalidad en la acción de las tres Personas de la Trinidad, en llevar al hombre a la gloria. Afirmo también que los tres cooperan y obran conjuntamente en liberar al hombre del pecado y del infierno. Tal como es el Padre, es el Hijo y el Espíritu Santo. El Padre es misericordioso, el Hijo es misericordioso, el Espíritu Santo es misericordioso. Los mismos tres que dijeron al principio: "Hagamos", también han dicho: "Redimamos y salvemos al hombre". Sostengo que todo el que llega a los cielos tiene que atribuir toda la gloria de su salvación al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, tres personas en un solo Dios.

    Pero, al mismo tiempo, veo una prueba clara en las Escrituras, que es el sentir de la Santísima Trinidad, que Cristo sea exaltado prominente y distintivamente en lo que a la salvación de las almas se refiere. Cristo es presentado como el "Verbo" mediante el cual Dios da a conocer su amor a los pecadores. La encarnación y la muerte expiatoria de Cristo en la cruz conforman la gran piedra angular sobre la cual se apoya todo el plan de salvación. Cristo es el camino y la puerta, medios por los cuales se tiene acceso a Dios. Cristo es la raíz en la que todos los pecadores elegidos deben ser injertados. Cristo es el único lugar de encuentro entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra, entre la Santa Trinidad y los pobres pecadores hijos de Adán. Es Cristo a quien Dios el Padre ha "señalado" y asignado para que dé vida a un mundo muerto (Jn. 6:27). Es Cristo a quien el Padre le ha dado un pueblo para que lo lleve a la gloria. Es Cristo de quien el Espíritu da testimonio y a quien el Espíritu mismo guía a las almas para recibir perdón y paz. En definitiva, le "agradó al Padre que en él habitase toda plenitud" (Col. 1:19). Lo que el sol es enb el vasto firmamento, Cristo es en el cristianismo auténtico.

    Digo estas cosas a manera de explicación. Quiero que mis lectores entiendan claramente lo que digo. "Cristo es el todo". Con esto, no pretendo echar por la borda la obra del Padre y del Espíritu Santo. Permítame, en cambio, mostrarle lo que quiero decir.