"Os es necesario nacer de nuevo", Juan 3:7
La respuesta a la pregunta de Nicodemo, ¿cómo puede un hombre nacer siendo viejo? es: solamente
cuando esté dispuesto a morir para todo en su vida, incluyendo sus derechos, sus virtudes y su religión y
se disponga a recibir en su interior una nueva vida que nunca antes había experimentado (ver Juan 3.4).
Esta nueva vida se manifiesta en nuestro arrepentimiento consciente y nuestra santidad inconsciente.
"Más a todos los que le recibieron", Juan 1:12. ¿Es mi conocimiento de Jesús el resultado de mi
percepción espiritual interna o sólo de lo que he aprendido al escuchar a otros? ¿Hay algo en mi vida que
me relaciona con el Señor Jesús como mi Salvador personal? La piedra angular de todo mi historial
espiritual debe ser el conocimiento personal de Jesucristo. Nacer de nuevo significa que lo veo a Él.
"El que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios", Juan 3:3. ¿Estoy buscando sólo las señales
milagrosas del reino de los cielos, o realmente percibo el gobierno soberano de Dios? El nuevo
nacimiento me confiere un nuevo poder de visión mediante el cual empiezo a discernir el gobierno divino.
Su dominio estuvo allí todo el tiempo, pero era conforme a la naturaleza de él y yo no podía verlo
mientras no recibiera esa naturaleza.
"Todo aquel que es nacido de Dios no practica el pecado", 1 Juan 3:9. ¿Estoy tratando de dejar de pecar o
he dejado de hacerlo? Haber nacido de Dios significa que tengo su poder sobrenatural para no pecar más.
En la Biblia no se plantea si un cristiano debería pecar, sino que se afirma enfáticamente: Un cristiano no
debe pecar. La obra eficaz del nuevo nacimiento en nosotros es que no cometemos más pecado. No sólo
que tenemos el poder para no pecar, sino que realmente hemos dejado de hacerlo. Sin embargo, el
significado de 1 de Juan 3:9 no es que no podemos pecar. Lo que nos dice es que si obedecemos la vida
de Dios que está en nosotros, no tenemos necesidad de pecar.
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