(2) Para el creyente
En último lugar, quiero dirigirme a todo creyente que lee estas páginas y decirle algunas palabras de consejo fraternal.
(a) Lo principal que le insto a hacer es esto: Si no cuenta usted con una esperanza segura de haber sido aceptado por Cristo, resuelva este día buscarla. Ocúpese de esto. Esfuércese por lograrla. Pídala en oración. No le dé descanso al Señor hasta "saber en quién ha creído".
Realmente siento que la poca seguridad actual entre los que se consideran hijos de Dios, es una vergüenza y un reproche. "Es para lamentar profundamente", dice el anciano Traill, "el que tantos cristianos hayan vivido veinte o treinta años desde que Jesús los llamara por su gracia y aun sigan dudando". Recordemos el "anhelo" sincero que expresa Pablo: "Cada uno" de los hebreos sea solícito en lograr plena certeza (He. 6:11) para que evite que se les reproche por su falta de seguridad.
Lector creyente, ¿quiere realmente decir que no tiene ningún deseo de intercambiar su esperanza por confianza, su anhelo por convicción, su incertidumbre por conocimiento? Porque una fe débil lo salva, ¿se contentará con eso? Porque la seguridad no es esencial para su entrada al cielo, ¿se conformará sin ella en la tierra? ¡Ay, esta no es una condición sana del alma en la cual permanecer, no es la manera de pensar de la era apostólica! Levántese ya y marche hacia adelante. No se quede pegado a los cimientos de la religión; avance hasta la perfección. No se contente con un día de pequeñeces. Nunca desprecie esto en los demás, pero nunca se contente con esto en usted mismo.
Créame, vale la pena buscar la seguridad. Renuncia usted a sus privilegios cuando se contenta sin ella. Las cosas que digo son para su propia paz. Si es bueno sentirse seguro con respecto a las cosas de este mundo, ¡mucho mejor es estarlo sobre las cosas celestiales! Su salvación es una cosa resuelta y cierta. Dios lo sabe. ¿Por qué no habría de procurar usted saberlo también? No hay nada en esto que no sea bíblico. Pablo nunca vio el Libro de la Vida, no obstante, dijo: "Estoy convencido".
Sea, pues, su oración diaria que su fe aumente. Según el tamaño de su fe, será su paz. Cultive más esa raíz bendita y, tarde o temprano, por la bendición de Dios, puede esperar tener una flor. Quizá no logre una seguridad total de una sola vez. A veces es bueno que tenga que esperar: No valoramos las cosas que podemos obtener sin esfuerzo. Pero aunque se demore, espérela. Busque u crea que la va a encontrar.
(b) No obstante, hay una cosa que no quiero que ignore: No se sorprenda si ocasionalmente tiene dudas, una vez que ha obtenido seguridad. No debe olvidar que está en la tierra y no en el cielo. Está todavía en el cuerpo y tiene pecado que mora en usted; la carne lucha contra el espíritu hasta el final. La lepra no se puede quitar de las paredes de la vieja casa hasta que la muerte la quita. Y también hay un diablo y un diablo fuerte: Un diablo que tentó al Señor Jesús e hizo caer a Pedro y se asegurará que usted lo sepa. Siempre habrá algunas dudas. El que nunca duda, no tiene nada que perder. El que nunca teme, no posee nada realmente valioso. El que nunca siente celos, poco sabe del amor profundo. No se desanime; usted será más que vencedor por medio de aquel que le amó21.
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"Es de sospechar que una persona sea hipócrita cuando muestra siempre el mismo talante, pretendiendo ser invariablemente recto". -Traill.