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Este versículo es una imagen del
gozo de la realización. Por fin tenemos a dos hijos de Abraham viviendo el
uno junto al otro, Isaac e Ismael. No tenemos necesidad de preguntarnos lo
que esto significa en la vida de fe, porque en Gálatas 4 Pablo nos lo explica.
Nos dice que Isaac es una imagen de lo que es nacido del Espíritu y que
Ismael es una imagen de lo que es nacido de la carne. Isaac es el resultado
de una vida controlada por el Espíritu. ¿Qué significa esto para nosotros? En
esa misma epístola nos dice: “Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gálatas
5:22-23a). Estos son los Isaacs que hemos estado esperando. Ismael, por otro
lado, representa las obras de la carne que se destacan en este mismo
capítulo. Fíjese usted cómo queda confirmado en este pasaje. Primero, el
nacimiento de Isaac fue sobrenatural. No nació hasta que Abraham y Sarah
llegaron a una avanzada edad. Sara tenía noventa años y Abraham tenía cien
años de edad. Sucedió en el tiempo determinado, unos treinta años después de
que Dios primeramente le hubiese prometido a Abraham un hijo. En Romanos
4:19a Pablo se refiere a este momento, diciendo: “Y su fe no se debilitó al
considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o
la esterilidad de la matriz de Sara”. Este fue un nacimiento sobrenatural en
el que Dios aceleró los procesos naturales de nuevo, y nació un niño. ¿Ve usted ahora por qué Dios esperó
todo este tiempo tan prolongado para cumplir la promesa a Abraham? Estaba
esperando hasta que la habilidad y las fuerzas del hombre natural hubiesen
cesado, de manera que Su promesa pudiera ser definitivamente un cumplimiento
sobrenatural. Esto es exactamente lo que nos dice Dios a nosotros acerca del fruto
del Espíritu en nuestras vidas. Nunca procederá de la carne ni de nuestros
propios esfuerzos, o por el hecho de que nosotros pensemos de modo positivo o
por intentarlo de manera perpetua. El amor, el gozo y la paz, esos
maravillosos dones de Dios, no proceden nunca de ningún esfuerzo que
realicemos nosotros por imitarlos. Usted puede imitarlos, pero nunca serán
más que una sencilla imitación. Usted no puede producir el fruto del Espíritu
por medio de la carne, porque ese fruto es el don sobrenatural de la vida
vivida en el poder del Espíritu de Dios, nacido como lo fue Isaac. Señor, veo tanto a Isaac como a
Ismael en mi interior. Produce en mí esas cualidades semejantes a las de
Isaac que yo no puedo generar por mí mismo. |
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Aplicación a la vida |
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¿Estamos nosotros haciendo todo lo
posible para imitar el fruto que alimenta y da la vida que solo podemos
producir por el Espíritu de Dios? ¿Vemos la diferencia entre intentarlo y
confiar? |
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Versículo para hoy:
sábado, 20 de junio de 2020
20 de junio - Un nacimiento sobrenatural - Ray Stedman
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