Capítulo 1
En este capítulo trataremos con una de las formas en que satanás procura conducir a los creyentes al pecado. Este método consiste en mostrarles que hay placer en el pecar, ocultándoles la tristeza y las
consecuencias que el pecado les traerá. El pecado puede parecer muy placentero y satanás quiere que los
creyentes piensen acerca de él de esta manera. El diablo sabe que si caemos en el error de pensar así, el pecado
nos parecerá muy atractivo y nos olvidaremos de la verdad que el pecado es cruel y dañino. Dios les dijo a
Adán y a Eva que no comieran del fruto del árbol o morirían, más satanás dijo a la mujer que comiendo del
fruto serían como dioses. Satanás hizo que la desobediencia pareciera muy atractiva y placentera. Satanás
continúa haciendo lo mismo hasta el día de hoy. Por ejemplo, en el desierto trató de tentar a Jesús en la
misma forma. Le enseñó a Jesús todos los reinos y su gloria, ofreciéndoselos a condición de que Jesús le
adorara. Cuan hermoso y atractivo trató de presentar el pecado. Sin embargo, Jesús no fue seducido por la
astucia del diablo.
¿Cómo pueden los creyentes resistir a satanás, cuando hace que el pecado sea tan atractivo? Hay
cuatro remedios que nos pueden ayudar para no ser atraídos por el pecado en esta manera.
💊 Los creyentes deben mantenerse alejados del pecado tanto como puedan. (1 Tes.5:22,
Prov.5:8) Una persona que camina a la orilla del precipicio, puede caer en cualquier momento. Si el
creyente camina cerca de lo que es pecaminoso, no debe sorprenderse si es atrapado por el pecado. Pablo dijo
a los cristianos que odiaran la maldad y que la odiaran intensamente. (Rom.12:9)
💊💊 Los creyentes deben recordar que el placer del pecado pronto se convierte en amargura. (Job 20:12-14) El pecado puede brindar placer por un rato y parecernos fácil al principio (Heb.11:25);
pero al fin, el dolor producido es mayor que el placer que se recibe. Es como la comida con veneno; tiene
buen sabor, pero si no es arrojada es mortal. El pecado que se come en la tierra se tendrá que digerir en el
infierno.
💊💊💊 Los creyentes deben recordar que el pecado les hará perder aquello que es realmente
bueno. Los que ceden ante el pecado pierden el favor de Dios. Su gozo espiritual se desvanece y pierden la
paz de su corazón. El Espíritu Santo es contristado y su influencia vivificadora languidece. El pecado les hace
perder estas cosas buenas. Entonces, el diablo les está engañando porque el pecado no es realmente placentero. (Sus comodidades siempre son temporales.)
💊💊💊💊 Los creyentes deben fijarse bien en la forma como el pecado engaña. El pecado es el más
grande engañador y es la causa de todo el engaño que hay en el mundo. En sí mismo, el pecado es sobremanera pecaminoso. (Heb.3:13) Cuando el pecado los ha engañado, los creyentes frecuentemente se niegan a
admitirlo y contrariamente piensan que están bien. El pecado les hace creer que el mal es bueno. Basta pensar
en lo ocurrido con Faraón, Balaam y Judas para darnos cuenta que una persona puede conducirse
pecaminosamente pensando que está actuando bien. En tales ejemplos podemos observar como es que una
persona puede estar dispuesta a perder a Dios, el cielo, Cristo y aún su propia alma porque no quiere dejar
sus pecados. No hay nada tan engañoso como el pecado.
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