Versículo para hoy:

domingo, 29 de diciembre de 2024

SANTIDAD - J. C. RYLE (1816-1900)

(6) "Una fe débil es fe auténtica, es preciosa, aunque no tan grande como una fe fuerte; el Espíritu Santo es el mismo (el autor), el evangelio es el mismo (el instrumento). Aunque nunca llegue a ser fuerte, la fe débil salva porque por ella nos interesamos en Cristo y hace que él y todos sus beneficios sean nuestros. Porque no es la fuerza de nuestra fe lo que salva, sino la autenticidad de nuestra fe. No es la debilidad de nuestra fe lo condena, sino la falta de fe porque aun la fe más débil se apropia de Cristo y, por tanto, nos salva. Ni tampoco somos salvos por la calidad o cantidad de nuestra fe, sino por Cristo, quien salva por la fe, sea esta fuerte o débil. Una mano débil puede llevarse comida a la boca y esa comida alimenta y nutre al cuerpo tal como si hubiera sido llevada a la boca por una mano fuerte; dado que el cuerpo no se nutre por la fuerza de la mano, sino por las bondades de la carne". -The Doctrine of Faith (La doctrina de la fe), por John Rogers, Predicador de la Palabra de Dios, en Dedham, Essex, 1634.

(7) "Una cosa es tener algo con seguridad, otra saber con seguridad que la tenemos. Buscamos muchas cosas que ya tenemos en las manos y tenemos muchas cosas que creemos haber perdido. Del mismo modo, un creyente puede tener una fe segura, aunque no siempre sepa que la tiene. La fe es necesaria para la salvación; pero una seguridad plena de que cree no es indispensable". -Ball on Faith (Confiar en la fe), 1637.

(8) "Hay una fe débil, que aun así, es auténtica; y aunque es débil, porque es auténtica no será rechazada por Cristo. La fe no es creada perfecta al principio, como lo fue la de Adán; sino que es como un hombre en el curso de la naturaleza, que primero es un instrumento, luego un niño, luego un joven y luego un hombre. Algunos rechazan totalmente a los débiles y llaman hipocresía a toda debilidad en la fe. Estos son, por cierto, hombres orgullosos y crueles. Algunos consuelan y confirman a los que son débiles diciendo: «No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso; ¿por qué habrás de destruirte?» (Ec. 7:16). Estos son cojines blandos, pero no seguros; son aduladores lisonjeros, no amigos fieles. Algunos consuelan y exhortan diciendo: «Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios» (He. 6:1). Este es el curso más seguro y el mejor". -Questions, Observations, etc.; upon the Gospel According to St. Matthew (Preguntas, observaciones, etc. sobre el Evangelio según San Mateo) por Richard Ward, en alguna ocasión alumno en Cambridge y predicador del evangelio en Londres, 1640.

(9) "Un hombre puede contar con el favor de Dios, estar en un estado de gracia, ser justificado delante de Dios y, aun así, carecer de una seguridad fehaciente de su salvación y de contar con el favor de Dios en Cristo. Un hombre puede tener dentro de sí una fe salvadora y, no obstante, no percibirla; un hombre puede tener una verdadera fe justificadora, pero no tener el uso o la operación de ella como para darle una seguridad tranquila de su reconciliación con Dios. Diré más: Un hombre puede estar en el estado de gracia y tener en él una verdadera fe que justifica, aunque le parezca lo contrario. Este fue ciertamente el caso de Job quien clamó a Dios: «¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?» (Job 13:24). Aun la fe más débil justifica. Si usted no puede recibir a Cristo y descansar en él, aunque sea con una fe débil, tarde o temprano se dará cuenta de s error. Tenga cuidado de no pensar que es la fuerza de su fe lo que lo justifica. No, no: Es Cristo y su justicia perfecta lo que su fe recibe y sobre lo cual descansa, lo que salva. El que tiene la mano más endeble y débil puede recibir una limosna y aplicar una cataplasma a su herida, tal como puede hacerlo la más fuerte y recibir el mismo beneficio". -Lectures upon the 51th Psalm (Discursos sobre el Salmo 51), predicado en Ashby-de-la-Zouch, por Arthur Hildersam, ministro de Jesucristo, 1642.

(10) "Aunque su gracia sea la más débil, si es auténtica, usted tiene una porción tan grande en la justicia de Cristo como la de un cristiano fuerte. Tiene tanto de la justicia de Cristo imputada a usted como cualquier otro". -Sermones por William Bridge, ex profesor de Emmanuel College, Cambridge y pastor de la Iglesia de Cristo en Great Yarmouth, 1648.

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