Versículo para hoy:

martes, 24 de diciembre de 2024

SANTIDAD - J. C.RYLE (1816-1900)

 

Bendigo a Dios porque nuestra salvación no depende en absoluto de nuestras propias obras. Somos salvos por gracia, no por obras de justicia, por fe, sin las obras de la ley. Pero no quisiera nunca que algún creyente olvidara por un momento que nuestro sentido de ser salvos depende de nuestra manera de vivir. La inconsistencia empañará su vista y pondrá nubes entre usted y el sol. El sol es el mismo detrás de las nubes, pero usted no podrá ver su resplandor y disfrutar su calor, y su alma estará sombría y fría. Es en la senda del bien hacer, en donde lo visitará la fuente de luz y brillará en su corazón.

"La comunión íntima de Jehová", dice David, "es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto" (Sal. 25:14).

"Y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios" (Sal. 50:23).

"Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo" (Sal. 119:165).

"Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros" (1 Jn. 1:7).

"No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él" (1 Jn. 3:18, 19).

"Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos" (1 Jn. 2:3).

Pablo era un hombre que se esforzaba por tener una conciencia sin ninguna ofensa a Dios ni al hombre (Hch. 24:16). Podía decir con audacia: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe". No me extraña, entonces, que Dios lo capacitó de modo que pudo agregar confiadamente: "Me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día" (2 Ti. 4:7, 8).

Si algún creyente del Señor Jesús anhela seguridad y no la tiene, que reflexione también en este punto. Mire su propio corazón, mire su propia conciencia, mire su propia vida, mire sus propias costumbres y mire su propio hogar. Y quizá cuando lo haya hecho, podrá decir: "Con razón no tengo una esperanza segura".

Dejo estos temas que acabo de mencionar a la consideración personal de cada lector de este escrito. Estoy seguro de que vale la pena examinarlos. Examinémoslos sinceramente. Y quiera el Señor darnos entendimiento en todas las cosas.