Versículo para hoy:

martes, 3 de diciembre de 2024

SANTIDAD - J. C. RYLE (1816-1900)

 

Respuestas a las Escrituras

(a) Pero mi respuesta, además, a todos los que no les gusta la doctrina de la seguridad del creyente porque la consideran casi una presunción, es esta: No puede ser presunción seguir los pasos de Pedro, Pablo, Job y Juan. Todos fueron hombres con una mentalidad eminentemente humilde, si es que alguna vez hubo alguno; y, no obstante, todos estos hablan de su propio estado con una esperanza segura. Esto indudablemente nos enseña que una humildad profunda y una seguridad sólida son perfectamente compatibles y que no hay ninguna relación aquí entre la confianza espiritual y el orgullo3.
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3 ”Están muy equivocados los que piensan que la fe y la humildad no concuerdan; no sólo concuerdan muy bien, sino que no pueden ser separadas". -Traill.
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(b) Pero mi respuesta, además, es que muchos han alcanzado una esperanza segura tal como nuestro texto expresa, aun, en los tiempos modernos. No puedo aceptar ni por un momento que este fue un privilegio singular limitado a la época apostólica. Han habido en nuestro país, muchos creyentes que parecen haber andado en una comunión casi ininterrumpida con el Padre y el Hijo, que parecen haber disfrutado constantemente de un sentido cada vez mayor de la luz del rostro de Dios brillando sobre ellos y han dejado registrada su experiencia. Podría mencionar nombres muy conocidos, si el espacio lo permitiera. Lo cierto es que esto ha sido, es y eso basta.

(c) Por último, mi respuesta es: No puede ser errado sentirse seguro de un asunto del que Dios habla incondicionalmente, creer decididamente cuando Dios promete resueltamente y estar convencido de tener el perdón y la paz cuando descansamos en la palabra y la promesa de Aquel que nunca cambia. Es error craso suponer que el creyente que se siente seguro descansa en algo que él mismo ve. Sencillamente, se apoya en el Mediador del Nuevo Pacto y las Escrituras de la verdad. Cree que el Señor Jesús quiere decir lo que dice y toma como ciertas sus palabras. La seguridad es, después de todo, nada más que una fe que ha llegado a su plenitud, una fe fuerte que toma la promesa de Dios con ambas manos y una fe que argumenta como el buen centurión: "Solamente di la palabra, y mi criado sanará" (Mt. 8:8). ¿Cómo, entonces, podría yo dudar?4
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"Estar seguros de nuestra salvación", dice Agustín, "no es terca arrogancia, es nuestra fe. No es arrogancia, es devoción. No es presunción, es la promesa de Dios". -Defense of Apology (Defensa de la apología) por el Obispo Jewell, 1570.
"Si la base de nuestra seguridad fuéramos nosotros mismos, se podría llamar presunción con razón; pero como su base es el Señor y el poder de su fuerza, los que consideran que una confianza segura es presunción, o no saben lo que la fuerza de su poder o poco la valoran". -Whole Armour of God (Toda la armadura de Dios) por Gouge, 1647.
"¿En qué se basa esta certidumbre? Seguramente nada que haya en nosotros. Nuestra seguridad para perseverar se basa toda en Dios. Si nos miramos a nosotros mismos, vemos razón para temer y dudar, pero si miramos a Dios, encontraremos razón para estar seguros". -Hildersam sobre 1 Juan 4, 1632.
"Nuestra esperanza no cuelga de un hilo débil como: 'Me imagino que', ni 'quizá sea', sino de un cable, la soga fuerte amarrada a un ancla, es el pacto y la promesa de aquel que es verdad eterna. Nuestra salvación está amarrada a la mano misma de Dios y a la fuerza misma de Cristo, a los indestructibles lazos de la naturaleza inmutable de Dios". -Letters (Cartas) por Ruherford, 1637.

domingo, 1 de diciembre de 2024

SANTIDAD - J. C. RYLE (1816-1900)

 

Los fanáticos y exaltados existirán mientras exista el mundo. A pesar de todo esto, la seguridad es una realidad y una cosa verdadera y los hijos de Dios no deben dejar que quienes abusan de ella los aparten de esa verdad2.

Mi respuesta a todos los que niegan la existencia de una seguridad real y bien fundamentada es sencillamente esta: ¿Qué dicen las Escrituras? Si no la encontráramos allí, no diría ni una palabra más.

Pero, ¿acaso no dice Job: "Yo  que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios" (Job 19:25-26)?

¿Acaso no dice David: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo" (Sal. 23:4)?

¿Acaso no dice Isaías: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado" (Is. 26:3)? Y también: "Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre" (Is. 32:17).

¿Acaso no dice Pablo en Romanos: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Ro. 8:38, 39)?

¿Acaso no le dice a los corintios: "Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos" (2 Co. 5:1)?

Y otra vez: "Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor" (2 Co. 5:6).

¿Acaso no le dice a Timoteo: "Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo  a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día" (2 Ti. 1:12)?

¿Y acaso no les habla a los colosenses de "alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento" (Col. 2:2) y a los Hebreos de la "plena certeza de la esperanza" y la "plena certidumbre de fe" (He. 6:11; 10:22)?

¿No dice Pedro expresamente: "Procurad hacer firme vuestra vocación y elección" (2 P. 1:10)?

¿Acaso no dice Juan: "Sabemos que hemos pasado de muerte a vida" (1 Jn. 3:14)?

Y también: "Para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Jn. 5:13).

Y otra vez: "Sabemos que somos de Dios" (1 Jn. 5:19). 

¿Qué diremos a todo esto? Anhelo hablar con toda humildad sobre cualquier punto controversial. Siento que soy sólo un pobre hijo falible de Adán. Per tengo que decir que en los pasajes que he citado veo algo muy superior a meras "esperanzas" y "confianzas" con las cuales muchos creyentes parecen contentarse en la actualidad. Veo un lenguaje de convicción, confianza, conocimiento y, casi diría, de certidumbre. Y siento por mi parte, que puedo considerar estos pasajes y ver clara y evidentemente que enseñan: Que la doctrina de la seguridad del creyente es cierta.
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"No vindicamos a todo el que pretende vanamente tener 'el testimonio del espíritu'. Ni tampoco recomendamos a aquellos de cuya profesión de fe, no vemos más que su atrevimiento y confianza. Pero no rechacemos ninguna doctrina de revelación por un temor demasiado ansioso de las consecuencias". -Christian System (Sistema cristiano) por Robinson.

"La seguridad auténtica se edifica sobre un fundamento bíblico. La presunción no tiene ningún pasaje bíblico sobre el cual basarse; es como un testamento sin sello ni testigo, que es nulo e inválido ante la ley. A la presunción le falta tanto el testigo de la Palabra como el sello del Espíritu. La seguridad siempre mantiene al alma en una postura humilde, pero la presunción en el orgullo. Las plumas vuelan para arriba, pero el oro desciende; aquel que tiene esta seguridad de oro, tiene un corazón que desciende en humildad". -Body of Divinity por Watson, 1650.

"La presunción incluye una vida disoluta; la convicción, una conciencia tierna; la primera se atreve a pecar porque se cree segura, la segunda no se atreve a hacerlo por temor a perder su seguridad. La convicción no peca porque le costó muy caro a su Salvador; la presunción peca porque la gracia abunda. La humildad es el camino al cielo. Los que están orgullosamente seguros de ir al cielo no pasan al frente con tanta frecuencia porque temen irse al infierno". -Adams sobre la Segunda Epístola de Pedro, 1633.
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