Capítulo 5
Otra
táctica del diablo es la de decirle al creyente que puede
acercarse al pecado sin caer en él. Le insistirá al creyente que
puede acercarse a gente con vidas pecaminosas o que puede estar en lugares
donde se cometen actos de pecado, sin que le suceda nada. Le dirá que puede
estar conviviendo con los borrachos sin emborracharse, que puede tener compañía
con la gente inmoral sin participar de sus inmoralidades. Dirá que puede
acercarse a la puerta de la prostituta siempre y cuando no suba a su cama, que
puede mirar la belleza de Jezabel pero no cometer pecado con ella, que puede
poner sus manos en el lingote de oro de Acán siempre y cuando no lo robe. En
otras palabras, que uno puede acercarse al pecado sin ser afectado por ello. No
obstante, con frecuencia sucede que el acercarse al pecado conduce de inmediato
a pecar.
La
Biblia advierte a los creyentes respecto a los lugares y las personas que les
animan a pecar. 1
Tes.5:22 les manda apartarse de toda clase de mal. Proverbios 4:14-15 dice: “No
entres por la vereda de los impíos, no vayas por el camino de los malos.
Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa.” Hay que evitar todo
aquello que no es bueno, saludable y santo. No hagas nada que parezca malo o
que tenga apariencia de pecado. Si uno no quiere quemarse, deberá apartarse del
fuego. Si uno no quiere pecar, deberá alejarse de cualquier cosa que le
conduciría a pecar; si no lo hace, no podrá tener victoria sobre el pecado.
La
Biblia nos habla de que aquellos que fueron victoriosos sobre el pecado. Se
alejaron de todo lo que les podía conducir a pecar, aunque solo fuera en
apariencia. El diablo considera como media victoria, como casi una conquista,
el hecho de que uno no se aparte de aquello que le puede conducir a pecar. El
caso de José, es una ilustración de uno que se alejó de la tentación del
pecado. Aunque la esposa de Potifar le provocaba a cometer el adulterio, José
no le escuchaba, ni aceptaba estar en la presencia de ella. (Gen. 39:10) Si
usted quiere gozar de las bendiciones de Dios, usted tiene que alejarse de todo
aquello que le conduce a pecar.
El
hecho de evitar la apariencia del pecado es una evidencia de la gracia de Dios
que le eleva a uno por encima de los hombres que pertenecen al mundo. De esta
manera Abraham vivió una vida piadosa en medio de un pueblo inmundo. Daniel
permaneció fiel en un país donde se adoraba a dioses falsos. Timoteo vivió una
vida controlada por el Espíritu de Dios en medio de un pueblo pagano en Éfeso.
Los creyentes no deben escuchar al diablo cuando éste les dice que pueden
acercarse al pecado sin pecar. La enseñanza de la Biblia es clara al respecto,
apártese de cualquier cosa que le conduzca a pecar.
Otra
artimaña usada por satanás para conducir a los creyentes al pecado es decirles que los no arrepentidos
gozan de una vida placentera y sin problemas. “Mira esas gentes como
siguen pecando y están felices, llenas de buenas cosas. No tienen
preocupaciones. Únete a ellos y te vas a divertir.” A veces Dios es bondadoso y
bendice en esta vida a los mismos que están destinados a la condenación. La
manera en que Dios trata con una persona en esta vida no siempre indica lo que
Dios piensa acerca de esa persona. En la misma manera Dios a veces envía cosas
difíciles a las personas que son objeto de su amor. El sol brilla sobre los
espinos y sobre los árboles frutales. La buena dádiva de Dios es otorgada a los
buenos y a los malos. Tanto los buenos como los malos gozan de buena salud,
reciben riqueza y abundancia; asimismo, sufren indistintamente pérdidas y enfermedades.
E |
l primer remedio contra esta táctica
es acordarnos de que Dios está en contra de los que usan sus bendiciones como
un pretexto para pecar. El enojo de Dios es muy fuerte contra los que abusan de
su bondad de esta manera. Los creyentes nunca deben pensar que la ternura de
Dios les da libertad para pecar; por el contrario, su benignidad debería
conducirles al arrepentimiento.
S |
egundo, no hay miseria más grande en
esta vida que la ausencia de la corrección y la disciplina de Dios. Aquellos
cuyas vidas adolecen de estas marcas deben preocuparse. Si Dios nunca les ha
enviado problemas, si sus vidas siempre han sido fáciles, entonces están en el
peor estado posible. Cuando Dios no se preocupa por corregir y probar a una
persona, esa persona está perdida. Los incrédulos pueden sentirse felices
porque Dios no les corrige, pero su sentimiento de seguridad es falso. Muy
lejos de indicar que todo está bien con ellos, indica lo contrario, que todo
está mal. La prosperidad ha sido una piedra en la cual han tropezado millones;
tropezaron, cayeron y fracturaron la cerviz de su alma para siempre.
T |
ercero, es cierto que los pecadores
gozan de buenas cosas en esta vida, pero sus “bendiciones” son nada comparadas
con lo que no tienen. Los pecadores pueden gozar de dinero, poder, amigos,
salud, felicidad; pero no conocen a Dios, ni a Cristo, ni al Espíritu de Dios.
No tienen la paz con Dios, ni el perdón de sus pecados. No son hijos de Dios y
no son libres del poder dominante del pecado. No son objeto de la gracia de Dios
y tampoco tienen la esperanza de ir nunca al cielo. ¿De qué sirven todas las
bendiciones temporales de esta vida si uno no tiene el amor de Dios, el perdón
de sus pecados, la presencia de Cristo y la esperanza de gloria?
C |
uarto, las cosas buenas de esta vida
no son siempre lo que aparentan ser. Las cosas “buenas” siempre están mezcladas
con cosas malas. El poder y el dinero traen temores, preocupaciones y no tan
solo la felicidad. El Salmo 92:7 dice que los impíos brotan como la hierba, que
florecen los que hacen la iniquidad, pero que serán destruidos eternamente.
Frecuentemente Dios castigará con juicios espirituales a las mismas personas
que sufren menos castigo en esta vida. Por juicios espirituales quiero decir
que no están dispuestos a arrepentirse, que no se preocupan por sus almas, que
sus conciencias están cauterizadas, sus corazones endurecidos, están ciegos en
cuanto a la verdad acerca de Dios. Juicios semejantes a estos son peores que
todos los sufrimientos y tristezas de esta vida terrenal.
Q |
uinto, algún día los hombres darán
cuenta de todas las bendiciones que recibieron durante su vida terrenal. “Porque
a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará.” (Luc.12:48)
¿Qué dirán estas personas por tantas bendiciones que Dios les había otorgado?
Dios es paciente ahora, pero su paciencia y su bondad deberían guiarnos al
arrepentimiento, de otro modo, su bondad se convierte en un motivo de mayor
juicio.
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