Versículo para hoy:

miércoles, 19 de junio de 2019

¿Menosprecia la Biblia a las mujeres? - Nancy DeMoss de Wolgemuth



19 de junio – SEÑOR DE VERDAD

Mi reino no es de este mundo –contestó Jesús–. Si lo fuera, mis propios guardias pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.
-¡Así que eres rey!- le dijo Pilato.
-Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz. Juan 18:36-37.

Recuerdas que Napoleón dijo «He fundado un imperio por la fuerza y se ha derretido; Jesucristo estableció su reino por amor y hasta el día de hoy se mantiene y se mantendrá». A ese reino se refiere la Palabra de nuestro Señor, el reino de la verdad espiritual en el que Jesús reina como Señor sobre aquellos que son de la verdad. Él proclamó ser rey y la verdad que él reveló, y de la cual él era la personificación, es por tanto, el cetro de su imperio. Mediante la fuerza de la verdad él reina sobre aquellos corazones que sienten el poder de la justicia y la verdad y, por consiguiente, se rinden voluntariamente a su dirección, creen en su Palabra y los gobierna su voluntad. Es como Señor espiritual que Cristo proclama su soberanía entre los hombres; él es Rey sobre mentes que lo aman, confían en él y lo obedecen porque ven en él la verdad por la que desfallecen sus almas. Otros reyes reinan en nuestros cuerpos, pero Cristo reina sobre nuestras almas; aquellos gobiernan por la fuerza pero él lo hace por el atractivo de la justicia; la realeza de ellos es, en gran medida, una realeza ficticia, pero la de él es verdadera y tiene su fuerza en la verdad.

A través de la Biblia en un año: 2 Reyes 16-18

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.

No puedes (por tu cuenta) convertirte en una mujer verdadera - Nancy DeMoss de Wolgemuth



18 de junio – ENVÍA LO MEJOR

Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra. Mateo 2:11.

Ahora bien, yo quisiera que el llamamiento divino llegara a algunos hombres dotados. Tú, que quizá tienes alguna riqueza propia, ¿qué mejor objetivo en la vida que dedicarte tú y tu riqueza a la causa del Redentor? Ustedes, hombres jóvenes, que tienen delante posibilidades brillantes pero que todavía no tienen las ansiedades de mantener a una familia, ¿no sería algo noble rendir tus brillantes posibilidades para convertirte en un humilde predicador de Cristo? Mientras mayor sea el sacrificio, más honor para ti y más aceptable para él.

Yo anhelo que podamos ver a los hombres jóvenes saliendo de las universidades y a los estudiantes de nuestras escuelas secundarias, que podamos ver a nuestros médicos, abogados, hombres de negocios y mecánicos instruidos dejando todo lo que tienen, cuando Dios toque sus corazones, para enseñar y predicar a Cristo. No vale la pena enviar a los paganos hombres que en casa no sirven para nada. No podemos enviar hombres con habilidades de tercera y décima clase; tenemos que enviar a los mejores. Los hombres más valientes deben guiar a la vanguardia. Oh, Dios, unge a tus siervos, te lo imploramos; pon en sus corazones el fuego que nunca se apaga; haz que arda tanto dentro de ellos que tengan que morir o predicar, que tengan que acostarse con los corazones destrozados o de lo contrario ser libres para predicar donde nunca se ha escuchado de Cristo.

A través de la Biblia en un año: 2 Reyes 13-15

FUENTE: Charles H. Spurgeon -Tomado del libro “A los Pies del Maestro”, Compilado por Audie G. Lewis.