Las iglesias ucranianas creen que tendrán que volver a la clandestinidad.
Versículo para hoy:
domingo, 13 de marzo de 2022
Marzo 13 La entrega de Dios - OSWALD CHAMBERS
"De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado", Juan 3:16
La salvación no es tan sólo una liberación del pecado y una experiencia de santidad personal. La
salvación que viene de Dios significa ser completamente liberado de uno mismo y puesto en perfecta
unión con Él. Cuando reflexiono sobre mi experiencia personal de salvación, pienso en función de la
libertad del pecado y la santidad personal. Sin embargo, ¡la salvación es mucho más! Significa que el
Espíritu Santo me lleva a una relación íntima con la auténtica persona de Dios. Entonces, me estremezco
con algo que es infinitamente más grande que yo y su entrega por mí me alcanza y me atrapa.
Decir que somos llamados a predicar la santidad o la santificación es pasar por alto el punto principal.
Somos llamados a proclamar a Jesucristo (ver 1 Corintios 2:2). El hecho de que Él nos salva del pecado y
nos santifica hace parte del resultado de su maravillosa y total entrega a nosotros.
Si nos hemos rendido verdaderamente, nunca estaremos conscientes de nuestros propios esfuerzos por
permanecer rendidos, pues nuestra vida entera será absorbida por Aquel a quien nos rendimos. Cuídate de
hablar de la rendición si no sabes nada al respecto. De hecho, nunca podrás saber hasta que entiendas que
Juan 3:16 significa que Dios se dio a sí mismo por completo. En nuestra entrega, debemos darnos a Dios
como Él lo hizo por nosotros: total e incondicionalmente y sin ninguna reserva. Entonces no tomaremos
en cuenta las consecuencias y circunstancias que resulten de nuestra entrega porque nuestra vida estará
totalmente ocupada por Él.
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