Versículo para hoy:

martes, 23 de julio de 2019

Renovando Tu Mente | Job




Tu ministerio está en las manos de Dios - Nancy DeMoss de Wolgemuth



23 de julio – ALIMÉNTATE DE LA PALABRA DE DIOS

¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos. Salmos 119:97-99.

Nada puede nutrir mejor el alma del creyente que el alimentarse de la Palabra y digerirla por medio de la meditación frecuente en ella. No es de extrañarse que algunos crezcan tan poco si meditan tan poco. Debemos tomar la verdad y repasarla una y otra vez en las partes más recónditas de nuestro espíritu y así sacaremos de ella la esencia divina que nos alimenta. Para ti, ¿no es la meditación tu tierra de Gosén? Si los hombres una vez dijeron: «Hay grano en la tierra de Egipto», ¿por qué no pueden siempre decir que lo mejor del trigo se encuentra en la oración secreta? La devoción privada es una tierra que fluye leche y miel, un paraíso que tiene toda clase de frutas, una casa de banquetes con vinos a elección. ¿Dónde podemos alimentarnos y descansar en verdes pastos de una forma tan dulce como lo hacemos cuando meditamos en la Palabra? La meditación destila la quintaesencia de las Escrituras y llena nuestra boca de una dulzura que excede la de la miel virgen que destila el panal. Tus tiempos de retiro y de oración deben ser tus pasatiempos reales o, al menos, tiempos de renovación en los que, al igual que los cosecheros al mediodía, te sientes con Booz y comas de la provisión generosa de tu Maestro.

A través de la Biblia en un año: Nehemías 11-13
FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

La influencia que puede tener tu vida a largo plazo - Nancy DeMoss de Wolgemuth



22 de julio – LA VIDA DE GOZO

En resumidas cuentas, ¿cuál es nuestra esperanza, alegría o motivo de orgullo delante de nuestro Señor Jesús para cuando él venga? ¿Quién más sino ustedes? Sí, ustedes son nuestro orgullo y alegría. 1 Tesalonicenses 2:19-20.

Los que confían en Dios y lo siguen tienen otra gran recompensa, la bendición de hacer el bien. ¿Puede alguna otra cosa hacernos más felices? Este gozo es un diamante de la mejor calidad. Iguala, si puedes, el gozo que produce ayudar al huérfano o la viuda. ¡Busca algo que produzca tanto gozo como el salvar un alma de la muerte y cubrir multitud de pecados! Valdría la pena tener fe en Dios, incluso si viviéramos aquí para siempre, si nuestra vida estuviera dedicada a hacer el bien al pobre y al necesitado, y a rescatar a los equivocados y a los caídos. Si deseas probar el gozo más puro que fluye de las fuentes del paraíso, prueba la bendición inagotable de salvar un alma perdida. Cuando la fe en Dios te enseña a negarte a ti mismo y vivir por completo para glorificar a Dios y beneficiar a tus semejantes, te colocas en el camino del Señor y de sus ángeles, y al seguirlo, reinarás en él.

Pienso, hermanos, que nuestra suerte es mucho mejor que la del más rico emperador, si este no conoce al Salvador. ¡Ay, pobres reyes, pobres príncipes, pobres nobles, pobres ricos que no conocen a Cristo! ¡Pero dichosos los pobres que lo conocen! ¡Felices los esclavos que lo aman! ¡Felices los hombres y mujeres moribundos que se regocijan en él! Ellos tienen un gozo perpetuo y un continuo placer porque Dios es el todo de su vida.

A través de la Biblia en un año: Nehemías 8-10

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.