Versículo para hoy:

lunes, 31 de diciembre de 2018

Él te da paz - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 31

“Hasme guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria”.        Salmo 73:24.

De día en día y de año en año, mi fe confía en la sabiduría y en el amor de Dios y sé que no creeré en vano. Ninguna buena palabra suya jamás ha faltado y estoy seguro que ninguna caerá a tierra.

Me pongo en sus manos para ser dirigido. No sé el camino que debo escoger: el Señor elegirá mi heredad. Necesito consejo, porque mis deberes son complicados y mi situación enredada. Me acerco al Señor, como el Sumo Sacerdote en otro tiempo miraba a su Urim y Thummim. Busco el consejo de Dios infalible en preferencia a mi propio juicio o los consejos de mis amigos. ¡Glorioso Jehová, tú me guiarás!

Pronto vendrá el fin: unos pocos años más y tengo que partir de este mundo para ir al Padre. El Señor estará cerca de mi cama. Me recibirá a la puerta del cielo: me dará la bienvenida a la gloria. No seré un extranjero en el cielo: mi propio Dios y Padre me recibirá a la felicidad eterna.

Gloria sea dada a Aquél que me guiará aquí y me recibirá allí. Amén.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 30 de diciembre de 2018

DICIEMBRE 30

“Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, amólos hasta el fin”. Juan 13:1.

Esta verdad es esencialmente una promesa; porque lo que nuestro Señor era, Él es, y lo que fue para aquellos con quienes vivió en la tierra, lo será para todos sus amados hasta que no haya luna.

“Habiendo amado”: ¡He aquí el milagro! ¡Que Él hubiese amado a los hombres es la maravilla! ¿Qué había en sus pobres discípulos para que Él los amara? ¿Qué hay en mí?

Pero una vez que ha comenzado a amar, es de su naturaleza continuar haciéndolo. El amor hizo de los santos “los suyos”, ¡qué título más escogido! Él los compró con sangre y vinieron a ser su tesoro. Siendo los suyos, Él no los perderá. Siendo sus amados, no cesará de amarles. ¡Alma mía, nunca cesará Él de amarte!

El versículo está bien así como está: “hasta el fin”; aun hasta su muerte reinó en su seno la pasión dominante de amor a los suyos. También significa hasta lo sumo. No podía amarles más: se dio a sí mismo por ellos. Algunos lo leen hasta la perfección. Verdaderamente Él derramó sobre ellos un amor perfecto, en el cual no había ni tacha, ni culpa, ni imprudencia, ni deslealtad, ni reserva.

Tal es el amor de Jesús a cada uno de su pueblo. Cantemos a nuestro amado una canción.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 29 de diciembre de 2018

DICIEMBRE 29

“Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo: Yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré”. Isaías 46:4.

El año es muy viejo, y aquí hay una promesa para nuestros amigos ancianos; sí, y para todos nosotros, cuando la vejez se acerque. Si vivimos bastante tiempo, todos tendremos canas; así que bien podemos gozarnos de esta promesa por la previsión de la fe.

Cuando envejezcamos nuestro Dios será el “Yo Soy”, que permanece siempre el mismo. Las canas hablan de nuestra decadencia, pero Él no decae. Cuando no podamos llevar una carga, y casi no podamos sostenernos a nosotros mismos, el Señor nos llevará. De la misma manera que nos llevó en nuestra infancia como corderos en su seno, así lo hará en nuestros años de flaqueza.

Él nos hizo y Él nos cuidará. Cuando seamos una carga a nuestros amigos y un peso para nosotros mismos, el Señor no nos desamparará, sino que nos levantará y nos llevará y nos librará más completamente que nunca. En muchos casos el Señor da a sus siervos una tarde larga y serena. Trabajaron mucho todo el día y se cansaron en el servicio de su Maestro, y así les dijo: “Ahora descansad en anticipación del Sábado eterno que yo os he preparado”. No temamos la vejez. Envejezcamos agradablemente, ya que el Señor mismo está con nosotros en plenitud de gracia.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 28 de diciembre de 2018

El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 28

“Porque Él dijo: No te desampararé ni te dejaré”. Hebreos 13:5.

El Señor ha dicho esto varias veces en las Escrituras. Lo ha repetido muchas veces para darnos doble seguridad. No tengamos ni una duda. En sí la promesa es especialmente enfática. En el griego tiene cinco negativas, cada una de las cuales excluye definitivamente la posibilidad de que el Señor jamás desampare a uno de su pueblo, de modo que pueda con razón sentirse dejado de su Dios. Esta Escritura inapreciable, no nos promete inmunidad de penas, pero nos asegura contra el abandono. Tal vez seremos llamados a pasar por caminos extraños, pero tendremos siempre la compañía, la ayuda y la provisión de nuestro Señor. No es necesario codiciar el dinero, porque siempre tendremos a nuestro Dios, y Dios es mejor que el oro, y su favor mejor que una fortuna.

Ciertamente debiéramos estar contentos con lo presente, porque el que a Dios tiene, tiene más que todo el mundo. ¿Qué más podemos tener que el Infinito? ¿Qué más podemos desear que la Bondad Todopoderosa?

Ven, alma mía; si Dios dice que no te desamparará, ni te dejará, ora mucho por su gracia para que tú nunca desampares a tu Señor, ni por un momento dejes sus caminos.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

La bendición sacerdotal - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 27

“Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”. Isaías 54:10.

Una de las cualidades más deleitosas del amor divino es su carácter permanente. Las columnas de la tierra pueden ser movidas de su sitio; pero la bondad y el pacto de nuestro misericordioso Jehová no se apartarán de su pueblo. ¡Qué contenta está mi alma en la firme confianza de esta declaración inspirada! El año casi se acabó y los años de mi vida van disminuyendo, pero el tiempo no cambia a mi Señor. Nuevas luces toman el lugar de las antiguas, un cambio perpetuo se ve en todo; pero nuestro Señor es el mismo. La fuerza puede trastornar los montes, pero ningún poder concebible puede afectar a Dios eterno. Nada en lo pasado, lo presente o lo futuro puede hacer que Jehová me trate sin benevolencia.

Alma mía, repósate en la eterna misericordia de tu Señor, que te trata como un pariente cercano. Acuérdate también del pacto eterno. Dios siempre lo tiene presente; mira que tú también lo tengas presente. En Cristo Jesús, el Dios glorioso se ha comprometido para ser tu Dios y para tenerte como uno de su pueblo. Misericordia y pacto; ocúpate de estas palabras como cosas seguras y duraderas que la misma eternidad no te podrá quitar.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

La huella divina - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 26

“Y respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado”. Mateo 26:33.

“Pero”, dirá uno, “esta no es una promesa de Dios”. Precisamente, pero fue una promesa de hombre y por lo tanto no se realizó. Pedro pensaba que decía lo que ciertamente podía llevar a cabo; pero una promesa que no tiene mejor fundamento que la resolución humana, caerá a tierra. Tan pronto como vino la tentación, Pedro negó a su Maestro, y blasfemó para confirmar su negación.

¿Qué es la palabra de un hombre? Un vaso de barro que se rompe al primer golpe. ¿Qué es tu propia determinación? Una flor que con la ayuda de Dios, fructificará; pero dejada a sí misma, caerá a tierra con el primer soplo de viento que mueve la rama.

No confíes en la palabra de un hombre más de lo que pueda sostener.

No cuentes con tu propia determinación en nada.

Cuenta con la promesa de tu Dios para este tiempo y la eternidad, este mundo y el otro, y para todo lo tuyo y lo de tus más queridos.

Este volumen es un libro de cheques para creyentes, y esta página es escrita como una amonestación acerca del banco sobre el cual van a girar una letra de cambio y qué firma aceptarán. Cuenta con el Señor ilimitadamente. No te fíes de ti mismo ni de ninguno nacido de mujer más allá de los límites debidos; pero confía solamente y del todo en el Señor.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 25 de diciembre de 2018

Comodidad o carácter - Nancy DeMoss de Wolgemuth


DICIEMBRE 25

“Este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:11.

Hoy muchos están celebrando la primera venida de nuestro Señor; pensemos nosotros en la promesa de su segundo advenimiento. Este es tan seguro como la primera venida, y su certeza procede en gran medida de ella. El que vino como un hombre humilde a servir, ciertamente vendrá a tomar la recompensa de su servicio. El que vino a sufrir, no tardará en venir a reinar.

Esta es nuestra esperanza gloriosa, porque participaremos en su gozo. Hoy somos desconocidos y vivimos en humillación, así como vivió Él cuando estuvo aquí abajo; pero cuando Él venga será nuestra manifestación, así como será su revelación. Los santos que han muerto vivirán a su venida. Los calumniados y despreciados resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. Entonces los santos aparecerán como reyes y sacerdotes, y los días de su luto serán acabados. El largo descanso y el esplendor incomparable del reino milenario, serán una recompensa abundante para siglos de testimonio y pelea.

¡Oh, si viniese el Señor! ¡Él viene! Está en camino y viajando prestamente. ¡El sonido de su llegada debiera ser como música en nuestros corazones! ¡Tocad, campanas de esperanza!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 24 de diciembre de 2018

No hay ministerio más grande - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 24

“Tus enemigos te serán hallados mentirosos”. Deuteronomio 33:29 (Versión inglesa).

Ese insigne enemigo, el diablo, es un mentiroso desde el principio; pero es tan plausible, que creemos en él, como le creyó nuestra madre Eva. Pero en nuestra experiencia le encontraremos mentiroso.

Él dice que caeremos de la gracia, deshonraremos nuestra profesión y pereceremos con el juicio de los apóstatas; pero confiando en el Señor Jesús, proseguiremos nuestro camino y experimentaremos que Jesús no pierde ninguno de los que el Padre le dio. Él nos dice que nuestro pan cesará y que nosotros y nuestros hijos moriremos de hambre; sin embargo, el que da de comer a los cuervos nunca nos ha olvidado, sino que aderezará mesa para nosotros en presencia de nuestros angustiadores.

Él nos susurra al oído que el Señor no nos librará de la prueba que aparece a lo lejos, y nos amenaza con que esta prueba acabará de quebrantarnos el ánimo. ¡Qué mentiroso es! Porque el Señor nunca nos dejará, ni nos desamparará. “¡Líbrele ahora si le quiere!”, grita el falso enemigo mortal: pero el Señor le hará callar viniendo a nuestro socorro.

Toma delicia en decirnos que la muerte será demasiado para nosotros. “¿Cómo harás en la hinchazón del Jordán?” Pero allí también experimentaremos que es un mentiroso y pasaremos por el río cantando salmos de gloria.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 23 de diciembre de 2018

DICIEMBRE 23

“Y a José dijo: Bendita de Jehová su tierra, por los regalos de los cielos, por el rocío y por el abismo que abajo yace”. Deuteronomio 33:13.

Podemos ser ricos en las cosas que obtuvo José y podemos poseerlas en otro sentido más alto. ¡Oh, si tuviésemos “los regalos de los cielos”! Poder para con Dios, y la manifestación del poder de Dios, son cosas muy preciosas. Quisiéramos gozar de la paz de Dios, el gozo del Señor y la gloria de nuestro Dios. La bendición de las tres divinas Personas, de amor, de gracia y de comunión la apreciamos más que el oro más fino. Las cosas de la tierra son como nada en comparación con las cosas del cielo.

“El rocío”. ¡Cuán precioso es esto! ¡Cómo oramos y adoramos cuando tenemos el rocío! ¡Qué refrigerio, qué crecimiento, qué perfume y qué vida hay en nosotros cuando el rocío está alrededor! Como plantío, obra de la diestra del Señor, necesitamos sobre todo el rocío de su Espíritu Santo.

“El abismo que abajo yace”. Sin duda esto se refiere al océano invisible, debajo de tierra, que alimenta todos los manantiales vivos que alegran la tierra. ¡Oh, la bendición de sacar agua de las fuentes eternas! Esta es una dádiva inefable; que ningún creyente descanse hasta que la posea. La completa suficiencia de Jehová es nuestra para siempre. Recurramos a ella ahora.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 22 de diciembre de 2018

DICIEMBRE 22

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Salmo 46:1.

Un ayudador que no está pronto cuando le necesitamos es de poco valor. El áncora dejada en casa es de ningún valor al marinero en la hora de la tormenta; el dinero que en otro tiempo poseyó el deudor es de ningún valor cuando una demanda judicial se ha expedido contra él. Pocas ayudas terrestres pueden ser llamadas “prontas”; generalmente están lejos cuando hay que buscarlas, lejos cuando se usan y todavía más lejos una vez usadas. Pero el Señor nuestro Dios es “pronto” cuando le buscamos, “pronto” cuando le necesitamos y “pronto” cuando hemos ya gozado de su ayuda.

Viene a nuestro auxilio más pronto que el amigo más cercano pueda llegar, porque está en nosotros mismos en nuestra prueba; más presente de lo que somos a nosotros mismos, porque algunas veces carecemos de presencia de ánimo. Él está siempre presente, eficazmente presente, simpáticamente presente, del todo presente. Él está presente ahora si es un tiempo sombrío; descansemos en Él. Es nuestro refugio, escondámonos en Él; es nuestra fortaleza, revistámonos de Él. Es nuestro amparo, apoyémonos en Él; nuestro pronto auxilio, descansemos ahora mismo en Él. No es necesario que tengamos un momento de ansiedad ni un instante de temor. “Jehová de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob”.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Os ha nacido hoy, día 3 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 21

“Él tornará, Él tendrá misericordia de nosotros; Él sujetará nuestras iniquidades, y echará en los profundos de la mar todos nuestros pecados”. Miqueas 7:19.


Dios nunca deja su amor, pero pronto deja su ira. Su amor a sus escogidos está en conformidad con su carácter; su ira está en conformidad con su posición: ama porque es amor, se enoja porque es necesario para nuestro bien. Él volverá al lugar donde su corazón descansa, a saber, en su amor a los suyos, y entonces Él tendrá compasión de nuestros dolores y les pondrá fin.

¡Qué promesa tan excelente es esta; “Él sujetará nuestras iniquidades!” Él las vencerá. Procuran hacernos esclavos, pero el Señor nos dará la victoria sobre ellas, por su propia diestra. Como los cananeos, serán vencidas, puestas bajo el yugo y, finalmente, destruidas.

¡Del mismo modo cuán gloriosamente es quitada la culpabilidad de nuestros pecados! “Todos nuestros pecados”, sí, todo el ejército de ellos, los “echará” (sólo un brazo omnipotente podría hacer tal maravilla) “en los profundos de la mar”. Donde se hundieron Faraón y sus carros. No los echará en agua poco profunda, de donde podrían subir con la marea, sino que serán precipitados en los “profundos de la mar”. Han desaparecido todos. Como piedra descendieron a los profundos. ¡Aleluya! ¡Aleluya!

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Os ha nacido hoy, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 20

“Yo, yo soy vuestro Consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, del hijo del hombre, que por heno será contado? Y haste ya olvidado de Jehová tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir; mas ¿en dónde está el furor del que aflige?” 

Que este mismo versículo sea la porción de hoy. No es necesario amplificarlo. Creyente atemorizado, léelo, créelo, cómelo y reclama su cumplimiento delante del Señor. El que temes es solamente un hombre después de todo; mientras el que promete confortarte es Dios, tu Hacedor y el Criador del cielo y de la tierra. Consuelo infinito sobrepuja un peligro limitado.

“¿En dónde está el furor del que aflige?” Está en la mano del Señor. Es solamente el furor de un hombre mortal; furor que termina tan pronto como cesa el soplo de sus narices. ¿Por qué entonces estamos atemorizados de uno tan débil como nosotros mismos? No deshonremos a nuestro Dios haciendo un dios del hombre débil. Podemos hacer un ídolo de un hombre, tanto por temerle excesivamente como por darle excesivo amor. Tratemos a los hombres como hombres y a Dios como a Dios; y entonces seguiremos tranquilamente la senda del deber, temiendo al Señor y no temiendo a ningún otro.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

Os ha nacido hoy, día 1 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 19

“Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado”. Salmo 34:20.

Esta promesa por su contexto se refiere al justo muy afligido: “Muchos son los males del justo; mas de todos ellos lo librará Jehová”. Podrá sufrir heridas, pero no le pasará gran daño, “ni uno de sus huesos será quebrantado”.

Esto es gran consuelo para el hijo de Dios en la prueba y un consuelo que yo puedo aceptar; porque hasta ahora no he sufrido ningún perjuicio por mis muchas aflicciones. No he perdido ni fe, ni esperanza, ni amor. No; en vez de perder estos huesos de carácter, he ganado fuerza y energía. Tengo más conocimiento, más experiencia, más paciencia y más estabilidad de lo que tenía antes que vinieran las pruebas. Ni aun mi gozo ha sido destruido. La enfermedad, el luto, el abatimiento, la calumnia y la contradicción me han causado muchas contusiones; pero la contusión ha sanado y no ha habido una fractura doble de hueso ni una fractura sencilla. La razón no está lejos de buscar. Si confiamos en el Señor, Él guarda todos nuestros huesos; y si Él los guarda, podemos estar seguros que ni uno de ellos será quebrantado.

Corazón mío, no te entristezcas. Estás resentido, pero los huesos no son quebrantados. Sufre trabajos y desafía el temor.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

martes, 18 de diciembre de 2018

El ejemplo de María, día 2 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 18

“Como las aves que vuelan, así amparará Jehová de los ejércitos a Jerusalén”. Isaías 31:5.

Con ala veloz el ave se apresura para la protección de sus polluelos. No malgasta el tiempo en el camino cuando viene a darles de comer o guardarles del peligro. De esta manera, con alas de águila vendrá el Señor para defensa de sus escogidos; sí, volará sobre las alas del viento.

Con ala extendida la madre cubre sus pequeños en el nido. Los esconde interponiendo su propio cuerpo. La gallina da su propio calor a sus pollos y hace de sus alas una casa, en la cual moran contentos. Así el mismo Jehová se hace la protección de sus escogidos. Él mismo es su refugio, su morada, su todo.

Como aves que vuelan y como aves que protegen (porque la palabra significa lo mismo) así hará el Señor con nosotros: y esto repetidamente y con éxito. Seremos amparados y guardados de todo mal: el Señor que se compara a las aves, no será como ellas en su debilidad, porque Él es Jehová de los ejércitos. El amor eterno será pronto para amparar y seguro en su protección. Que esto sea nuestro consuelo. Las alas de Dios son más prontas y más solícitas que las alas de un ave, y nosotros confiaremos bajo su sombra desde ahora y para siempre.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

lunes, 17 de diciembre de 2018

El ejemplo de María, día 1 - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 17

“Y así estaremos siempre con el Señor”. 1 Tesalonicenses 4:17.

Mientras que estamos aquí el Señor está con nosotros, y cuando somos llamados allí estaremos con Él. El santo no puede estar separado de su Salvador. Son una cosa, y siempre lo tendrán que ser: Jesús no puede estar sin su propio pueblo, porque así sería una cabeza sin cuerpo. Arrebatados en el aire, o descansando en el Paraíso, o morando aquí, estamos siempre con Jesús; ¿y quién nos apartará de Él?

¡Qué gozo es esto! Nuestro honor supremo, nuestro descanso, consuelo y delicia, son el estar con el Señor. No podemos imaginar nada que pueda exceder ni igualar a esta compañía divina. Por santa comunión tenemos que estar con Él en su humillación, desprecio y trabajo, y entonces estaremos con Él en su gloria. Pronto estaremos con Él en su descanso, en su soberanía, en su esperanza y en su manifestación. Sucederá con nosotros como con Él, y triunfaremos como Él triunfa.

Oh, mi Señor, si yo tengo que estar contigo para siempre, tengo un destino incomparable. No envidiaré ni a un arcángel. Mi idea del cielo en su colmo, es estar siempre con el Señor. Ni las arpas de oro, ni las coronas inmarcesibles, ni la luz sin nubes, constituyen la gloria para mí; sino Jesús, Jesús mismo, y yo siempre con Él en la más íntima y amada comunión.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

domingo, 16 de diciembre de 2018

DICIEMBRE 16

“Tú echarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte”. Josué 17:18.

Es un gran estímulo al valor estar asegurado de la victoria, porque entonces el hombre sale a la guerra con confianza, y es atrevido donde de otra manera tendría temor. Nuestra lucha es contra el mal dentro de nosotros y alrededor de nosotros, y debiéramos de estar persuadidos que podemos vencer, y que así lo haremos en el nombre del Señor Jesús. No estamos para caer, sino para vencer; y venceremos. La gracia de Dios en su omnipotencia está extendida para la destrucción del mal en todas sus formas: de aquí viene la seguridad de la victoria.

Ciertos pecados nuestros encuentran carros herrados en nuestro temperamento, en nuestras costumbres pasadas y en nuestras ocupaciones. No obstante tenemos que vencerlos. Son muy fuertes, y opuestos a ellos, somos muy débiles; pero en el nombre de Dios tenemos que dominarlos, y así lo haremos. Si un pecado nos domina, no somos los siervos libres del Señor. Aunque un hombre esté preso por solamente una cadena, es un cautivo. No podemos ir al cielo con un pecado reinando en nosotros, porque se ha dicho a los santos: “el pecado no se enseñoreará de vosotros”. Levántate, y mata cada cananeo, y haz pedazos cada carro herrado. Jehová de los ejércitos es con nosotros, ¿y quién podrá resistir su poder vencedor en contra del pecado?

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

sábado, 15 de diciembre de 2018

DICIEMBRE 15

“Y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra”. Isaías 2:4.

¡Oh, si estos tiempos felices hubiesen llegado! Actualmente las naciones están armadas pesadamente y están levantando armamentos más y más terribles, como si el fin principal del hombre sólo pudiera alcanzarse por la destrucción de millares de sus semejantes. No obstante, la paz prevalecerá un día; sí, y de tal manera que los instrumentos de la destrucción serán transformados en objetos muy diferentes y usados para mejores propósitos.

¿Cómo se efectuará esto? ¿Por el comercio? ¿Por la civilización? ¿Por el arbitraje? No lo creemos. La experiencia pasada nos prohíbe tener confianza en medios tan inadecuados. Solamente se establecerá la paz por el reino del Príncipe de Paz. Él tiene que enseñar al pueblo por su Espíritu y renovar sus corazones por su gracia y reinar sobre ellos por su poder supremo, y entonces cesarán de herir y matar.

El hombre es un monstruo una vez que está ardiendo en ira, y sólo el Señor Jesús puede cambiar este león en un cordero. Cambiando el corazón del hombre, sus pasiones sanguinarias son así quitadas. Que cada lector de este libro ore especialmente hoy, al Señor y Dador de la Paz, que Él pronto ponga fin a la guerra y establezca la concordia en todo el mundo.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

No seas atea en la práctica - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 14

“Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”. Apocalipsis 21:5.

¡Gloria sea dada a su nombre! Todas las cosas necesitan renovación, porque están tristemente rotas y gastadas por el pecado. Es tiempo que el vestido viejo sea arrollado y desechado y que la creación se vista de su traje dominical. Pero ningún otro puede hacer nuevas todas las cosas, sino el Señor que las hizo al principio; porque se necesita tanto poder para hacer algo de lo malo, como para hacer algo de la nada. El Señor Jesús ha emprendido la obra y Él es del todo competente para ejecutarla. Él ya ha comenzado su obra, y por siglos ha perseverado en hacer nuevos los corazones de los hombres y el orden de la sociedad. De aquí a poco Él hará de nuevo la entera constitución del gobierno humano, y la naturaleza humana será cambiada por la gracia; y vendrá un día cuando aun el cuerpo será hecho de nuevo y resucitado a semejanza de su cuerpo glorioso.

¡Qué gozo el de pertenecer a un reino en el cual todo está haciéndose nuevo por el poder de su Rey! No estamos muriendo; estamos avanzando a una vida más gloriosa. No obstante la oposición de los poderes del mal, nuestro glorioso Señor Jesús está realizando su propósito y haciéndonos “nuevos” y haciendo “nuevas “ también las cosas que nos rodean y tan llenas de hermosura como cuando en el principio salieron de las manos del Señor.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Los grandes problemas son en realidad pequeños - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 13

“Acontecerá que al tiempo de la tarde habrá luz”. Zacarías 14:7.

Esto es sorprendente; porque todas las cosas indican que a la tarde será oscuro. Dios está acostumbrado a obrar tan por encima de nuestros temores y tanto más allá de nuestras esperanzas, que estamos grandemente maravillados e impulsados a adorar su gracia soberana. No, no será con nosotros como profetizan nuestros corazones: la oscuridad no se profundizará hasta llegar a ser como la noche, sino que de repente se aclarará en día. No desmayemos nunca. En los tiempos peores confiemos en el Señor, porque Él cambia la oscuridad de la sombra de la muerte, en la claridad de la mañana. Cuando la tarea del ladrillo fue doblada entonces apareció Moisés, y cuando abunda la tribulación estamos cerca de su fin.

Esta promesa debe ayudarnos a tener paciencia. Tal vez la luz no amanecerá del todo hasta que nuestras esperanzas están del todo gastadas aguardando todo el día en vano. Para el impío el sol se pone cuando aún es día; para el justo se levanta el sol cuando es casi noche. ¿No podemos esperar con paciencia aquella luz divina que podrá tardar en venir, pero que seguramente valdrá la pena haberla esperado?

Ven, alma mía, toma tu parábola y canta a Aquel que te bendecirá en la vida y en la muerte de tal manera que sobrepujará todo lo que la naturaleza ha visto aun en sus mejores horas.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Eutanasia 2, Bioética 3 - Salvador Dellutri

Las buenas noticias son más que vanas ilusiones - Nancy DeMoss de Wolgemuth



DICIEMBRE 12

“En quietud y en confianza será vuestra fortaleza”. Isaías 30:15.

Es siempre una debilidad acongojarse y preocuparse, desconfiar y cavilar. ¿Qué adelantamos consumiéndonos de ansiedad? ¿Qué conseguimos con dudar y enojarnos?

¿No nos incapacitamos así para la acción y desconcertamos nuestro espíritu de modo que no podemos tomar una decisión prudente? Nos hundimos con nuestros esfuerzos cuando pudiéramos salir a flote por la fe.

¡Oh, si tuviésemos la gracia de estar quietos! ¿Por qué corremos de casa en casa para repetir la triste historia que nos aflige más y más el corazón cada vez que la contamos? Aun cuando permanecemos en nuestras casa ¿por qué lloramos en agonía a causa de presentimientos miserables que tal vez nunca se realizarán? Sería bueno detener la lengua, pero sería aún mejor guardar el corazón tranquilo. ¡Oh, si pudiésemos estar quietos y conocer que Jehová es Dios!

¡Oh, si tuviésemos la gracia de tener confianza en Dios! El Santo de Israel tiene que defender y librar a los suyos. No puede volverse atrás de sus solemnes declaraciones. Podemos estar seguros de que cada palabra suya permanecerá aunque los montes se moviesen. Él es digno de nuestra fe; y si mostrásemos confianza en Él, con la quietud que esto nos traería podríamos ser tan felices como los espíritus delante del trono.

Ven, alma mía, vuelve a tu reposo y reclina tu cabeza sobre el seno del Señor Jesús.

FUENTE: Libro de Cheques del Banco de la Fe – Charles H. Spurgeon.