EL CUIDADO ESPECIAL DE DIOS PARA SU PUEBLO
CAPITULO 1- parte 2
Pablo iba camino a
Damasco para matar a los creyentes cuando de repente fue tumbado por una luz
del cielo. Fue convertido de su mal propósito y posteriormente hecho apóstol de
Jesucristo (Hech.9:1-18). Más tarde, los judíos planeaban matarlo cuando fuera
llevado prisionero de Cesarea a Jerusalén. El gobernante Festo (aunque no sabía
del complot) decidió juzgar a Pablo en Cesarea y no en Jerusalén, así deshizo
sus planes (Hech. 25:1-4).
Agustín, un líder
en el cristianismo de la iglesia primitiva, se dirigía a cierto pueblo para
enseñar y un guía le acompañaba para mostrarle el camino. El guía se perdió y
sin embargo, llegaron sanos y seguros a su destino por otro camino. Después
descubrieron que habían escapado de la muerte a manos de sus enemigos quienes
los esperaban en el camino normal. ¿Quién puede dejar de ver el dedo de Dios en
estas cosas?
Si no
hay una providencia dominante ordenando todas las cosas para el bien de su
pueblo, ¿Cómo es que el bien o mal que se les hace en este mundo es retornado a
quienes traen el bien o el mal sobre ellos?
Cuando faraón
ordenó matar a todos los niños recién nacidos de Israel, las parteras de ellos
rehusaron obedecer su mandato. Por esto, Dios las trató bien a ellas (Ex.1:21).
Rahab ocultó a los espías enviados a Jericó, y fue salvada cuando toda la gente
de la ciudad fue destruida (Jos.6:25). La mujer sunamita fue bondadosa con el
profeta Eliseo proporcionándole un cuarto para su hospedaje y Dios la bendijo
con un hijo. (2 Rey.4:9-17).
Publio, el
principal de la isla de Malta, dio hospedaje a Pablo después del naufragio y el
Señor de inmediato le devolvió el pago sanando a su padre de una enfermedad.
(Hech.28:7-8) En la misma manera, los males hechos contra el pueblo de Dios han
sido devueltos a sus enemigos.
Como ya hemos
visto, fue el propósito de faraón destruir a los hijos inocentes del pueblo de
Israel. Dios le pagó su mal, matando a todos los primogénitos de Egipto en una
sola noche. (Ex.12:29) Amán hizo una gran horca para colgar a Mardoqueo, pero
Dios ordenó que Amán y sus diez hijos fueran colgados en ella. (Est.7:10)
Ahitofel hizo un complot contra el rey David y dio su consejo para derrocar a
David. Este mismo consejo provocó su propia ruina. (2 Sam.17:23).
Después de que el
cruel emperador Maximus ordenó la completa abolición de la religión cristiana,
fue echado a la cama por una terrible enfermedad como Herodes en los días de
los apóstoles (Hech. 12:23).
Algunas veces el
pago del mal ha sido muy exacto. Cuando Nabot fue muerto, a Acab le fue dicho: “En
el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán
también tu sangre, la tuya misma.” Y eso fue exactamente lo que pasó. (1
Rey.21:19 y 22:38) Entonces, Las Escrituras son hechas buenas por la
providencia. “El que cava foso caerá en El; y al que revuelve la piedra,
sobre él le volverá.” (Prov. 26:27) “Con la misma medida que medís, os
volverán a medir.” (Mat. 7:2)
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