Versículo para hoy:

lunes, 6 de mayo de 2024

EL MISTERIO DE LA PROVIDENCIA – JOHN FLAVEL

 

CAPÍTULO 6: 

LAS CONSECUENCIAS DE LOS CAPÍTULOS ANTERIORES 

1. Es su responsabilidad creer que Dios está en todo lo que le acontece. Si le da consuelos, sería un grave pecado no ver su mano en ellos. Si le envía problemas, usted debería saber que no nacen de la tierra sino de la mano de Dios.

2. Puesto que Dios hace todas las cosas para usted ¡Cuán grande es su cuidado de su pueblo! Su tierno cuidado es tan grande que nunca aparta sus ojos de usted. (Job 36:7) Si alguien lo quisiera dañar, Él mismo le protegerá de noche y de día. (Isa.27:3) Usted es demasiado querido para Él para ser confiado a cualquier otra mano excepto la de Él mismo. “Todos sus santos están en tu mano.” (Deut.33:3)

3. Puesto que Dios hace todas las cosas para usted ¿Esto no le obliga a vivir para Él? Nuestro deseo debería ser como alguien ha dicho: “Oh que yo pudiera ser un instrumento tan útil para Dios como mis manos me son a mí.” El propósito por el cual Dios ha hecho todo a favor de usted es para que usted sea una bendición para otras personas. “¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios para conmigo?” (Sal.116:12) Dios siempre le está haciendo bien; entonces usted debería ser muy activo para Él. ¡Él actúa en cada momento a su favor!

4. Puesto que Dios hace todas estas cosas a favor de su pueblo, no desconfíe de Él cuando surjan nuevas dificultades. A menudo usted ha fallado en confiar en Él en el pasado; no vuelva a caer en la desconfianza. Aprenda esta gran verdad: Si usted confía en Dios y espera pacientemente en Él para ser salvo de sus problemas, Él no puede fallarle y no lo hará.

5. Puesto que Dios hace todas las cosas para usted, ore a Él acerca de todo. Ciertamente usted nunca tendrá lo que desea y busca a menos que Dios se lo conceda. Aunque Él tenga el propósito de concederle sus deseos, Él espera que usted se los pida. Entonces, cuando usted ha orado conforme a Su voluntad, cualquier cosa que le haya pedido en realidad ya le pertenece.

6. Puesto que Dios hace todas las cosas para usted, entonces su principal preocupación debería ser la de agradarle a Él en todas las cosas. Ninguna tribulación le podrá hacer daño al creyente cuyo único deseo es el de agradar a Dios. El favor de Dios resultará en que las tribulaciones no le causen ningún efecto dañino. Puesto que Dios se regocija sobre nosotros para hacernos bien, estamos a salvo aún en medio de los problemas y los peligros más grandes. Dejémonos guiar por la sabiduría divina de la Biblia. No tema nada salvo el pecado. Haga que su principal preocupación sea la de agradar a Dios y confiar en Él en todo lo que usted haga. Estas son reglas para su seguridad y su bendición en todas las incertidumbres de esta vida.