Versículo para hoy:

viernes, 29 de julio de 2016

¿Demuestra uno amor al llamar a alguien al arrepentimiento?- Nancy DeMoss de Wolgemuth

LECTURAS VESPERTINAS – JULIO 29

“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí”. Juan 6:37.

ESTA declaración involucra la doctrina de la elección. Hay algunos que fueron dados a Cristo por el Padre. Esta declaración implica la doctrina del llamamiento eficaz. Los que son dados deben venir y vendrán. Aunque se opongan tenazmente, sin embargo, serán llevados de las tinieblas a la maravillosa luz de Dios. Esta declaración de Dios nos enseña la indispensable necesidad de la fe. Pues aún aquellos que son dados a Cristo no son salvos a menos que vengan a Jesús. Aun ellos deben venir, pues en el cielo no se puede entrar por otro lugar sino por la puerta, que es Cristo Jesús. Todo lo que el Padre da a nuestro Redentor debe venir a él; por consiguiente ninguno puede ir al cielo si no va a Cristo. ¡Oh el poder y la majestad que hay en la palabra “vendrá”! Jesús no dice que ellos tienen virtud para venir, o que pueden venir si quieren hacerlo, sino que “vendrán”. El Señor, por medio de sus mensajeros, de su palabra y de su Espíritu, constriñe suave y benignamente a los hombres para que entren al festín y participen del banquete de boda. El Señor hace esto, no violando el libre albedrío del hombre, sino por el poder de su gracia. Yo puedo ejercer dominio sobre la voluntad de otro hombre y no obstante, la voluntad de ese hombre ser perfectamente libre, porque el dominio está ejercido en una manera acorde con las leyes de la mente humana. Jehová Jesús sabe cómo rendir al hombre entero con argumentos irresistibles dirigidos al entendimiento, con poderosas razones que apelan a los afectos y con la misteriosa influencia del Espíritu Santo que obra sobre todas las facultades y pasiones del alma para que, ya que una vez fue rebelde, se someta ahora alegremente a su dirección, rendido por su amor soberano. Pero, ¿cómo serán conocidos aquellos a quienes Dios ha elegido? Por este resultado: que voluntaria y alegremente aceptan a Cristo y vienen a él con fe sincera y genuina, descansando en él como el todo de su salvación y el todo de sus deseos. Lector, ¿has venido a Jesús?

Charles Haddon Spurgeon.