Versículo para hoy:

sábado, 27 de enero de 2024

ENERO 27 - Nuevas Misericordias Cada Mañana - Paul David Tripp

 El llamado de Dios a obedecerle es por gracia. En este llamado, Él te rescata de ti mismo.

Todos somos esclavos, la pregunta es ¿de quién o de qué? Todos estamos dispuestos a hacer sacrificios, la pregunta es ¿a quién o para qué? Todos seguimos reglas, la pregunta es ¿de quién o para qué? Todos le damos el corazón a algo la pregunta es ¿a quién o a qué? No fuimos fabricados para ser libres, si por "libertad" nos referimos a una vida independiente y autosuficiente. Fuimos creados por Dios para estar conectados a algo mucho más grande que nosotros mismos. Fuimos diseñados para que nuestras vidaas fueran organizadas y dirigidas por un calendario más grande que nuestros propios deseos y metas personales. Fuimos labrados cuidadosamente por Dios para tener cada aspecto de nuestra persona conectada a Él y a Sus planes para nosotros, y cuando lo rechazamos, no vivimos en autonomía; siempre lo reemplazamos con algo o alguien.
Dios, en Su gracia, no te deja libre, ya que sabe que no serías libre en verdad. Tú y yo volveríamos a esclavizarnos tan rápido como nos "liberamos". La triste realidad es que no nos toma mucho tiempo esclavizarnos a la persona o a la cosa que funciona como nuestro mesías sustituto. Entonces, ¿qué te ofrece la gracia? La esclavitud más satisfactoria y maravillosa del mundo. Aquel que es la definición perfecta del amor, la sabiduría, la misericordia y el poder nos hace Sus esclavos. Aquel, que es el único capaz de darnos vida, esclaviza nuestro corazón hacia Él. Su autoridad absoluta sobre cada área de nuestra vida no es pesada o abrumadora, sino llena de gracia y vida. Dios no libera de nuestra esclavitud a aquello que no es verdadero y que no cumple lo que promete. Nos protege de buscar esperanza donde no puede ser hallada. Su llamado a obedecerlo es una herramienta de Su gracia salvífica. Él sabe que nuestras resoluciones duran muy poco tiempo. También conoce que nuestros ojos y nuestros corazones son desleales y vagabundos. Es por eso que nos manda a someternos bajo Su yugo, para que no sirvamos a otros amos. Pablo lo dijo bien en Romanos 6:22: "Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna". El llamado de Dios a obedecerlo no arruina tu vida; es un medio para proteger la vida que solo Él te puede dar.
Para profundizar y ser alentado: Romanos 5:1-11